Día 10 : Monasterio de Drepung y Monasterio de Jokhang en Lhasa
Sábado, 22 de abril del 2017
Hoy nuestro día empieza a las 6 de la mañana, momento que aprovechamos para trabajar un rato, tomar un café en la habitación para cargarnos de energía para el día de hoy que tenemos programada la visita al Monasterio de Drepung y al Monasterio de Jokhang en Lhasa y cuando son las 8:15 de la mañana, subimos a la terraza del Tashitakge Hotel Lhasa donde como todos los días desde que llegamos a Lhasa, disfrutamos de un increíble desayuno, acompañados de las mejores vistas del Palacio de Potala que hubiésemos imaginado. cargar energías para
Hemos quedado con Pasang a las 9:30 de la mañana para empezar el día con la visita al Monasterio de Drepung, uno de los monasterios más increíbles de Tíbet, que te recomendamos visitar ya que es una de las visitas más recomendables.
Monasterio de Drepung y Monasterio de Jokhang en Lhasa
La ruta de hoy en Lhasa nos llevará a dos de los lugares más increíbles de la ciudad, el Monasterio de Drepung y el Monasterio de Jokhang en Lhasa.
El Monasterio de Drepung se encuentra a 8 kilómetros de Lhasa, siendo en su época, uno de los monasterios más grandes y con más relevancia del mundo. A medida que nos acercamos Pasang nos va dando diferentes detalles para que vayamos haciéndonos una idea de lo que vamos a ver y visitar, explicándonos por ejemplo, el significado de Drepung, que es «montaña de arroz» y hace referencia a las diferentes edificaciones que hay en la montaña, de color blanco y que se asemejan a granos de arroz.
Antes de pasar por la oficina de tickets, se pasa por una gran explanada, que sirve a la vez de parking, donde también hay varios locales de comida y bebida y algunas tiendas. Merece la pena tenerlo en cuenta si quieres comprar agua, ya que dentro del Monasterio Drepung no hay ningún lugar en el que poder hacerlo.
El acceso al Monasterio Drepung se hace siguiendo el kora, en el sentido de las agujas del reloj, subiendo primero unas escaleras y después una rampa, hasta llegar al Palacio de Ganden.
La primera sala que nos encontramos es Sanga Tratsang, donde podemos ver una estatua del quinto Dalái Lama, rodeada de diferentes protectores como Namse, Chögyel y Palden Lhamo.
Desde aquí se sigue el sentido de las agujas del reloj hasta llegar a un patio principal, desde donde se puede ver el edificio principal y las diferentes plantas del mismo, que se pueden visitar.
Desde aquí seguimos el camino, pasando por la cocina del Monasterio Drepung, donde se puede entrar y deambular por los diferentes pasillos, rodeados de ollas y olores, para llegar después a la Sala de reuniones principal, una de las más increíbles que hemos visto hasta el momento en este viaje al Tíbet.
En esta sala nos encontramos con varios thangkas y 180 columnas, que le dan un aire realmente espectacular y al mismo tiempo místico y más cuando vemos que empiezan a entrar varios monjes, que se acomodan poco a poco en sus sitios, regalándonos unos minutos impagables, mientras entonan mantras.
Sin lugar a dudas este pasará a ser uno de los grandes momentos del viaje, con otros muchos que estamos seguros, no olvidaremos.
Dentro de la Sala de reuniones principal encontramos varias capillas, todas se pueden visitar, entre las que destaca la sala de los Reyes del Tíbet y la de la estatua de Jampa, de varios metros de altura.
Siguiendo siempre el sentido de las agujas del reloj, llegamos a la Capilla de Sakyamuni, con varios chortens para después acceder a la sala en la que se encuentra la escultura del Buda del Futuro, la imagen más venerada Monasterio de Drepung.
Desde aquí llegamos a la Capilla Drölma, con tres imágenes de esta diosa protectora y varias colecciones de libros.
Frente a la Sala de reuniones principal se encuentra una gran explanada, desde donde se tienen unas vistas espectaculares tanto de Lhasa al fondo, como de los alrededores del monasterio y también, desde la parte izquierda de la plaza, del propio Monasterio de Drepung, donde podemos ver como las diferentes estancias se apilan en la montaña creando esos pilares de arroz, a los que hace referencia el nombre.
Seguimos el recorrido por el Monasterio de Drepung acercándonos hasta la Escuela Ngagpa, una de las cuatro escuelas que podemos encontrar en el monasterio y que está dedicada al estudio tántrico. Aquí visitamos varias capillas, entre ellas la dedicada a Dorje Jigje, una diosa tántrica muy venerada.
