Día 5 : EIN GEDI – MASADA – JERUSALÉN
El despertador hoy suena a las 7 de la mañana, ha amanecido hace poco y ya tenemos ganas de ponernos en marcha.
Hoy nos espera un día lleno de “sueños viajeros”. En este viaje a Israel y Palestina una de las cosas que más ganas teníamos de ver es Masada y hoy será el gran día en el que cumpliremos uno de esos sueños.
Lo primero que hacemos antes de ir a desayunar es dar una vuelta por el Jardín Botánico de Ein Gedi que alberga el kibutz Ein Gedi donde nos alojamos.

Parking del kibutz Ein Gedi

Nuestra habitación en el kibutz Ein Gedi
El salón de desayunos del kibutz Ein Gedi está bastante alejado de las habitaciones standart. Eso por una parte no nos gusta demasiado, pero al mismo tiempo nos da la oportunidad de pasear por el kibutzi y por el Jardín Botánico Ein Gedi, ya que hay que atravesarlos para llegar al salón.

Jardín Botánico del kibutz Ein Gedi

Paisajes que rodean el kibutz Ein Gedi
Llegamos al salón de desayunos del Kibutz Ein Gedi después de dar un buen paseo y porqué no decirlo, decepcionarnos un poco ante este lugar que, en mayor o menos medida nos habían recomendado.
Aunque hay algo que no podemos obviar y es que es el mejor alojamiento de la zona en relación calidad precio, principal, por no decir única cosa que lo elegimos.
Pero una cosa no quita la otra, el precio es bastante alto para lo que realmente ofrece.
El desayuno es bastante completo, tipo buffet, pero nos encontramos con un salón lleno de gente que, aún siendo tan pronto, está dispuesta a acaparar todos los rincones de las bandejas de comida.
Y después de llenar el estómago y reconfortarnos con un buen café caliente, antes de hacer el checkout, seguimos visitando el Jardín Botánico del kibutz Ein Gedi.

Kibutz Ein Gedi
Cuando miramos el reloj no nos lo podemos creer, ya son las 10 de la mañana y hoy tenemos un día lo bastante completo como para salir por piernas ahora mismo!!
Conectamos otra vez, nuestro gran amigo, el GPS de Israel rumbo a Masada otra de las paradas estrellas de nuestro viaje a Israel y Palestina.
Estamos a 17 kilómetros del destino y a medida que nos vamos acercando, un cosquilleo se apodera de nosotros.

Llegando a Masada en coche después de dormir en el kibutz Ein Gedi

Vistas desde el coche de Masada
Una vez que ya estamos en la carretera que nos llevará al parking, encontramos un saliente que nos viene perfecto para aparcar el coche de alquiler en Israel durante un rato y hacer algunas fotos con una perspectiva impresionante de la famosa Masada.

Impresionante!!! Masada
Estamos haciendo fotos de Masada cuando empezamos a escuchar un ruido lo bastante fuerte como para hacernos girar la vista y mirar al cielo.
Son 4 aviones caza que nos sobrevuelan a toda velocidad y dejando detrás de ellos un ruido ensordecedor.
Tenemos plena tranquilidad al verlos, pero no deja de sorprendernos encontrarnos con ellos en un sitio como este.

Caza sobrevolando Masada
Después de esta “interrupción”, seguimos con lo que estábamos haciendo, aunque esta anécdota nos vuelve a recordar uno de los grandes problemas de dónde estamos, por no decir el único.
En este viaje a Israel y Palestina, nunca podremos obviar algo que es tan real como lo que acabamos de ver hace unos momentos.

Posando a los pies de Masada

Infraestructura del teleférico desde los pies de Masada
Después de un buen rato en esta zona, volvemos a montarnos en el coche y empezamos a subir en busca del parking de Masada.

