Día 24 : Isla de Pascua: Amanecer en Ahu Tongariki, Hanga Piko, Ahu Huri A Urenga, Ahu Te Pito Kura, Petroglifos Papa Vaka, Pu O Hiro, Tongariki y Rano Raraku
Hoy es uno días más especiales de este viaje a Chile y la Isla de Pascua y es que vamos a ir a ver el amanecer en Ahu Tongariki, uno de los lugares más espectaculares de Isla de Pascua, que estamos deseando conocer y más después de saber que este es uno de los lugares más impresionantes en los que vivir este momento del día.
La salida del sol es aproximadamente a las 7:30 de la mañana, pero lo ideal es estar aproximadamente una hora antes para empezar a ver las primeras luces del sol. Desde el Hangaroa Eco Village Spa, donde nos alojamos los 8 días que estaremos en Isla de Pascua estamos a aproximadamente 20 kilómetros de Ahu Tangariki y unos 30 minutos, ya que hay que tener en cuenta que no es lo mismo conducir por la noche que durante el día, y menos por un lugar por el que nunca has pasado. Tenemos que decir que el estado de la carretera, aunque es bueno, hay bastantes baches por lo que merece la pena contar con unos minutos extra, sobre todo si vienes a ver el amanecer y contar con unos 30-45 minutos para llegar de Hanga Roa a Ahu Tongariki.
Nosotros hemos salido del hotel cuando son las 6:30 de la mañana, por lo que llegamos a ver el amanecer en Ahu Tongariki cuando son las 6:55 minutos, una hora un tanto tardía, ya que ya se han empezado a ver las primeras sombras, por lo que te recomendamos que salgas un poco antes, para poder disfrutar del espectáculo al máximo.
Si no dispones de coche una buena opción es reservar esta excursión a Ahu Tongariki al amanecer o este tour por la Isla de Pascua que incluye Ahu Tongariki, Rano Raraku y la playa de Anakena con guía en español.
Nada más llegar nos encontramos con varios coches que ya están estacionados en el parking que hay justo enfrente, así que aparcamos, enseñamos nuestro ticket en la entrada y nos encontramos frente a una explanada enorme, en la que únicamente podemos intuir la sombra de varias personas y muy levemente los 15 moáis más famosas de Isla de Pascua, esperando que la salida del sol.
Amanecer en Ahu Tongariki
A partir de este momento resulta bastante difícil explicar con palabras qué hemos experimentado y sentido durante la siguiente hora aproximadamente. Ha sido una mezcla de sentimientos, que te hacen estar en un silencio absoluto, minuto tras minuto, mirando únicamente al frente y con el único sonido de fondo de las cigarras y el mar, que resultan la sintonía perfecta para uno de los amaneceres más impresionantes que hemos tenido la suerte de disfrutar en los viajes que hemos hecho, por no decir el que más.

Embobados mirando el horizonte, cada segundo que pasa somos más conscientes de estar en uno de los lugares más impresionantes y mágicos del mundo y es que con cada segundo, la luz va cambiando y nos va regalando imágenes totalmente distintas a las vividas, haciendo que nos miremos entre las sombras y nos preguntemos qué momento ha sido el más impresionante de los vividos, sin ser capaces de quedarnos únicamente con uno. Esto es Isla de Pascua, y esta es su verdadera magia.



Podríamos poner cientos de imágenes, y no exageramos, del amanecer en Ahu Tongariki y todas ellas serían diferentes, ya que como comentábamos anteriormente, con cada segundo las vistas cambian de manera asombrosa, dejándote una nueva imagen, más increíble todavía que la anterior.

