Día 2 : LISBOA – Miradores de Lisboa, Barrio de Alfama, Sé, Casa dos Bicos, Panteón, Mercado Feira da Ladra, Chiado, Convento Carmo
Son las 7 de la mañana y estamos en Lisboa, en el This is Lisbon Hostel y como no podía ser de otra manera, las ansias que tenemos por conocer la ciudad y llevar a la práctica la pregunta de qué ver en Lisboa, nos hacen salir de la habitación poco antes de las 8 de la mañana.
Después de cargar las pilas con un desayuno muy completo, salimos antes de las 9 de la mañana de nuestro alojamiento en Lisboa.

Empieza el día en Lisboa
Estamos alojados en el Barrio de Alfama, en la Rua da Costa do Castelo y hoy que es nuestro primer día en Lisboa y tenemos el día completo, no podemos hacer otra cosa que empezar el día con muchas ganas.
Nada más salir del This is Lisbon Hostel, una mujer que está en la puerta de una de las casas de enfrente, nos avisa, con aspavientos, que guardemos las cámaras en las mochilas, porque si no seguro que nos darán el tirón para robárnoslas…Este hecho, realmente nos deja bastante confusos durante unos minutos, que seguimos recorriendo las calles de “nuestro barrio» camino del Mirador das Portas do Sol, uno de los mejores miradores de Lisboa.
Una buena opción para no perderte nada de la ciudad es reservar esta visita con guía en español o este free tour por Lisboa ¡Gratis!.
Más información práctica para preparar tu viaje a Lisboa
– 10 consejos para viajar a Lisboa imprescindibles
– Los 10 mejores tours y excursiones desde Lisboa
– Guía de Lisboa
– 26 lugares que visitar en Lisboa imprescindibles
– Donde comer en Lisboa: 12 restaurantes recomendados
– Dónde alojarse en Lisboa: mejores barrios y hoteles
– Como ir del aeropuerto de Lisboa al centro
– Los mejores free tours en Lisboa gratis
A medida que vamos avanzando, no podemos dejar de comentar que parece increíble que hayamos dejado pasar tantos años sin conocer una ciudad que tan solo en unos minutos ya nos ha enamorado.

Calles de Lisboa
Viajar en esta época del año nos está permitiendo, gracias al fantástico tiempo que tenemos, disfrutar de una Lisboa prácticamente desierta. Algo que agudiza, si cabe, ese aire decadente que respiramos a cada paso que damos.
A medida que nos acercamos al Mirador das Portas do Sol, el sol empieza a calentar con más fuerza y nos empieza a regalar unas vistas impresionantes de los tejados rojizos de Alfama que parecen deslizarse hasta el Tajo.

Vistas de Lisboa desde el Mirador das Portas do Sol

Lisboa desde el Mirador das Portas do Sol
A medida que pasan los minutos, vemos que empieza a acercarse gente al mirador, mientras observamos, pareciendo una película, como la vida lisboeta empieza a despertarse.

Cruceros desde el Mirador das Portas do Sol
Vistas desde el Mirador das Portas do Sol
Las vistas que tenemos del famoso Barrio de Alfama desde esta perspectiva, nos hacen volvernos varias veces, renunciando a seguir nuestro camino por las calles de Lisboa.
Una buena opción para conocer mejor la historia y curiosidades del barrio es reservar este free tour por el barrio de Alfama.

Mirador das Portas do Sol

Impresionantes vistas del Barrio de Alfama desde el Mirador das Portas do Sol
Cuando ya estamos a punto de seguir conociendo la ciudad, vemos un hombre que empieza a montar su paradita de cuadros y nada más ver uno de ellos, sin mirar mucho más, sabemos que esa será una de las cosas que se vengan con nosotros desde Lisboa.

Arte en el Mirador das Portas do Sol
Pero no siendo aún las 10 de la mañana, preferimos no empezar “consumiendo» nuestro primer día y decidimos que ya volveremos por aquí, en cualquier otro momento de nuestra escapada para comprar ese recuerdo.
Y así seguimos nuestro recorrido de esta mañana continuando hasta el Mirador de Santa Lucía que se encuentra a pocos metros del de Das Portas do Sol.

Mirador de Santa Lucia
No podemos negar que empezar el día en este mirador, rodeado de bugambilia, con unas vistas impresionantes de los tejados del Barrio de Alfama y del Tajo, es todo un privilegio.
En la parte trasera hay unos paneles de azulejos blancos y azules con escenas del asedio de Lisboa de 1147 y de la Praça do Comercio a principios del s.XVIII.

