Día 11 : ARUSHA – ZANZIBAR (PLAYA DE KIZIMKAZI)
Hoy es el primer día que no madrugamos en el sentido estricto de la palabra. Quedamos a las 10 de la mañana para salir del hotel y irnos al aeropuerto de Arusha a coger una avioneta que nos llevará de Arusha a Zanzíbar.
Desayunamos bastante tranquilos, arreglamos las maletas y a las 10 de la mañana ya estamos todos listos para empezar la segunda parte de nuestro viaje.
Al cabo de una hora, atravesando otra vez Arusha, llegamos al aeropuerto.
La primera impresión nos impacta. Es un mini aeropuerto.
Nuestro guía agiliza los trámites y así no tendremos que enseñar los pasaportes, sólo pesar las maletas. Podemos llevar un bulto de mano, que no pese más de 10 kilos y una maleta (no rígida) que no sobrepase los 15 kilos.
Vamos pasando por turnos y todos, más o menos, llevamos esos kilos. Aunque alguno, el que más y el que menos, hayamos colado alguna bolsa extra.
Como somos 18 pasajeros, nos dividen en 2 grupos, uno de 13 y otro de 5.
La duración del vuelo de Arusha a Zanzibar es de 1 hora 40 minutos.
Ahora toca esperar durante media hora en una sala de espera de lo más rudimentaria, a que llegue la hora del embarque.
En ese rato, nos despedimos del guía y del staff y dejamos atrás nuestros 11 días de safari en Kenia y Tanzania.
El guía nos comenta que el staff está muy contento con nosotros, así que imaginamos que la propina que le hemos dejado, les ha parecido bastante bien, porqué la verdad es que no teníamos ninguna referencia y no queríamos quedarnos cortos.
La verdad es que han sido geniales, tanto el cocinero, como el conductor, como el ayudante…gente que se toma en serio su trabajo y colaboran a hacer que un viaje como este se convierta en algo inolvidable.
Antes de darnos cuenta, nos despedimos y volvemos a la sala del aeropuerto de Arusha, donde nos llamarán para embarcar en el vuelo de Arusha a Zanzibar.
Al cabo de unos minutos nos llaman al primer grupo y nos vamos andando por la pista, hasta llegar a la avioneta.
Allí nos acomodamos y al principio vamos todos con un poco de miedo, es la primera vez que montamos en avioneta, pero al cabo de 5 minutos ya estamos como en casa.

Vuelo de Arusha a Zanzibar
Aprovecho a escribir unas postales y leer un rato y sobretodo a mirar el paisaje desde el aire que es espectacular.

Vuelo Arusha a Zanzibar
De pronto empezamos a ver atolones de arena en medio del mar, nos acercamos a Zanzibar.

Vuelo Arusha a Zanzibar

Vuelo Arusha a Zanzibar
Ha empezado a llover y bajamos de la avioneta con una fina lluvia, que enmascara un poco la humedad y el calor que hace.
Nos vamos directamente a recoger el equipaje y cambiar dinero en una de las agencias del aeropuerto de Zanzibar.
Vemos impresionados, como entre las agencias intentan quitarse clientes, mejorando las ofertas de cambio.
Después de recoger las maletas, ya nos vamos hacía fuera, donde nos está esperando un mini bus, que nos llevará a nuestro próximo hotel durante 3 noches, al Karamba, en la playa de Kizimkazi.
Esperamos a la siguiente avioneta, donde vienen los 5 del grupo restantes y empezamos a notar (y de qué manera) que el calor empieza a volverse insoportable.
Una vez que ya estamos todos acomodados en el mini bus, nos ponemos en camino y tardamos una hora más o menos en llegar al hotel en Zanzíbar.
He intentado por todos los medios ir despierta, para ir viendo el paisaje, pero sólo aguanto un rato. Me quedo dormida sin remedio, hasta que entramos en el pueblo de Kizimkazi.
Me sorprende ver la vegetación que hay y el pueblo. Quizás esperaba algo menos de este lugar y verlo con «tan buen rollito» me crea una satisfacción enorme.
Una vez que llegamos al hotel, nos recibe la dueña, una chica de Sabadell que se casó con un senegalés y montó este hotel en Zanzibar, el Karamba Resort.
Allí vemos que el tipo de hotel es impresionante. No es nada de lujo, pero las vistas son impresionantes y está todo enfocado al relax.
Hay una zona de sillones, en plan chill out, zona de juegos y bar, salón comedor…
Esta es la zona que vemos de momento, ya que tenemos la comida preparada (el guía le había dicho que la preparara para cuando llegásemos) y decidimos que lo primero es comer y ya después nos darán las habitaciones.
Nos ponen un plato combinado de pescado con patatas y ensalada que nos entonan el estómago que desde esta mañana no hemos cargado de energías.
Ya nos avisan que las cenas serán más abundantes que el resto de comidas (tenemos incluido el desayuno y la cena).
Son las 4 de la tarde cuando terminamos de comer y empiezan a repartir habitaciones. Tienen de 3 tipos y darán las llaves a sorteo.
Tenemos la suerte de escoger la que para nosotros es la mejor: la de la ducha al aire libre.