Consejos para ver el Amanecer en Ahu Tongariki
Aunque hay cosas que puedan parecer evidentes, después de nuestra experiencia, nos gustaría dejar algunos consejos para disfrutar de un amanecer en Ahu Tongariki único:
– Aunque los días en Isla de Pascua sean calurosos, no es la misma temperatura cuando el sol ya está alto que de madrugada. Te recomendamos que lleves alguna chaqueta, ya que hace fresco, aunque no frío.
– En Ahu Tongariki no hay ningún tipo de infraestructura en la que poder tomar algo o comer. Si no quieres volver a Hanga Roa a desayunar, puedes plantear traer algo de comer y cuando ya haya amanecido, hacer un pequeño picnic en la zona. Te aseguramos que no encontrarás mejores vistas que estas. Eso sí, debes ser muy cuidadoso y no dejar ningún resto de comida ni desperdicios.
– Sé educado y respetuoso: todo el mundo quiere hacer fotos, así que no pongas tu cámara sobre trípode en la parte delantera, haciendo que salga en la foto de todos los visitantes.
Si quieres hacerte una foto con el amanecer, intenta hacerlo rápido, ya que normalmente todo el mundo está haciendo fotos y quiere captar todos los momentos, ya sea con la cámara o con la retina.
– Ahora están muy de moda los time-lapse, entendemos que quieras hacerlo, pero procura ponerte en un ángulo en el que no molestes, para no estar 1 hora saliendo en las fotos de todo el mundo.
– Ahu Tongariki es muy grande, por lo que aunque haya mucha gente, siempre encontrarás una zona en la que poder estar solo, en diferentes ángulos sin molestar y sin que te molesten.
– Sobre todo, no hables fuerte ni chilles, para eso hay otros sitios.
– Si quieres acercarte a los moáis hazlo, pero intenta hacerlo cuando el sol ya se haya salido del todo y cuando ya la mayoría de gente no esté haciendo fotos.
– Si después del amanecer en Ahu Tongariki te apetece disfrutar del lugar, visitarlo y estar solo, únicamente tienes que esperar a las 8:15 aproximadamente, que es el momento en el que el sol ya está arriba, la gente empieza a irse y ya no queda nadie en el recinto. Además los grupos organizados llegan sobre las 10 de la mañana, por lo que tendrás prácticamente dos horas para disfrutarlo en soledad.

Ahu Tongariki
Después de disfrutar de un amanecer único, empezamos la visita propiamente dicha a Ahu Tongariki.
Como dice el libro «Descubriendo Isla de Pascua«: «No hay superlativo que alcance para describir la primera impresión que se tiene de Ahu Tongariki, con su plataforma infinita y sus 15 moáis colosales«.
Con esta frase creemos que se resume a la perfección la sensación y los sentimientos al estar en este lugar por primera vez y estar frente a uno de los lugares más increíbles del mundo.
Con 220 metros de un extremo al otro, Ahu Tongariki está considerada como una de las estructuras ceremoniales más grandes de la Polinesia.
Para empezar la visita te recomendamos que vuelvas a la zona de la entrada, para poder ver a la izquierda, 7 tocados que al estar tan deteriorados no pudieron ponerse sobre los moáis cuando estos se restauraron.

En medio de la plaza se puede ver un moái de espaldas, que puede parecer que perteneció en algún momento a la plataforma de los 15 moáis. Pero si te acercas verás que no tiene la cuenca de los ojos tallados, por lo que a través de esto podemos saber que jamás formó parte de ninguna plataforma.
Por los estudios se cree que probablemente se rompió durante el transporte desde la cantera, que se puede ver a las espaldas, y lo dejaron aquí tirado, donde ahora mismo podemos verlo.

En Ahu Tongariki se encuentran varios petroglifos interesantes, aunque hemos leído que la mejor hora para observarlos es antes del atardecer, por lo que teniendo claro que volveremos aquí en algún otro momento, dejamos estos para más adelante.
Una vez que estés en la zona del moái que yace de espaldas, te recomendamos que te alejes un poco de la plataforma, para tener una perspectiva más amplia y disfrutes de las vistas. Te aseguramos que son excelentes y aunque parezca mentira, pese a que está en el mismo recinto, estamos seguros que no te cruzarás con nadie y es que la mayoría de gente únicamente se queda en los alrededores de la plataforma, hace algunas fotos y se va. Una pena si tenemos en cuenta que Ahu Tongariki es uno de los lugares más representativos e importantes de Isla de Pascua.

Otra de las cosas que te recomendamos es pasar por la parte trasera de la plataforma, algo que te permitirá ver mucho más de cerca los moáis, además de tener una visión mucho más detallada tanto de estos como de la plataforma.