Mirador de Santa Lucia

Detalles del Mirador de Santa Lucia
Éste es mucho más bonito en cuanto a arquitectura, pero las vistas que tenemos de Lisboa desde este punto, son un poco peores que las que hemos tenido antes.

Disfrutando del Mirador de Santa Lucia
No podemos negar que acabamos de llegar a Lisboa, tan sólo hace unas horas que llegamos, pero ya nos hemos enamorado de la ciudad, pese a esas cuestas interminables. Su ambiente decadente y sus calles, nos han arropado de una manera que no había hecho antes ninguna ciudad.
Cuando nos preguntamos qué ver en Lisboa, esta pregunta implica tantas cosas que es casi imposible contestar. Lisboa es una de esas ciudades tan completas, que ni siquiera la conocerías recorriendo durante años sus calles…
A medida que seguimos perdiéndonos por las calles, esta vez camino de la Sé, parece que los pequeños bares, en cada esquina, se multiplican.
Todos parece que han sido colocados con sumo cuidado en el lugar, para que se fundan con las calles, como si hubiesen pertenecido a ellas toda la vida.
Reserva los tours y las excursiones en español mejor valoradas de Lisboa por viajeros:
– Excursión a Sintra, Cascais, Quinta da Regaleira y Palacio de Pena
– Visita guiada por Lisboa
– Excursión a Óbidos y Fátima
– Paseo en barco al atardecer
– Tour por Lisboa y Belém al completo
– Más excursiones y tours aquí
Seguimos bajando desde el Mirador de Santa Lucía y nos encontramos justo después de la curva con la Sé. La Catedral de Lisboa que tantas veces aparece en las fotos y postales junto a su inseparable compañero, el tranvía amarillo…
Antes de dedicarnos a buscar la “foto perfecta» decidimos entrar y así encontrar ese momento de descanso y paz que siempre ofrecen las iglesias y catedrales.

Catedral de Lisboa
La Catedral de Lisboa es uno de los grandes iconos de la ciudad. Fue construida en el 1150 en el lugar de una mezquita cuando los cristianos recuperaron la ciudad de manos de los árabes.
Su interior de bóvedas de crucería iluminado por la luz que entra por el rosetón emana tranquilidad nada más entrar. El claustro gótico se abre a un foso de excavaciones arqueológicas con más de 2000 años de antigüedad.
Después de unos minutos de descanso y sobretodo de visita a la Sé, volvemos a los barrios de Lisboa, en esta ocasión a buscar un mirador que hemos leído se encuentra muy escondido en la Rua de las Pedras, justo al lado de la Sé y es todo un secreto lisboeta.
Y después de más de 20 minutos, podemos decir que es todo un secreto, un gran secreto…porque no hemos podido encontrarlo de ninguna de las formas!!
Con estas volvemos a la zona de la catedral de Lisboa para intentar hacer la famosa foto del tranvía al lado de la Sé, pero nada más llegar, lo hacen con nosotros un par de autobuses, que no sólo colapsan el tráfico, sino que dejan justo delante nuestra a un par de grupos que se amontonan delante nuestro a escuchar las explicaciones de sus guías y por tanto nos anulan la posibilidad de hacer la famosa foto.

Intento de fotografía de la Catedral de Lisboa con el tranvía…
Así que decidimos volver en otro momento del día y seguimos nuestro paseo por el Barrio de Alfama, esta vez con destino a la famosa Casa dos Bicos.
Con una llamativa fachada que recuerda a un acerico, esta excéntrica casa perteneció a Alfonso de Albuquerque en el s.XVI.
Lo que más llama la atención son las 1125 piedras piramidales de su fachada. A día de hoy es sede de la Fundación José Samarago.

Casa dos Bicos en Lisboa
Esta zona de Lisboa es un tanto distintas al corazón del Barrio de Alfama en el que las calles y sobretodo el ambiente, te hacen retroceder algunas décadas en el tiempo.
Una vez conocida la Casa dos Bicos, decidimos volver a perdernos por las calles del Barrio de Alfama para intentar llegar (si es que conseguimos desligarnos de nuestras queridas calles de este barrio) al Mercado Feira da Ladra, que sólo se hace los martes y sábado y nos han dicho que es como un Portobello londinense.
Sabemos que nos estamos repitiendo mucho, pero es que no podemos evitarlo. Alfama es increíble. Si no lo dijésemos, sería como mentir. No estaríamos explicando lo que realmente es el Barrio de Alfama.

