Día 19 : Lhasa – Vuelo con KLM Chengdú – Ámsterdam – Barcelona (Mejores fotos del Tíbet)
Son las 3:45 de la mañana cuando suena el despertador, después de estar soñando con las mejores fotos del Tíbet que hemos tenido la suerte de poder disfrutar durante estos días y empezamos el que será el último día de este viaje al Tíbet y el día que volaremos de Lhasa a Chengdu y después a Ámsterdam y Barcelona con KLM.
Tenemos que decir que no fue tarea fácil encontrar un vuelo «directo«, con una misma compañía aérea o grupo, que nos llevase desde Tíbet a Barcelona, enlazando con alguna ciudad europea, aunque fuese haciendo tránsito en alguna ciudad china. Esta combinación al final la encontramos con KLM, algo que nos ha permitido ganar muchísimo tiempo, además de ser muchísimo más cómodo, ya que contamos con la seguridad de volar con el mismo grupo y con horarios muy ajustados, algo que nos ha regalado poder disfrutar de este viaje al Tíbet hasta el último momento.
El trayecto desde el Tashitakge Hotel Lhasa hasta el aeropuerto es de 60 kilómetros que hacemos en poco más de 1 hora, prácticamente sin tráfico, a estas horas de la mañana.
Los mostradores de Sichuan Airlines abren un par de horas antes del vuelo, que es a las 9 de la mañana, así que nos toca esperar un poco y después de despedirnos de Tre que se queda en el coche, vamos con Pasang al mostrador de facturación para dejar todo en orden.
Con los billetes y el checkin ya hecho, y nuestras mochilas facturadas, nos despedimos de Pasang y nos vamos directos a la puerta A3 desde la que saldrá nuestro vuelo en una hora.
La verdad es que en este momento no podemos más que agradecer la gran profesionalidad y cercanía, tanto de Pasang como Tre, que han hecho que viajar al Tíbet haya sido uno de los viajes más increíbles que hemos hecho hasta la fecha. No sólo por el destino en sí, sino por poder compartirlo con ellos, que han sido los mejores anfitriones que hubiésemos podido tener.
Siendo la hora que es y sin haber podido desayunar ya que hemos salido muy temprano, no podemos evitar entrar en una cafetería para tomar un par de cafés por 120RMB…más caros que una cena, pero que nos devuelven a la vida en el primer trago.
Y así, repasando este increíble viaje, las mejores fotos de Tíbet que regresan con nosotros y las muchas anécdotas que hemos vivido, llega la hora de embarcar, puntuales, en un primer vuelo que nos llevará hasta Chengdu.

Tenemos que decir que ayer, cuando intentamos hacer el check in con Sichuan Airlines, tuvimos un pequeño problema, que solucionó el servicio 24 horas de KLM con una profesionalidad y una rapidez, que sin duda, nos han hecho confiar en ellos todavía más de lo que lo hacíamos.
Nada más despegar, empezamos a sobrevolar el Tíbet disfrutando de una experiencia tan increíble e inolvidable como el propio viaje. Y es que es impresionante ver en un día tan despejado las vistas de las montañas y la cordillera del Himalaya en el horizonte y bajo el avión…

Son las 11 de la mañana cuando puntuales, aterrizamos en Chengdu para cuando son las 11.30 estar ya esperando para recoger las mochilas para volver a facturarlas, ya que desde Lhasa no está permitido hacer facturación internacional.
Nuestro vuelo ha llegado a la T1 de Chengdu y el vuelo a Ámsterdam de KLM también sale de la T1, por lo que el trámite es bastante sencillo y rápido, aunque no vamos a negar que estamos deseando encontramos frente a frente por fin con KLM y un sistema occidental, que tanto se diferencia al chino.

Con las mochilas ya con nosotros, subimos al segundo piso y justo enfrente os encontramos con los mostradores de KLM donde gracias al ckeckin online, ese gran invento, podemos saltarnos una enorme cola, poniéndonos directamente en el mostrador «baggage drop OFF» donde en menos de 5 minutos ya tenemos todos los trámites hechos y ya estamos rumbo a las puertas de embarque.