Después de hacer este recorrido por Ahu Tongariki, vemos que son las 9 de la mañana, habiendo estado entre el amanecer y la visita unas 2 horas, tiempo suficiente para disfrutar al máximo del lugar, tomándonoslo con muchísima tranquilidad.
Cuando estamos a punto de salir nos encontramos con el moái viajero, un moái realmente espectacular que no vimos cuando llegamos, ya que al estar todo oscuro no era ni mínimamente perceptible en la entrada.
Moái viajero en Ahu Tongariki
En 1960 tuvo lugar en Chile, en Valdivia un terremoto de 9,5 grados en la escala de Richter, el más grande que se ha registrado en la historia. Este terremoto provocó miles de muertos además de un tsunami que provocó inundaciones en toda la región, registrándose olas de más de 11 metros (más altas que los moáis de Ahu Tongariki). Este tsunami también llegó a las costas de Isla de Pascua, por lo que Ahu Tongariki, que está en la costa este, recibió el impacto, cayendo los moáis que en aquel momento aún estaban en la plataforma y deteriorando aún más los que se encontraban caídos.
La restauración se llevó a cabo gracias al gobierno japonés y una empresa constructora privada, también japonesa, que se implicaron en el proyecto restaurando lo que el tsunami se había llevado.
En el año 1982, el moái que ahora está en la entrada de Ahu Tongariki se envió en un buque hasta Japón, para que fuese exhibido en la feria industrial de Osaka y Tokio.
Cuando el moái volvió a Isla de Pascua, los rapa nui lo empezaron a llamar el moái viajero, un nombre que tenemos que decir, nos encanta.

Pasan unos minutos de las 9:00 de la mañana, cuando damos por finalizada la visita y viendo el tiempo que tenemos, ya que hemos intentado condensar todo lo que teníamos planeado hacer hoy y mañana en el día de hoy, ya que la previsión es que llueva los próximos días, vemos que es muy pronto, por lo que decidimos que al estar únicamente a 20 minutos del hotel podemos acercarnos y así desayunar y cargar energías para el resto del día.
Llegamos al Hangaroa Eco Village Spa a las 9:20 yéndonos directos a desayunar al Restaurante Poevara, donde nos encontramos con un desayuno buffet realmente espectacular, con toda clase de dulces, panes, embutidos…etc con el que renovamos energías después del madrugón de hoy, para ver uno de los espectáculos más increíbles del mundo.

Después del desayuno, en el que incluimos un par de cafés extra, volvemos a ponernos en marcha para empezar las visitas que tenemos programadas para el día de hoy, que nos llevarán a la zona norte y este de Isla de Pascua.
Ruta norte y este Isla de Pascua
Como comentamos ayer, en Isla de Pascua lo mejor es aprovechar el tiempo al máximo, sobre todo cuando el sol está de tu parte, ya que el clima tropical de la isla provoca periodos de lluvia que en algunas ocasiones pueden durar días.
En nuestro caso y viendo que el día de hoy se mantiene con sol, pero que la previsión de los próximos días no es tan alentadora, decidimos hoy plantear un itinerario lo más completo posible, que nos lleve por los lugares que más interés tenemos de Isla de Pascua, para poder conocerlos y visitarlos con buen tiempo.
Este recorrido, después de ver el amanecer en Ahu Tongariki, nos llevará por Hanga Piko, Ahu Huri A Urenga (en el mapa como Pia Taro), Ahu Te Piyo Kura, Petroglifos Papa Vaka, Pu O Hiro, Tongariki (visita de nuevo por la tarde) y Rano Raraku.
La primera parada la hacemos en Hanga Piko, donde estuvimos el primer día que llegamos a Isla de Pascua por la noche y a donde queríamos volver para poder disfrutarla y conocerla a la luz del día.

En esta pequeña bahía también encontramos un moái, Ahu Riata, que fue restaurado en 1998 y que merece una visita, sobre todo estando tan cerca de Hanga Roa.

Después de estar en esta zona unos 15 minutos, disfrutando de la tranquilidad del lugar, volvemos al coche y nos ponemos camino a Ahu Huri A Urenga, ubicado a sólo 5 kilómetros de aquí y que está marcado en el mapa que pusimos anteriormente como «Pia Taro«.
Ahu Huri A Urenga
Aunque la mayoría de moáis más importantes se encuentran bordeando la costa, podemos encontrar algunos moáis tierra adentro que resultan muy interesantes y que no deberíamos perdernos en cualquier ruta por Isla de Pascua.
Un ejemplo es Ahu Huri A Urenga, una de las 25 plataformas que se encuentran en el interior, y que resulta cuanto menos, sorprendente.
Al no estar bien señalizado, te recomendamos que lleves algún mapa offline, en caso de no tener conexión o sigas las siguientes indicaciones. Debes salir de Hanga Roa y coger dirección a Anakena, una vez en la carretera, encontrarás un bar llamado «Pikano«, después del que debes girar a la izquierda, para unos metros más adelante encontrarte con Ahu Huri A Urenga.