Detalles del Barrio de Alfama

Galería de Arte en el Barrio de Alfama
La historia árabe se filtra por muchos de los rincones de este barrio lisboeta con aspecto de medina, con bonitos callejones adoquinados, mezclados con ropa tendida y susurros de fado.

Detalles del Barrio de Alfama

Barrio de Alfama, en estado puro…
Ojalá pudiésemos transmitir con palabras los olores a comida que nos invaden a cada paso que damos. El olor a suavizante de la ropa colgada en tendederos improvisados…El olor al Barrio de Alfama.

Luz en el Barrio de Alfama
Seguimos perdiéndonos por sus calles, totalmente convencidos que esta es la mejor manera de conocer el barrio y sobre todo, sabiendo que en algún momento de nuestro viaje a Lisboa volveremos a esta zona de la ciudad, para despedirnos de ella…

Barrio de Alfama

Alfama sin más
Si llevar un rumbo fijo y después de poco más de una hora, nos damos cuenta que volvemos a estar a unos cuantos escalones del Mirador das Portas do Sol.
A estas horas el mirador está lleno de gente, pero sin siquiera comentarlo, nos damos cuenta que los dos estamos haciendo lo mismo: buscar con nuestras miradas una mesita libre en la terraza/bar que hay en el mirador y que a estas horas está llena de gente.
Al cabo de unos minutos tenemos la suerte de encontrar una libre y pedimos el que será nuestro primer café en Lisboa, acompañado como no podía ser de otra manera, de uno de los más famosos pasteles del mundo: El pastel de Belém.

Probando los famosos Pasteles de Belém en el Mirador das Portas do Sol
Mmm…nos habían hablado maravillas, pero podemos decir que éstas se han superado con creces. Están de vicio!!! Y el precio, que vamos a decir. Sólo 4.10 euros por un café, un capuchino y un pastel.

Detalles de los alrededores del Mirador das Portas do Sol
Las vistas desde aquí son de lo mejor de Lisboa. Los tejados rojizos del Barrio de Alfama nos acompañan durante los minutos que estamos aquí y nos hacen sentir muy afortunados, por poder hacer lo que realmente nos gusta.

Disfrutando del Mirador das Portas do Sol
Aprovechamos este momento para llevarnos esos cuadros que habíamos visto a primera hora de la mañana y que ahora no queremos volver a dejar pasar. Si el azar nos ha vuelto a traer hasta aquí, quién somos nosotros para llevarle la contraria?

Mirador das Portas do Sol
Después de este “kit-kat» mañanero, volvemos a bajar por las escaleras del mirador, para volver a perdernos por las calles del Barrio de Alfama, dirigiéndonos en todo momento hacía el lado izquierdo, para llegar hasta el Mercado Feira da Ladra.

Barrio de Alfama

Barrio de Alfama
Volver a perdernos por las calles de este singular barrio, nos hace perder la noción del tiempo, en un día lleno de sitios que ver en Lisboa.

Colores en el Barrio de Alfama
Vamos siguiendo la dirección al Panteón y en una de las calles que nos llevan hasta allí encontramos una tienda de artesanía con artículos hechos exclusivamente por artistas locales en la que compramos varias cosas y charlamos con el dueño un buen rato, comentando la importancia de mantener este tipo de negocios, distintos al resto, en las ciudades.
Después de una buena caminata, llegamos a la zona del Panteón con un sol y una luz increíbles.

Panteón
La previsión del tiempo estos días, consultando por internet era muy buena, pero está siendo mejor todavía!
Os hemos dicho que Lisboa nos está encantando? 😉
La entrada al Panteón cuesta 3 euros y los domingos es gratuita como casi todos los lugares de Lisboa.
Algo que encontramos como una iniciativa muy buena para potenciar la visita a los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Justo detrás del Panteón encontramos el Mercado Feira da Ladra donde nos perdemos durante un buen rato entre los cientos de puestos que ocupan las calles de los alrededores.
El ambiente en este tipo de mercados siempre nos hace acercarnos al lugar en el que estamos y en estos momentos, siempre sentimos esa necesidad de disponer de más tiempo para poder disfrutar con más tranquilidad.
Dicen que para ver Graça en todo su esplendor tienes que venir a este mercado, cuando el Campo de Santa Clara se convierte en un gran rastrillo en el que los lugareños venden trastos y tesoros a la sombra del Panteao Nacional.