Pero antes toca pasar el control de pasaportes y el control de seguridad, que tenemos que confesar no se hace nada pesado, estando cuando son las 12:30 ya en la puerta en la que KLM nos llevará a casa.


Despues de un embarque tan rápido, que casi no nos damos cuenta y que tenemos que decir se agradece y mucho, sobre todo comparándolo con otras aerolíneas en las que el embarque se hace eterno y los trámites de acceso interminables.

Para este vuelo de 10 horas, que nos llevará de Chengdú a Ámsterdam, volamos en la clase Economy Confort de KLM, algo que no vamos a negar, se agradece y mucho y más en un vuelo de larga duración como este.

Clase Economy Confort KLM
Tenemos que confesar, que después de la experiencia, hemos recapacitado mucho sobre este tema. En muchas ocasiones, por no decir todas, no nos planteamos hacer este upgrade y la verdad es que por la diferencia de precio, merece y mucho la pena, sobre todo si tenemos en cuenta los extras que ofrece esta categoría:
– Reclinación de los asientos doble de lo habitual.
– Más espacio entre asientos.
Para nosotros, sobre todo en un vuelo largo, que los asientos se reclinen al máximo y tener más espacio para las pierna, es algo que valoramos y mucho.

Además de los extras que tiene la clase Economy Confort de KLM, esta compañía aérea, tiene otros muchos detalles que nos hacen optar por ella en todos los viajes que podemos.
– Algo muy importante para nosotros es la puntualidad, sobre todo en los vuelos en los que tenemos algún tránsito. En este caso, KLM está entre las primeras del mundo, algo que valoramos y mucho.
– Disponer de enchufes usb y para portátil en los asientos.
– Entretenimiento a bordo con últimos estrenos, incluida la opción relax, perfecta para disfrutar de un vuelo de lo más tranquilo.

– Atención súper profesional en todos los aspectos.
– Y algo que nos ha llamado mucho la atención: la tripulación es, en su mayoría, de edad superior a los 50, algo que nos transmite mucha confianza y además, nos hace pensar en que KLM es una compañía que cuida a sus trabajadores.
– Y además de todo lo anterior, para nuestra sorpresa, tenemos wifi disponible. ¿Qué más se puede pedir?

Y así, cuando son las 14:35 en punto, nuestro vuelo de KLM se alza sobre los cielos de China para devolvernos a casa en un vuelo de casi 10 horas, que tenemos que decir que entre la comodidad, el entretenimiento y el wifi, por primera vez, no nos hubiese importado que hubiese durado el doble de tiempo.

Puntuales aterrizamos en Ámsterdam, cuando son las 7 de la mañana, para después de pasar los controles de seguridad y pasaportes, y sobre todo llevarnos un buen sopetón de realidad, que con el cambio cultural, que se nota muchísimo, cuando son las 8 de la mañana ya nos encontramos en la puerta de embarque desde donde despegará el vuelo de Ámsterdam a Barcelona.

Mientras esperamos nuestro turno para embarcar, no podemos dejar de comentar la modernidad, profesionalidad y al mismo tiempo la gran eficacia de los servicios que tiene el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam. Ojalá todos lo tuviesen como ejemplo.
Puntuales de nuevo, cuando son las 8:35 de la mañana, despega nuestro último vuelo del día, el que nos llevará de Ámsterdam a Barcelona y con el que finalizaremos este increíble viaje al Tíbet.