Este moái fue restaurado por Mulloy y tiene una gran peculiaridad que lo hace único: tener dos pares de manos además se estar ubicado sobre una plataforma que en su momento fue un observatorio solar. Si a esto le sumamos que el día 21 de junio, el día del solticio de invierno, el moái mira justo a la salida del sol, este lugar resulta cuanto menos curioso.

Después de estar aquí prácticamente 20 minutos, totalmente solos, disfrutando del lugar, volvemos al coche, para recorrer unos metros sobre nuestros pasos para coger la carretera a Anakena, otro de los puntos más importantes de Isla de Pascua.
Desde Ahu Huri A Urenga estamos a sólo 14 kilómetros, por lo que a las 11:30 de la mañana podemos decir que ya estamos en una de las dos playas de Isla de Pascua y uno de los lugares más increíbles de la isla.
Aparcamos justo delante, en uno de los dos parkings habilitados, y después de mostrar el ticket de acceso al Parque Nacional Rapa Nui, sólo nos hace falta una mirada para ver que este será uno de «nuestros lugares en el mundo«.

Anakena en Isla de Pascua
Según la historia de Rapa Nui, hace aproximadamente 1300 años llegaron hasta Anakena dos canoas con animales y plantas, con un grupo de polinesios que desembarcaron en Anakena, uno de los pocos lugares idóneos en Isla de Pascua para este fin.
Después de colonizar este lugar, se convirtió en uno de los puntos más importantes de la isla, además se ser, para los Miru, su centro religioso.

A día de hoy Anakena está considerada como una de las mejores playas del mundo, intuimos que no como playa en sí, sino por el increíble lugar en el que está ubicada, rodeada incluso de palmeras, que fueron importadas desde Tahití.


Este también es uno de los pocos lugares en Isla de Pascua, fuera de Hanga Roa, en el que hay infraestructuras como baños, un par de pequeños bares/restaurantes en los que poder tomar algo y comer e incluso una pequeña tienda, en el parking de la zona alta.
Reserva los tours y las excursiones en español mejor valoradas de Isla de Pascua por viajeros:
– Excursión a Orongo y el volcán Rano Kau
– Tour por la isla de Pascua y la playa de Anakena
– Tour de 1 día completo a Anakena
– Excursión a Ahu Akivi
– Visita guiada por Hanga Roa
Además, entre las palmeras, en la zona de la izquierda, cuenta con una amplia zona de picnic a la sombra, perfectas para disfrutar de una comida en un entorno idílico, y de una sobremesa que estamos seguros, no olvidarás jamás.

Según nos han explicado la temperatura del agua está sobre los 25 grados en invierno y sobre los 18 en invierno, por lo que podríamos decir que prácticamente durante todo el año, Anakena es un lugar único en el que pegarse un buen chapuzón. Nosotros por lo menos vamos a intentarlo, y es que después de estar en semejante maravilla, imposible resistirse.

Aunque lo que realmente nos ha traído hoy hasta aquí, la previsión es volver algún otro día para disfrutar de la playa como tal, han sido las tres plataformas originales que se conservan y que representan uno de los lugares más impresionantes de Isla de Pascua, a la vez que uno de los más visitados.
La más impresionante de las tres y también la más conocida es Ahu Nau Nau, que se puede ver sobre la arena y que fue restaurada en el año 1978.
Aquí fue también donde se encontró el ojo de coral blanco que a día de hoy se exhibe en el Museo de Hanga Roa, del que hablábamos el día que llegamos a Isla de Pascua.
Ahu Nau Nau

A medida que te vas a cercando a la plataforma, se pueden ir viendo con mucho más detalle como el tallado de los ojos y de toda la cara son realmente espectaculares, incluso pudiéndose ver perfectamente el ombligo del moái de la izquierda.


Pero intenta no quedarte con la visión de frente, ya que sólo hay que rodear la plataforma para ver infinidad de detalles como los restos de dos tocados que no se pudieron restaurar y varios restos de moái.

Ahu Ature Huki
En la parte derecha, algo más elevado que Ahu Nau Nau encontramos Ahu Ature Huki, un moái que se recuerda como el primero que fue puesto en pie en la isla. Esto fue debido al estudio de Thor Heyerdahl, que quiso probar cómo se pusieron en pie los moáis, poniéndolo en práctica con Ahu Ature Huki.çç

Una vez que hayas hecho la visita por Anakena, te recomendamos que vuelvas sobre tus pasos, acercándote a la zona de acceso y te ubiques en un pequeño promontorio que hay antes de llegar a la arena. Desde allí tendrás una de las perspectivas más increíbles de Anakena, desde la que podrás ver Ahu Ature Huki, la playa, las palmeras y Ahu Anu Anu.