Mercado Feira da Ladra
Después de estos minutos perdidos entre toda clase de artilugios, seguimos por una calle con mucha pendiente para llegar al increíble Mirador Santa Graça, donde después de hacer muchísimas fotos, volvemos a hacer una parada en la terraza/bar que siempre encontramos en los miradores.

Vistas de Lisboa desde el Mirador Santa Graça
Uno de los lugares preferidos por los lisboetas es precisamente este mirador, con increíbles vistas al castillo, al río y al Puente 25 de Abril.
Incluso tenemos unas vistas perfectas de nuestro hostel!!

Vistas de nuestro Hostel desde el Mirador Santa Graça
Tomamos un par de refrescos por 3.40 euros, disfrutando de otras vistas impresionantes de Lisboa.
Aquí es imprescindible hidratarse a menudo para compensar el esfuerzo que se hace subiendo y bajando las características calles de la ciudad.
Justo al lado del Mirador Santa Graça, cogemos el tranvía 28 por primera vez desde que llegamos a Lisboa, con el ticket que compramos ayer de 24 horas.

Empieza el recorrido del Tranvía 28
Antes de coger el tranvía es recomendable mirar si nos sale a cuenta reservar la Lisboa Card que incluye el transporte público y varias atracciones como el Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belém, el Elevador de Santa Justa, etc..
Empezamos el recorrido en tranvía por las calles de una de las ciudades más bonitas del mundo.
Muchos viajeros se montan en el Tranvía 28 porque el trayecto de 40 minutos de esta vieja gloria traqueteante de Praça Martim Moniz a Campo Ourique tiene unas vistas impresionantes y ayuda a remontar pendientes imposibles.

«Modernos» tuktuk lisboetas vistos desde el Tranvía 28
Sus paneles de madera pulida, su pintura negra y amarilla y sus detalles cromados hacen de este centenario tranvía una réplica a escala real que todo coleccionista querría tener en casa.
Llegamos con el tranvía 28 hasta Chiado y bajamos en la parada del Café Brasileira, desde donde vamos a intentar comer a Casa Asia, un restaurante que nos han recomendado mucho a través de la web y las redes sociales.

Tranvía 28 en Chiado

Café Brasileira en Chiado

Imágenes de Chiado
Pero cuando llegamos, la cola sale por la puerta del local, así que optamos por ir hacia el Convento Carmo, que es nuestra siguiente visita del día y buscar algo para comer allí cerca.
Tenemos varias opciones, pero nos decidimos por el Restaurante Carmo, justo enfrente del Convento y pedimos dos platos de bacalao y agua por 31 euros. Aquí incluyen los 4 euros del pan y aceite que nos dan como aperitivi y aún sabiendo que los cobran aparte, nos hemos hartado de leerlo, caemos pensando que no lo harán!! 😉

Comiendo en el Restaurante Carmo

Restaurante Carmo
El local y la comida buenísima, así que ya tenemos restaurante donde volver el día que regresemos a Lisboa.
En esta zona de la ciudad, ya hay más ambiente de “asfalto» y se pierde el ambiente del Barrio de Alfama, pero de todas formas, nos sigue gustando muchísimo.
Después de comer y hacer nuestra particular sobremesa nos vamos directos al Convento Carmo, que es otro de los puntos fuertes de las cosas qué ver en Lisboa.
Pagamos 3.50 euros por persona y nada más traspasar la puerta de entrada, nos quedamos con la boca abierta.
Sin poder evitarlo nos recuerda muchísimo a las ruínas vistas en Irlanda o Escocia, salvando las distancias.
El juego de luces que tenemos es impresionante y no podemos hacer otra cosa que mirarnos embelesados ante lo que tenemos delante.

Convento Carmo
El Convento Carmo se alza casi etéreo sobre Lisboa. Fue fundado en 1389 como convento para las monjas carmelitas. Fue muy dañado por el terremoto de 1755 y hoy sus arcos y pilares desnudos, siguen expuestos a la interperie.

Convento Carmo
La nave gótica se hundió sobre los feligreses el día de Todos los Santos de 1755, cuando la tierra tembló.