Seguimos la ruta de peregrinación o kora hasta llegar a la Escuela Loseling, la más grande del Monasterio de Drepung, donde encontramos, en la Sala Principal, el trono que utilizaban los diferentes Dalái Lama y varias estatuas de diferentes Dalái Lamas.
La siguiente y última visita del Monasterio de Drepung la hacemos a la Escuela Deyang, la más pequeña de las cuatro, donde podemos ver una imagen de Jampa en la sala principal, siendo ésta la más venerada de la escuela.
Siendo esta la última visita, desde aquí empezamos a recorrer el camino de vuelta, adentrándonos en las entrañas del Monasterio de Drepung, recorriendo muchas de sus callecitas, que nos dejan y nos regalan, probablemente, las mejores imágenes del monasterio, ya que son las que nos dejan ver la vida diaria a medida que nos vamos cruzando con monjes y peregrinos.
Acabamos la visita cuando son las 12:30 del mediodía momento en el que emprendemos el regreso a Lhasa, no sin antes hacer una visita al Oráculo, una visita que si puedes no debes perderte.
Hasta 1959, el primer día del año, el Dalái Lama consultaba el Oráculo de Nechung para todo tipo de cuestión importantes. El oráculo, se vestía para la ocasión con un tocado, tan pesado, que necesitaba la ayuda de varios hombres para poder colocárselo.
Recuerda que cualquier viajero extranjero que quiera viajar al Tíbet debe hacerlo a través de una agencia (ES IMPOSIBLE VIAJAR AL TÍBET POR LIBRE), ya sea agregándose a un grupo o de forma privada y tener, antes de entrar en Tíbet, una ruta fija, que la agencia habrá presentado y deberá estar aprobada por las autoridades chinas.
Para obtener el visado y todos los permisos, es necesario que este itinerario esté aprobado por las autoridades. Además no es posible modificar el itinerario sobre la marcha, algo muy importante a tener en cuenta, ya que te obligará a tener claro qué quieres visitar desde el primer momento, ya que en base a eso, la agencia gestionará los permisos.
En nuestro caso hemos viajado con The China Guide, quien nos gestionó todos los permisos después de diseñar juntos un itinerario personalizado, con guía en español y que nos ha llevado a disfrutar como nunca hubiésemos imaginado de este lugar tan mágico.
Según nos cuenta Pasang, el oráculo entraba en trance, empezaba a moverse a ritmos extraños y los ojos se le ponían en blanco, hasta el momento en el que veía el futuro y con una voz llena de angustia, empezaba a relatar sus visiones, que eran anotadas.
Después de esta visita, volvemos a Lhasa parando antes a comer en Tibetan Family Kitchen, donde estuvimos el primer día que pasamos en Lhasa, y donde queríamos volver con Pasang, ya que él no conoce el sitio y nos apetece enseñárselo.
Ante nuestra recomendación Pasang decide hacernos caso y pedimos 3 platos de momos de yak fritos, más refrescos por 120RMB, que tenemos que decir vuelven a estar deliciosos, e incluso Pasang los aprueba llegando a decir que están «casi igual que los que hace su madre«.
Faltan unos minutos para las 3 de la tarde cuando decidimos que ha llegado el momento de seguir con la ruta que tenemos programada para el día de hoy, acercándonos al Monasterio de Jokhang en Lhasa, uno de los lugares más importantes de la ciudad, por no decir el que más.
Para llegar a Jokhang tenemos que seguir la calle Danjielin Road, hasta llegar a la entrada de la Plaza Barkhor, donde después de pasar los controles de seguridad por los que hay que pasar para acceder a esta zona de Lhasa, nos encontramos frente al Monasterio de Jokhang.
El Monasterio de Jokhang es el monasterio más importante, no solo de Lhasa, sino también del Tíbet, donde llegar peregrinos de todos los rincones, con sus ruedas de oración, mantras y mantequilla de yak. Una experiencia en sí misma, que no puedes perderte.
En nuestro caso, ya pasamos por aquí en varias ocasiones, ya que es uno de los puntos por los que se pasa cuando recorrer el kora de Barkhor, pero hoy venimos de la mano de Pasang a hacer la visita mucho más especial. Hoy conoceremos el interior del Monasterio de Jokhang.