Tenemos que decir que desde aquí tenemos una visión increíblemente espectacular, con la que lo único que nos pide el cuerpo es sentarnos en el suelo, dejar nuestras mochilas y simplemente dedicarnos a disfrutar del lugar, volviéndonos a sentir infinitamente agradecidos por estar aquí. Algo que Isla de Pascua no dejará de recordarnos día tras día y minuto tras minuto.

Cuando nos damos cuenta, vemos que son la 1 del mediodía, y pese a que en el Hangaroa Eco Village Spa tenemos las comidas incluidas, no queremos perdernos la oportunidad de aprovechar al máximo el tiempo que tenemos en Anakena, así que decidimos quedarnos aquí a tomar algo, para poder exprimir al máximo este mágico lugar y más después de haber desayunado tan tarde, ya que ahora mismo no tenemos nada de hambre y volver al hotel sería perdernos un tiempo único aquí.
Así que nos acercamos a un pequeño restaurante/bar que hay en la parte alta donde pedimos un zumo natural y una cosa cola por 8000CLP, además de consultar una carta amplia de comida, que nos prometemos probar el próximo día que vengamos a Anakena para disfrutar de la playa.
Pasan unos minutos de la 1:30 de la tarde cuando regresamos al coche para acercarnos hasta la playa de Ovahe a sólo 1 kilómetros de Anakena y donde, según hemos leído, el sol da hasta las dos de la tarde, por lo que este es el mejor momento para visitarla.
La idea de condensar las visitas previstas para los dos próximos días en el día de hoy nos está permitiendo ver todo con muy buen tiempo y contar además con otro día extra en Isla de Pascua para volver a repetir alguno de los puntos que ya hemos visto o simplemente venir a la playa y disfrutar, algo que después de nuestra experiencia, creemos que es lo más acertado.
Llegamos a Ovaha a la 1:45 y después de aparcar, volviéndonos a encontrar prácticamente solos, cruzamos una especie de muro, que nos llevará a la segunda playa de Isla de Pascua.

Ovahe
Para llegar a la Playa de Ovahe únicamente debes seguir la carretera de Anakena y seguir el camino de tierra que se bifurca a la izquierda. Una vez hayas aparcado y hayas atravesado el muro, debes seguir una especie de sendero, que va paralelo a la costa, desde donde además de tener unas vistas increíbles, te conducirá directamente a Ovahe.

Después de unos 10 minutos aproximadamente, se llega a una zona rocosa, que debes atravesar para encontrarte frente a esta pequeña cala, que según habíamos leído estaba mucho menos masificada que Anakena, pero que al menos después de nuestra experiencia, creemos que es todo lo contrario, quizás en parte debido a la creencia de esta situación.
En nuestro caso nos encontramos con una Ovahe con algo de gente, mientras que en Anakena hemos estado prácticamente el 99% del tiempo solos, algo que nos hace pensar que el próximo día que vengamos, probablemente optaremos por Anakena para disfrutar de la playa.


No estamos aquí más de 15 minutos, para después volver a tomar el mismo camino por el que hemos llegado y volver al parking donde después de estirar un rato las piernas, nos ponemos en camino hacia el siguiente punto de la ruta, que se encuentra a solo 5 minutos en coche de aquí.
Ahu Te Pito Kura
Este es otro de los puntos más importantes de Isla de Pascua, donde podremos ver otro de los emblemas o iconos de Rapa Nui. Lo primero que se ve, después de entrar en una plataforma, prácticamente intacta, don un moái en el suelo, posición en la que quedó cuando fue derribado.

Estar aquí nos permite tener una visión única, la del moái más grande que se haya traído nunca desde Rano Raraku, la cantera de los moáis, y que se haya subido sobre una plataforma.
El moái mide 10 metros de altura y tiene un peso aproximado de 60 toneladas, algo que nos da una idea de las colosales medidas que debía tener cuando estuvo erigido sobre la plataforma.
Siguiendo el sendero a mano izquierda de la plataforma, encontramos el que es uno de los lugares con mayor misterio de Isla de Pascua, el ombligo del mundo.
Aquí encontramos un pequeño muro de piedra, dentro del que podemos ver una gran piedra redonda, alrededor de la que se encuentran otras 4 piedras, más pequeñas, que en su momento sirvieron como asiento.