Interior del Convento Carmo
En medio del patio, nos encontramos con un grupo de niños, con sus profesores, que están de visita, pero al mismo tiempo están jugando al corro de la patata, gritando y corriendo por todo el recinto…animados por sus profesores.
Entendemos que la enseñanza en estas edades debe enfocarse de maneras muy distintas a las utilizadas en edades más avanzadas, pero hace falta que sea de esta forma?
Esta ha sido una simple reflexión que hacemos, alentados a las cada vez más habituales “surrealistas» situaciones que encontramos en nuestros viajes 😉
En el interior del Convento Carmo realizamos la visita al museo, una zona que aunque es pequeña, es sumamente interesante.
Después de más de 45 minutos, seguimos por Rua da Trindade, donde aprovechamos para comprar unas postales.
Ya casi es media tarde, así que seguimos hacia la Iglesia de San Roque, de la que comprobamos que pese a que por fuera no destaque demasiado, su interior es espectacular.

Iglesia de San Roque
La discreta fachada de esta Iglesia jesuita oculta en un sorprendente interior de oro, amatistas y azulejos florentinos.

Fachada de la Iglesia de San Roque
Muy cerca de la Iglesia de San Roque, encontramos el Mirador de Alcántara, del que dicen es uno de los mejores de Lisboa.

Mirador de Alcántara

Increíbles vistas desde el Mirador de Alcántara
Para llegar hasta este mirador, a parte de hacerlo andando, se puede montar en el Elevador da Gloria, ya que está situado en una de las siete colinas de Lisboa.

Vistas desde el Mirador de Alcántara

Vistas de la Sé desde el Mirador de Alcántara
Las vistas desde aquí no podemos negar que son impresionantes, pero aunque sabemos que las comparaciones son odiosas, no podemos negar que nos es imposible no hacerlo y decir que el que más nos ha gustado, con diferencia, es el Mirador das Portas do Sol, con sus vistas a los tejados del Barrio de Alfama.

Calles aledañas al Mirador de Alcántara
Después de un buen rato disfrutando del Mirador de Alcántara, volvemos al Café Brasileira, en Chiado y sigue estando lleno de gente, por lo que tenemos que buscar una alternativa a ese café de media tarde y acabamos en el Café Hause, también muy famoso, donde tomamos un café y un capuchino por 3.80 euros.
Hacía muchísimo tiempo que no pagábamos tan poco por tomar café en nuestros viajes!
Después de este rato de descanso, volvemos a las calles de Lisboa con un cielo que nos hace mirarnos el reloj y darnos cuenta que ya casi es la hora del atardecer, pero antes de seguir nuestro camino, paramos en Bertran, la librería más antigua del mundo, donde echamos un vistazo, con la lástima de que todo es portugués e inglés y no podemos llevarnos un libro de recuerdo.

Librería Bertran

Interior de la Librería Bertran
En Lisboa nos sigue llamando la atención que no hay conexión wifi en ningún sitio y que el servicio en todos los locales en los que disponen, pese a ser gratuito, es lentisimo.
Con el estómago caliente por los cafés que acabamos de tomar, bajamos a la calle principal y peatonal, donde todo lo que encontramos son tiendas, llenisimas de gente comprando, intuimos esos regalos navideños.
Nos encontramos de frente con el famoso Mirador de Santa Justa, pero como ya está empezando a anochecer y hay bastante cola, preferimos dejar la visita para mañana, esperando encontrar algo de soledad.

Mirador de Santa Justa

Mirador de Santa Justa
En nuestro paseo aprovechamos para probar las famosas castañas blancas por 2 euros el cartucho.

Castañas blancas de Lisboa
Y calentándonos el estómago con las castañas, seguimos la calle hasta llegar a la Plaza del Comercio donde estamos un buen rato haciendo fotos con la luz del atardecer y vemos el crucero que vimos esta mañana desde el Mirador das Portas do Sol, de esta mañana zarpando…

Atardecer en Blanco y Negro sobre Lisboa
No podemos dejar sorprendernos ante cada atardecer de los que vivimos en nuestros viajes. Cada uno de ellos nos “remueve» el estómago cada vez que lo recordamos.

Atardecer lisboeta…
A partir de hoy, éste será otro de nuestros atardeceres por el mundo…
Atardecer…
Después de este increíble atardecer en Lisboa y sintiendo que nuestras piernas piden a gritos volver a coger el tranvía 28, vamos a la parada que hay cerca de la Plaza del Comercio y decidimos que es el momento perfecto para dar una vuelta completa por la ciudad a bordo de uno de los transportes más emblemáticos de Lisboa.
Llegamos a la estación de Rossio y aprovechamos para recargar en el metro la tarjeta transporte por 6 euros más cada uno para las siguientes 24 horas.
Y ya con nuestras piernas con energías renovadas, volvemos a las calles peatonales de la ciudad, que nos esperan luciendo sus mejores galas navideñas.