Nuestro hotel en Kizimkazi, en Zanzíbar
Así que nos instalamos y descansamos un rato, disfrutando de un enterno espectacular.
Y sobretodo disfrutamos de la ducha al aire libre, viendo las palmeras enfrente. Qué más podemos pedir?
Cuando empieza a atardecer, salimos fuera y aprovechamos a tumbarnos en unas hamacas y disfrutar de un espectáculo único que nos ofrece la naturaleza.

Nuestro hotel en Kizimkazi, en Zanzíbar
Algunos del grupo aprovechan la piscina, o bañarse en el mar, aprovechando la marea alta de Zanzibar.

Nuestro hotel en Kizimkazi, en Zanzíbar
El hotel está a pie de la playa y las vistas son espectaculares.

Disfrutando de un atardecer en nuestro hotel en Kizimkazi, en Zanzíbar
En esta parte de Tanzania se nota mucho el cambio de mareas y cuando baja, tienes que andar algún kilómetro para llegar al agua. Es increíble el paisaje que se queda entonces.

Isla de Zanzibar en Tanzania
Hoy por haber comido más tarde, nos han preparado la cena para las 9.30 de la noche, un poco más tarde de lo habitual.
A esa hora ya estamos con hambre, así que estamos impacientes y no nos quedamos con hambre o desilusionados. La comida es muy abundante y de calidad.
Está claro que en este viaje por Kenia y Tanzania estamos comiendo muy bien y no adelgazaremos ni un kilo.
Después de la cena, nos vamos a la zona de bar, a tomar algo y a que la dueña nos contará cómo son las excursiones que organizan.
También aprovechamos para conectarnos a Internet, que es el primer día que tenemos conexión en todo el viaje y queremos poner algunas cosas al día.
Aquí en Zanzibar ya no tenemos guía y podemos hacer lo que queramos. Para nosotros, que estamos acostumbrados a viajar por libre, esto nos da un pequeño “respiro”, para poder movernos por nuestra cuenta y estar más “libres” en esta parte del viaje.
Roger y yo decidimos que al día siguiente alquilaremos un taxi para unas horas, para recorrer las playas que nos quedan más al norte de la isla.
Nuestra idea es estar unas 6 horas y comer en algún restaurante que nos recomienden. Así que hablamos con Gemma y nos dice que el taxi nos lo contratará ella directamente y que nos cobrará 40 dólares. La verdad es que no es barato, pero a estas alturas del viaje, preferimos no andar con regateos y aceptamos el precio.
Nos recomienda las playas a visitar y un par de restaurantes donde poder comer bien.
El resto del grupo contrata una excursión a un atolón cercano que seguramente será espectacular, pero nosotros preferimos despegarnos un poco y ir estos días por libre.
Así que con el día de mañana ya organizado volvemos a nuestra habitación del Karamba Resort, no sin antes hacer un ritual que seguiremos todos los días que estamos aquí.
Nos vamos a las hamacas y nos quedamos un buen rato mirando el cielo y comentando el día…
Para más información puedes consultar esta lista de lugares que ver en Zanzíbar imprescindibles.

En nuestro hotel en Kizimkazi, en Zanzíbar
El momento más relajante del día, antes de irnos a descansar.
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