Aunque inicialmente se dudó de la procedencia de la piedra, con el tiempo se ha demostrado que procede de la isla, ya que en una zona cercana se descubrieron varias piedras más, muy similares, aunque está está totalmente pulida a mano.
Al tener un alto contenido en hierro, ya que es una piedra volcánica, se calienta con facilidad, por lo que hace que las brújulas muestren comportamientos un tanto raros cuando se acercan.
Son las 14:30 de la tarde, cuando damos por finalizada esta visita y nos ponemos en camino al siguiente punto del itinerario: los Petroglifos Papa Vaka, que se encuentran a sólo 1 kilómetro de Ahu Te Piko Kura, donde llegamos en un par de minutos.
Papa Vaka
Conocido por ser el lugar en el que se encuentra el petroglifo más grande de la isla, Papa Vaka es un lugar realmente increíble, que se aconseja visitar antes del atardecer, cuando la luz es perfecta para poder ver mejor los dibujos grabados en las piedras.
Habíamos leído que en las diferentes plataformas hay paneles con las explicaciones, ya que muchos de los grabados no son perceptibles a simple vista.

Aunque esto es cierto, la mayoría de paneles están muy deteriorados, por lo que es prácticamente imposible poder entender algo de las explicaciones, aunque sí que más o menos se distinguen los dibujos, por lo que en esa parte, sí que podemos decir que pese a no ir en el momento óptimo por la luz, podemos ver muchos de los grabados de la zona, la mayoría relacionados con el mar.

La visita a Papa Vaka la hacemos en unos 20 minutos dando por finalizada la ruta de uno de los días que teníamos programada, por lo que toca empezar por el siguiente día programado, desplazándonos de nuevo a Ahu Tongariki, donde no podemos resistirnos a volver, ya que queremos hacer algunas fotos a esta hora del día y donde nos apetece muchísimo poder sentarnos tranquilos a esta hora y hacer un pequeño descanso en uno de los lugares más increíbles de Isla de Pascua.
Justo unos metros más adelante de Papa Vaka, vemos que está Pu o Hiro, un lugar que inicialmente no teníamos previsto, pero que como no podía ser de otra forma y estando aquí aprovechamos para parar unos minutos y conocer este sorprendente lugar.
Pu O Hiro
Esta piedra, ubicada prácticamente en el arcén de la carretera nos muestra varios petroglifos relacionados con la fertilidad, además de tener unos orificios naturales, por los que, si se sopla por el extremo superior, emite un sonido de trompeta, significado del nombre «Trompeta de Hiro«.
Según la leyenda, este sonido hacía que los peces fuesen atraídos a la costa, pudiendo estos ser pescados con mucha más facilidad.

Desde aquí seguimos el camino hacia Ahu Tongariki, a 7 kilómetros de aquí, donde llegamos cuando son las 15:30 de la tarde, una hora perfecta para disfrutar prácticamente en soledad del lugar, en este momento del día, con una luz realmente increíble.


Después de haber estado aquí está mañana, ahora únicamente tenemos la necesidad de sentarnos frente a esta increíble maravilla y poder disfrutarla sin la premura que teníamos esta mañana ni el reloj como compañero.
Así que con esta premisa, nos sentamos en el suelo, dejamos nuestras mochilas al lado y pasamos más de una hora frente a uno de los lugares más mágicos en los que hemos estado nunca.

Si tienes la oportunidad de recomendamos que vengas en varios momentos del día a este lugar, te aseguramos que no te arrepentirás y es que es un lugar increíble (¿lo habíamos dicho ya?), que no dejará de sorprenderte, vayas las veces que vayas.

Son las 5 de la tarde, cuando damos por finalizada la segunda visita a Ahu Tongariki, para dirigirnos a otro de los lugares más importantes de Isla de Pascua: Rano Raraku, o la cantera de los moáis.
Una vez te vayas acercando a Rano Raraku, te aconsejamos que pares el coche y mires a tu izquierda, tendrás unas imponentes e impresionantes vistas de la cantera, desde donde podrás comprobar con perspectiva, la grandeza del lugar, además de lo que significa para Isla de Pascua.

Tenemos que decir que para nosotros, estas vistas son una de las más increíbles que recordamos de Isla de Pascua, dejándonos sin palabras todavía a día de hoy.