El sol reflejándose en Masada
Subiendo por la carretera encontramos un primer parking, descubierto, desde donde se puede subir andando hasta la zona de la entrada de Masada, pero nosotros seguimos la carretera hasta llegar al parking del edificio de la entrada y exposición, que es cubierto y está justo debajo de la entrada.
Allí hay nos encontramos con un seguridad que nos revisa el coche y después nos indica donde podemos aparcar.
Después de dejar el coche nos damos cuenta en la diferencia con los parkings a los que estamos acostumbrados en España, allí nadie revisa los coches y aunque sean de monumentos son de pago.
Subimos en el ascensor a la primera planta y nos vamos directos a sacar las entradas, donde enseñando el carnet de estudiante, nos cobran 49 shekels por persona por la entrada a Masada y el viaje de ida en el funicular.
La idea es subir en el funicular, por la hora que es y principalmente por ahorrarnos el esfuerzo de recorrer el camino de la serpiente en el ascenso y recorrerlo en la bajada y así tener la experiencia.
El precio de la entrada y un viaje de ida en el funicular, sin carnet de estudiante es de 54 shekels.
Más información práctica para preparar tu viaje a Jerusalén
– 10 lugares que ver en Jerusalén imprescindibles
– 10 lugares que ver en Israel imprescindibles
– 10 consejos para viajar a Israel imprescindibles
La espera para poder subir hasta la cima es de poco menos de 5 minutos y no hay casi que hacer cola, así que en poco tiempo estamos ya a punto de llegar a la cima de una de las “historias” más importantes de Tierra Santa y una de las visitas que más ganas teníamos de hacer en este viaje a Israel y Palestina.

Primeras imágenes del Mar Muerto durante el ascenso a Masada

Funicular en Masada

Vistas de la gente subiendo por el Camino de la Serpiente desde el funicular
El trayecto de subida no dura más de 5 minutos y durante el viaje no paramos de hacer fotos y no paramos de alegrarnos de haber optado por esta opción de transporte hasta la cima.
Hoy no es un día de mucha calor, pero ya desde aquí nos alegramos de haber dejado los abrigos en el coche, porque a esta altura seguro que no los vamos a necesitar.

Cruzándonos con el funicular de bajada de Masada

A punto de “aterrizar” en la cima de Masada

Una estupenda perspectiva del Camino de la Serpiente desde el funicular
Una vez que llegamos a la cima de Masada, lo primero que vemos es la gente que está llegando de hacer el ascenso a pie a través del Camino de la Serpiente y sólo de verle la cara de “sufrimiento” a la gente, recuerdo al instante que en uno de los viajes que haremos este año que entra nos tendremos que enfrentar a algo similar, aunque esta vez deberemos hacer sí o sí caminando. No habrá otra opción…Pero bueno, esta será otra historia que contaremos en su momento.
Vemos cárteles en los que nos recuerdan que bebamos a menudo, que nos tapemos la cabeza…y sonreímos aliviados por estar aquí en esta época del año. Si aún así ya notamos que hace bastante calor, no queremos ni imaginar lo que tiene que ser esto en pleno verano!! Con razón dicen que cierran el Camino de la Serpiente a las 10 de la mañana por seguridad.
Antes de entrar a las ruinas propiamente dichas, nos paramos en la entrada para volver a releer bien la historia y ubicarnos con el plano que tenemos en la guía.
Masada es una meseta situada a 400m sobre el nivel del Mar Muerto.
Fue fortificada entre los años 103 y 76 a.C., antes de pasar a las manos de Herodes en el 43 a.C., quien hizo de la fortaleza un refugio por si los judíos se revelaban o surgían problemas con Cleopatra y Marco Antonio.
Para asegurarse que si se veía obligado a retirarse aquí, no tendría que olvidarse de su comodidad, mandó construir dos palacios de lujo con piscinas.
En el 4 a.C. Herodes murió por causas naturales sin tener que llegar a utilizar este refugio en el desierto.
Pero en el año 66 d.C. los judíos se alzaron contra los romanos en la Primera Revuelta. En ésta, un grupo conocido como los zelotes, se hicieron con Masada.
Pasaron 4 años, hasta que los romanos volvieron a poner su atención en Masada y repartieron 8000 hombres en 8 campamentos en torno a la base de la montaña y valiéndose de esclavos judíos, empezaron a construir una rampa de tierra hasta las murallas de la fortaleza.
Dentro de Masada se encontraban 967 hombres, mujeres y niños, con provisiones para aguantar meses.
Una vez terminada la rampa, los romanos trajeron todas sus armas dispuestos al ataque.
Dentro de las murallas de Masada, los zelotes optaron por prender fuego a sus casas y a todas sus pertenencias para no caer en manos romanas.
Después de esto fueron elegidos 10 hombres al azar a los que se les asignó la tarea de matar al resto. Después 9 de éstos fueron ejecutados por su compañero antes de que éste se suicidara.
Cuando los romanos entraron en la fortaleza de Masada sólo encontraron 5 niños y 2 mujeres que se habían escondido.
Este suicidio colectivo en Masada marcó el final de la presencia judía en Palestina.
Creo que en ningún diario de viaje anterior habíamos relatado la historia de ninguno de los sitios que visitamos, pero en este caso hemos considerado que es justo y totalmente necesario hacer esta reseña para poder entender lo que veremos después.
Entramos a las ruinas de Masada por la muralla este, desde donde tenemos unas vistas espectaculares del Mar Muerto.