Rua da Prata
Sin darnos cuenta volvemos a estar en la Plaza del Comercio, desde donde continuamos nuestro paseo hasta llegar a la Estación.

Plaza del Comercio

Plaza del Comercio
En esta zona vemos el Restaurante Beira Gare, que está a reventar de lisboetas, así que nos armamos de paciencia, hasta que una de las mesas se queda vacía y podemos acomodarnos, esperando nuestra cena.
Pedimos un bocadillo de carne asada y un plato de calamares más un agua y una cerveza por 13.70 euros. Mmm…comemos de fábula!

Restaurante Beira Gare
Cada vez nos asombran más los precios que estamos encontrando en Lisboa.
Cuando acabamos de cenar son casi las 10 de la noche, así que no nos queda otra que ir en busca de los elevadores que nos lleven de nuevo al This is Lisbon Hostel, reservado gracias a Hostelworld y que éste nos acoja como nuestra casa y nos arrope para descansar, después de más de 14 horas en pie.
Y soñar. Soñar con Lisboa, con el Barrio de Alfama…y…

Atardecer lisboeta

Cae la noche en Lisboa

Lisboa
Seguro de viaje para Portugal
Para viajar a Portugal, nada mejor que contar con un buen seguro de viaje.
Nosotros siempre viajamos asegurados con Mondo, con quien llevamos un seguro totalmente adecuado a las necesidades que vayamos a tener en el viaje.
Contratando aquí tu seguro con Mondo, sólo por ser lector de Viajeros Callejeros, tienes un 5% de descuento.
Gemma dice
Muchas gracias por todo el tour, en 2 semanas nos vamos nosotros, que ganas! Seguro que nos servirán un montón de cosas. En qué sitio os hicistéis la última foto? Es preciosa! 🙂
Vane y Roger dice
Hola Gemma,
¡Muchísimas gracias a ti por leernos! La foto está hecha en el Mirador das Portas do Sol, en las escaleras que llevan hacía la zona de abajo de Alfama. Saludos
Ana dice
Nosotros iremos en marzo a Lisboa, con la familia un grupo de 10 personas , con niños de 9 a 12 años. Algún consejo nos iria muy bien para poder organizar mejor el viaje. Nos vamos en sábado y volvemos el miercoles de semana sznta.
Vane y Roger dice
Hola Ana,
En esta misma guía de Lisboa en 4 días tienes día por día los lugares que recorrimos, cómo nos movimos en la ciudad, recomendaciones, consejos, precios…etc
Saludos
Jesús dice
Buenas tardes.
Voy a hacer viaje a lisboa y me gustaria saber como funciona la tarjeta e transporte siete colinas.
Indicais recarga de 6 euros 24horas.
Q incluye?
Metro?
Autobús ?
Tranvia?
Ferry?
He incluso…he leido que ascensor mirador santa justa?
No he leido nada sobre…lo que conocemos como tren de cercanias.
Gracias por adelantado. Un saludo.
Vane y Roger dice
Buenas tardes Jesús,
Aquí te dejamos nuestra experiencia comprándola y un poco cómo funciona en el artículo de consejos para viajar a Lisboa
Saludos
Pere dice
«LISHBOA», diuen que el «Lishboeta cupe finho». El País dels Azulejos, sempre és un viatge farcit de goig.
Lisboa és com un oceà, i des de qualsevol dels seus «miradouros» sembla que estigues a bord d’una nau, navegant amb melangiosa Saudade. Un carrer rampant amb el terra empedrat de diverses figures i un pastel de nata, són una incitació per a una llarga passejada; després una volta amb el «tramvia 28» per a fer un viatge per l’evocadora decadència Lisboeta…… EXTRANHA FORMA DE VIDA quan la escoltes cantada per Amalia Rodrígues t’aborrones i t’embriagues de Saudade
Vane y Roger dice
Hola Pere,
Sin duda alguno no podríamos hacer explicado mejor nuestra experiencia lisboeta que como lo has hecho tú con estas palabras. Lisboa siempre mágica…Saludos!