Llegamos al parking de Rano Raraku cuando pasan unos minutos de las 5 de la tarde. Después de estar en Ahu Tongariki tanto tiempo, con un sol de infarto, preguntamos en el bar que hay en la entrada de Rano Raraku a qué hora cierran en esta época la cantera, para poder tomar algo antes de hacer la visita. Al decirnos que cierran a las 8 de la tarde, aprovechamos para tomar un par de refrescos por 8000CLP antes de entrar y así refrescarnos antes de enfrentarnos a esta última visita del día de hoy, que con el sol que está haciendo y la calor, nos está resultando un tanto extenuante, aunque verdaderamente increíble.
Adelantándonos a lo acontecido después, te diremos que después de entrar pocos minutos antes de 6 de la tarde, y no llevar más de 20 minutos en Rano Raraku, sin haber recorrido ni la mitad de la cantera, se nos acerca un vigilante para decirnos que en 30 minutos se cierra el recinto. Le explicamos que en el bar nos han dicho que cerraba a las 8 a lo que amablemente nos dice que eso es incorrecto, comprobándolo antes yendo a las taquillas y que sintiéndolo mucho no puede hacer nada y que en 30 minutos debemos abandonar Rano Raraku.
Teniendo en cuenta que el ticket de Isla de Pascua es válido durante 10 días, no hubiésemos tenido problema en volver otro día, el problema es que el ticket únicamente te da la opción de visitar Rano Raraku y Orongo una sola vez.
Antes esto, no tenemos más opción que intentar hacer la visita lo más rápido posible, para llevarnos al menos una idea general, algo que tenemos que decir nos enfada bastante, y más teniendo en cuenta que este es uno de los lugares más impresionantes de la isla, para después, en el momento de la salida, hablar con la chica durante un buen rato, explicándole lo sucedido y después de lo cual, muy amablemente nos pone una nota en el ticket, en el que se indica que podemos volver a entrar.
Moraleja: no entres en los sitios sin antes consultar los horarios.
Rano Raraku en Isla de Pascua
Creemos que no hay nada mejor que esta frase de Thor Heyerdahl «Rano Raraku sigue siendo una de las creaciones más grandiosas y enigmáticas de la humanidad, un monumento a aquellos grandes hombres desconocidos y perdidos que nos precedieron…» para encabezar esta breve explicación sobre Rano Raraku, uno de los lugares más increíbles del mundo.

Nada más presentar el ticket en la caseta y después de andar unos metros, verás como el camino se bifurca en dos direcciones, a la derecha, por donde irás a la cantera propiamente dicha y a la izquierda, que es el camino que te lleva al cráter.
Según nuestra experiencia, lo mejor es ir primero por la derecha, a la cantera, para después ir al cráter (una visita que nosotros explicaremos más adelante, ya que como comentábamos anteriormente, el día de hoy únicamente pudimos hacer la visita a la cantera por el error en los horarios).
Sólo hace falta seguir unos metros el sendero para encontrarnos rodeados, a ambos lados, por moáis inacabados, dejándonos una vista impresionante de esta área de labrado.

En esta zona de Rano Raraku te recomendamos alzar un poco la vista, hacia la parte alta, donde podrás ver diferentes huecos en la roca, que es donde se tallaban los moáis y de donde se sacaban.
Una vez hecho este trabajo de tallado, se separaban de la roca y se bajaban ayudados de rampas de tierra hasta las zonas más bajas, donde ahora está el sendero.
Después de llegar aquí, se volvían a bajar, esta vez hasta una zona preparada, donde se izaban, para poder tener acceso a la zona de la espalda de los moáis. Una vez que se finalizaba el trabajo en la espalda, el moái ya estaba preparado para ser traslado hasta su ubicación final, a través de los caminos del moái, uno de los cuales tendremos la gran suerte de recorrer los próximos días.

Cuando el tiempo y las circunstancias hicieron que la cantera fuese abandonada, la tierra que se utilizaba en las rampas para hacer descender a los moáis se fue cayendo y fue enterrando a los moáis que estaban en la parte baja de la cantera, dejándonos la visión que tenemos ahora, en la que a algunos moáis únicamente se les ve la cabeza. Aunque debemos pensar que estos están completos, enterrados en tierra hasta la cintura, algo que ha servido para poder preservarlos de las inclemencias del tiempo y mantenerse como antaño.


En el sendero hay un momento en el que se pasa por dos cabezas de moái que dan la espalda, uno de ellos con las orejas bien definidas y la espalda totalmente lisa, lo que significa que ya estaba totalmente preparado para ser transportado a su destino final, en contra al que tiene al lado, que aún no estaba finalizado.
Thor Heyerdahl fue el que escogió entre todos los de la cantera para desenterrarlo y demostrar su teoría de que las cabezas los moáis no eran únicamente eso, sino que ocultaban debajo el cuerpo completo. Aquí puedes ver algunas imágenes de lo que comentamos.