Espectaculares vistas desde las ruinas de Masada

Ruinas de Masada
La idea que teníamos inicialmente de completar esta visita en una hora más o menos la descartamos nada más llegar a la cima y ver lo que tenemos ante nuestros ojos.
Queremos ver cada detalle, entender cada cosa que vamos viendo y para poder hacerlo de forma más o menos organizada, no podemos hacer otra cosa que marcarnos mentalmente un recorrido y intentar no salirnos de el para no perdernos nada.

Vistas de la cantera y la estación del funicular
Después de recorrer la muralla este, llegamos a la cueva monástica Bizantina, un espacio habitable, que fue construido por monjes sobre un cráter de donde se pensaba que se habían extraído materiales para enyesar.

Cueva monástica Bizantina. Ruinas de Masada
Vamos siguiendo el circuito que nos hemos marcado, aunque de vez en cuando no podemos dejar pasar la ocasión de acercarnos a las murallas para asistir al espectáculo que tenemos la suerte de poder contemplar.

Ruinas de Masada

Impresionantes vistas desde las Ruinas de Masada
En este punto empezamos a sentir que la calor se hace notar y agradecemos otra vez la idea de dejar los abrigos en el coche.
Ya estamos en la zona sur de las ruinas y pasamos por lo que es la Cisterna de Agua y el Baño Ritual, para llegar al punto de la Ciudadela Sur, punto utilizado para defender el punto más débil de Masada.

Ruinas de Masada con una de las aves que nos acompañó en el recorrido

Vistas desde las Ruinas de Masada

Ciudadela Sur en las Ruinas de Masada
En este punto del recorrido, decidimos que es el momento de empezar a recorrer también las zonas centrales de las ruinas y llegamos a la Piscina, donde se accede a través de unas escaleras y tiene un volumen de 550m3.

Entrada a la Piscina. Ruinas de Masada

Palacio Pequeño. Ruinas de Masada

Columbarium. Ruinas de Masada
Llegados aquí, el itinerario que teníamos en mente ir recorriendo lo dejamos un poco atrás por varios factores. En esta zona es donde se encuentran los puntos más interesantes de Masada y por lo tanto es la zona donde más gente se acumula.
La mayoría de gente que vemos son grupos organizados, con lo que eso conlleva. Grupos de 30 personas que se paran delante de “algo”, con un guía que tiene de todo, menos profesionalidad para dejar que el resto de gente siga con su visita sin tener que esperar a que él acabe su gran explicación…En fin, que llegados a este punto tenemos que marcar un poco el ritmo, para poder ver todo lo que nos queda en un tiempo más o menos razonable.

Contemplando las grandes Ruinas de Masada

Mosaicos en las Ruinas de Masada
Llegamos a la zona de la rampa romana, donde se encuentra la zona del asalto, donde falta una parte de la muralla que fue destruida durante el asalto. Una vez los romanos fueron capaces de construir una torre lo suficientemente alta para controlar la muralla y atacar el enclave, los zelotes optaron por defenderse haciendo rodar piedras enormes sobre los romanos.