Mientras recorremos estos últimos kilómetros hasta llegar a casa, recostados en nuestro asiento, mientras disfrutamos de un sandwich y un café, que en estos momentos nos devuelven la vida, no podemos dejar de repasar las que han sido para nosotros, las mejores fotos del Tíbet.
Mejores fotos del Tíbet
Shanghái
Pese a que este viaje está centrado en el Tíbet, no podemos olvidarnos de Shanghái, una ciudad que aunque no era precisamente nuestro principal objetivo, nos ha sorprendido gratamente.
Para viajar al Tíbet en tren, haciendo el recorrido completo de 48 horas, teníamos la posibilidad de ir desde Beijing o Shanghái. En nuestro caso, que ya conocíamos Beijing del viaje a China por libre que hicimos hace un par de años, preferimos optar por Shanghái, para así también poder conocer la ciudad durante unos días, que nos servirían como inicio a este increíble viaje.

Tren de las Nubes
Si hay algo que teníamos en mente desde hace años, además de querer viajar al Tíbet, era llegar con el tren de Shanghái a Lhasa, uno de los recorridos en tren más bellos del mundo. Después de la experiencia, no podemos más que recomendarlo.

Lhasa
Qué decir de una de las ciudades más increíbles del mundo. Aunque inicialmente siempre pensemos en el Palacio de Potala cuando pensamos en ella, tenemos que decir que Lhasa es mucho más que eso.
Sabemos que quizás no sea fácil, pero si puedes, no dejes de dedicar a la ciudad 5 o 6 días, estamos seguros que no te arrepentirás.

Lago Namtso
Además de las visitas que hicimos a los alrededores de Lhasa, como al Monasterio Sera o el Monasterio Drepung, otra de las visitas de un día que no puedes perderte es el Lago Namtso, uno de los enclaves naturales más impresionantes que hemos visto nunca.

Palacio Yungbulakang
Nada más empezar la ruta por Tíbet en coche nos encontramos con uno de los lugares más increíbles que podíamos esperar: el Palacio Yungbulakang.

Monasterio Samye
Recorrer el Tíbet con un guía en español, como ha sido nuestro caso con The China Guide, tenemos que decir que ha sido todo un privilegio, no sólo por las explicaciones de todos los lugares que hemos visitado, sino por todas las conversaciones que hemos mantenido, sobre todo en algunos de los largos días de trayecto en coche, como el que nos llevó hasta el Monasterio Samye, uno de los más increíbles del Tíbet.

Monasterio Tashilumpho
Es indudable que hay miles de lugares que ver en Tíbet, muchos de ellos tan lejanos, que en líneas generales no entran dentro de las rutas turísticas, aunque hay otros, como el Monasterio Tashilumpho en Shigatse, que te recomendamos no perderte por nada del mundo.

Monasterio Sakya
El Monasterio Sakya es uno de los lugares que no puedes perderte si vas de camino al Campo Base del Everest. Este es uno de los monasterios menos visitados debido a su ubicación. Te aconsejamos que no dejes de desviarte un poco de la ruta para poder disfrutar de uno de los lugares más hermosos de Tíbet.

Amanecer en el Campo Base del Everest
Si buscas un final increíble e inmejorable para cualquier viaje al Tíbet, estamos seguros que un Amanecer en el Campo Base del Everest, no te defraudará.
Aunque no es fácil llegar, ni tampoco rápido, ni siquiera barato, te aseguramos que es uno de los lugares más mágicos del mundo. Uno de esos que no se olvidan. El mejor final que se podría escribir para cualquier viaje por Tíbet.

“Ve al Tíbet y visita muchos lugares, tantos como puedas. Luego, cuéntaselo al mundo” Su Santidad el Dalái Lama
*Este viaje al Tíbet lo hemos realizado manteniendo una colaboración con The China Guide, KLM y Mondo. Esto no ha influido para las opiniones que a lo largo de la guía se relatan, que son todas un resumen de nuestra experiencia y sensaciones durante este increíble viaje.
Mariela dice
Me encanto el blog sin duda una experiencia única por vivir, soy aventurera y este recorrido esta genial , me guardo el articulo , gracias por compartirlo.
Vane y Roger dice
Hola Mariela,
Muchas gracias por leernos. Estamos seguros que Tíbet te encantará, es un destino único y maravilloso. Saludos