En esta zona podrás ver dos de los moáis más fotografiados de Isla de Pascua, que han sido portada de muchas guías y que estamos seguros, reconocerás como una de las imágenes más vistas cuando has consultado información sobre Isla de Pascua.


Una vez que hayas pasado la primera parte del sendero, verás que en algunos momentos los senderos ascienden o descienden, llevándote a nuevas zonas. Aunque parezca un poco lioso inicialmente, al final todos te llevan al sendero principal, por lo que merece la pena tomárselo con calma e ir explorando todos los rincones de Rano Raraku, sin dejarnos ningún lugar por conocer.

Siguiendo el sendero principal, uno de los moái que llaman la atención es el moái que tiene un barco tallado en su cuerpo, algo que nos hace creer cómo fue de importante para los Rapa Nui la llegada de los primeros europeos a la isla, para dejar incluso este grabado.

Una vez hayas pasado este moái, te recomendamos que tomes el sendero de la izquierda, que asciende durante unos metros y te lleva hasta otra de las zonas más impresionantes de Rano Raraku. Aquí podrás ver dos moáis, uno al lado del otro, aún sin extraer de la roca, ya que el el momento en el que fueron abandonados estaban en pleno proceso de tallado.

Desde aquí puedes seguir el sendero hasta llegar a una zona, en la que la cantera deja de ser la protagonista, para ceder ese puesto a las increíbles vistas del océano que se tienen desde aquí, además de poder ver Ahu Tongariki al fondo. Realmente impresionante.

Aquí acaba el ascenso para empezar un pequeño camino de bajada a través del que se llega al moái Tukututi, conocido también como moái arrodillado, un moái que destaca del resto, ya que cuando fue desenterrado para ser estudiado se pudo ver que era el único moái con piernas, en este caso arrodilladas bajo el cuerpo.

Aquí finaliza el recorrido por Rano Raraku, pudiendo volver al sendero principal, o por contra ir de vuelta por la base de la ladera hasta llegar a los llamados «moáis inconclusos«, otro de los lugares más interesantes de Rano Raraku.
Aquí se puede ver un moái de 21 metros, que según los estudios, en caso de haberse completado el tallado, habría llegado a pesar más de 200 toneladas.
Desde aquí ya puedes volver al sendero principal, para volver a pasar por la misma zona que al inicio del recorrido y salir o coger el sendero que se bifurca a la izquierda para visitar el cráter.

Después de llegar a la zona de acceso de Rano Raraku y hablar con la chica de la taquilla, que nos anota en el ticket una nota que nos permitirá volver a la cantera, para volver a visitarla con más tranquilidad y también visitar el cráter, cuando son casi las 6:30 de la tarde, volvemos al Hangaroa Eco Village Spa para darnos una ducha, descansar un rato y volver a salir, yéndonos directos a Hanga Roa, donde esta noche tenemos una cita especial: cenamos con Cris y Carles de Wetravel.cat para ponernos al día y explicarnos todas las aventuras que estamos viviendo en Isla de Pascua.
Marcelo dice
Hola, como esta, yo estuve en la Isla hace unos dias, como dato adicional sobre Ahu Te Pito Kura, nos conto un muy buen guía y amigo de allá, Carlos Paoa, que ese moai fue derribado por la ira de una mujer muy poderosa por no haberle dejado del curato que estaban compartiendo.
Vane y Roger dice
Hola Marcelo,
¡Muchas gracias por la información!. Saludos
jose manuel dice
Hola, Menudo viaje. Nosotros lo tenemos pensado para el 2023. total 15 días de los cuales , 6 ó 7 días a Rapa Nui, el resto chile.
Un saludo.
Vane y Roger dice
Hola Jose Manuel,
Isla de Pascua es un viajazo en mayúsculas y creemos que la mejor forma de ir es combinándolo con un viaje a Chile continental. Nosotros siempre recomendamos ir mínimo una semana para «poder vivirla», aunque con 2-3 días se puede ver perfectamente. Saludos
Caracol Viajero dice
¡Qué fotos más espectaculares! Me encanta, habréis disfrutado como unos niños. Uno de los destinos que tengo muchas ganas de ir. ¡Qué envidia!
Saludos
Vane y Roger dice
Hola!!
No podemos negar que ha sido un destino de aquellos en mayúsculas y de los que no se olvidan. Tanto que ya estamos deseando volver!! Saludos!