Aunque por las mañanas está muchísimo más repleto de peregrinos, formándose incluso colas de varias horas para acceder, ahora por la tarde nos encontramos con varios grupos organizados y algún que otro peregrino que nos hace tomarnos la visita con tranquilidad, escuchando todas las explicaciones que nos da Pasang, con la idea de después, cuando haya menos gente, volver a recorrer todas las capillas, ya que es un lugar que merece, como mínimo, un par de visitas para poder empaparte al máximo.
Como en el resto de monasterios, en este tampoco se pueden hacer fotos del interior, por lo que nos centramos en todos los detalles y las explicaciones, para poder exprimir al máximo la experiencia.
Pasamos por la entrada del Monasterio de Jokhang donde podemos ver las estatuas de los Cuatro Reyes Guardianes, propias de muchos monasterios, para después pasar a la Sala Principal de Reuniones, donde podemos ver un patio al aire libre, rodeado de frescos.
Seguimos en la planta baja, donde podemos ver la sala principal de oraciones, donde alrededor de ella se encuentran varias capillas, más pequeñas, que recorremos junto a los peregrinos, siempre en le sentido de las aguja del reloj, mientras escuchamos las muchísimas explicaciones que nos va dando Pasang, con las que logramos acercarnos y entender muchísimo más la cultura tibetana.
Entre las capillas que más destacan están la Capilla de Tsongkhapa, fundador de la Orden Gelugpa. La Capilla de os Ocho Budas de la Medicina, la Capilla de Chenresig, con una de las imágenes más importantes del monasterio y con una puerta que se conserva aún desde el origen del Monasterio de Jokhang, en el s.VII.
Otra de las capillas es la del Buda de la Luz Infinita, donde podemos ver a muchos peregrinos, que según nos explica Pasang, piden aquí poder ver la imagen de Jowo Sakyamuni, la más sagrada del Monasterio de Jokhang, que se encuentra en la siguiente capilla.
Aquí es donde nos detenemos más tiempo, siempre siendo lo más respetuosos posible con los peregrinos, y donde Pasang nos explica la historia de esta capilla y de la imagen del Buda Sakyamuni.
Desde aquí seguimos visitando el resto de capillas, en el sentido de las agujas del reloj, hasta la última desde donde ascendemos para llegar a la primera planta del Monasterio de Jokhang.
En esta planta del monasterio, que también se debe de recoger en el sentido de las agujas del reloj, visitamos varias de las capillas que permanecen abiertas, y que nos llevan a la terraza del Monasterio de Jokhang, otra de las visitas que no puedes dejar de hacer, ya que desde aquí es desde donde se tienen una de las mejores vistas, tanto de la Plaza Barkhor como del Potala a lo lejos.
Son casi las 5 de la tarde cuando damos la visita por finalizada y llega el momento de despedirnos de Pasang hasta mañana, aunque nosotros no podemos evitar quedarnos en el Monasterio de Jokhang un rato más, para acabar de disfrutarlo y es que siendo un lugar tan increíble, nos resulta especialmente difícil irnos sin volver a visitar todas las capillas, ahora ya con más tranquilidad, ya que a medida que avanza la tarde, hay menos grupos organizados, por lo que en esta segunda visita que hacemos, somos los únicos turistas, algo que nos permite tomarnos la visita con mucha más tranquilidad, pudiendo disfrutar de cada detalle.
Y así pasamos prácticamente dos horas más, perdiéndonos de nuevo en las entrañas del Monasterio de Jokhang, para cuando son casi las 7 de la tarde, salir a las calles de Barkhor, donde volvemos a recorrer la zona y sus calles, esta vez sin prestar demasiada atención a la cámara, dedicándonos únicamente a disfrutar de la zona y sobre todo, del ambiente y la magia que se crea en este lugar de Lhasa.
Son las 9 de la noche cuando decidimos que es el momento de ir a cenar y estando donde estamos, nada mejor que ir al Phomdha Tsang Restaurant, antigua casa de un maestro del actual Dalái Lama, al lado de nuestro alojamiento, el Tashitakge Hotel Lhasa y donde ayer hicimos una comida-cena que nos gustó tanto como para volver hoy.
En esta ocasión nos decantamos por pedir dos platos de filete de yak con guarnición más dos aguas por 182RMB, con los que disfrutamos de una cena de lujo, además de una sobre mesa de lo más agradable en el patio.
Faltan unos minutos para las 10 cuando salimos del restaurante, con la firme intención de irnos a descansar, pero viendo como está Barkhor ahora mismo, que ha empezado a anochecer, no podemos resistirnos a recorrer de nuevo el kora, para disfrutar de este momento del día, llevándonos algunas de las imágenes más increíbles de Lhasa.
Deja un comentario