Zona del asalto en las Ruinas de Masada
Una vez nos asomamos en la zona de la Rampa Romana vemos el camino, menos duro que el Camino de la Serpiente desde el que se puede también ascender a la cima de Masada y que sólo es accesible desde la carretera que llega desde Arad.
En esta zona es donde se lleva a cabo el espectáculo de luz y sonido.
Para llegar aquí es necesario bordear Masada en dirección a la ciudad de Arad.

Zona de la Rampa Romana y Camino de la Rampa en las Ruinas de Masada

Zona del Asalto en las Ruinas de Masada
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Poco a poco nos vamos acercando a las ruinas “más famosas” de Masada, como son los Baños y el Palacio norte de Herodes.
Ha pasado ya bastante más de 1 hora y casi no nos hemos dado cuenta. Parece que la visita no llevará tanto tiempo, pero podemos asegurar que si se quiere tener una visión un tanto correcta de Masada, mínimo hay que dedicarle 2 horas en la cima.
Llegados a la zona de los baños tenemos que hacer una pequeña cola para acceder al interior.
Los lujosos baños de Herodes tenían columnas y suelos con mosaicos. Un vestuario con frescos en las paredes y techos y un suelo con baldosas blancas y negras.
Si se sube al mirador de la azotea se tienen unas vistas impresionantes de la zona sur.

Baños de Herodes. Ruinas de Masada

Detalle de los Baños de Herodes. Ruinas de Masada
De aquí seguimos hasta llegar al Edificio de la Administración, donde empezamos a cruzarnos cada vez con más gente y empezamos a aligerar un poco la visita.
El cielo empieza a nublarse y en cierta manera lo agradecemos. Nos van muy bien esos minutos de tregua que nos da el sol para poder refrescarnos un poco.

Cisterna. Ruinas de Masada

Ruinas de Masada
Cuando llegamos a la zona del Palacio norte de Herodes no podemos hacer otra cosa que abrir la boca y intentar imaginarnos cómo sería ese Palacio en aquella época.
Está erigido espectacularmente sobre tres terrazas en la ladera norte de la montaña. Era la casa privada del rey, en cuya terraza-estructura superior vivían Herodes y su familia.
La terraza intermedia consta de una sala circular donde se celebraban banquetes y reuniones.
Hay que bajar unas escaleras originales donde destaca un patio rodeado de columnas.
Una de las mejores maneras de poder imaginarse este impresionante Palacio es, antes de asomarse, ir a ver, justo enfrente una reproducción en “miniatura” que no da una idea de lo que fue antaño.

Reproducción del Palacio norte de Herodes. Ruinas de Masada

Palacio norte de Herodes. Ruinas de Masada

Impresionantes vistas del Palacio norte de Herodes. Ruinas de Masada
Ésta es nuestra última visita en las ruinas de Masada y no podemos hacer otra cosa que mirarnos el reloj cuando aún sabemos que tenemos que cumplir uno de los “objetivos” de esta visita: recorrer el Camino de la Serpiente por lo menos en una ocasión.
Y como la subida la hemos hecho en funicular, la bajada tendremos que hacerla andando…es lo que hay…

Vistas del Camino de la Serpiente. Ruinas de Masada
Sólo con ver lo que nos queda, me dan ganas de retroceder e ir al funicular esperando que nos vendan un billete para bajar directamente y ahorrarme el paseíto…Pero hago de tripas corazón y me pongo en camino, avisando a Roger que sea “compasivo” conmigo y no me meta mucha prisa…
Nada más empezar el descenso nos encontramos con un cártel que nos da la bienvenida y nos informa de lo que más o menos puede durar el trayecto: unos 30 minutos, con un desnivel de 350 metros y 750 escalones. No está nada mal, verdad?

Cártel al inicio del Camino de la Serpiente. Ruinas de Masada

Camino de la Serpiente. Ruinas de Masada
Viendo la gente que ahora está subiendo no podemos hacer otra cosa que compadecernos de ellos. Si nosotros ya estamos cansados y vamos de descenso…ellos tienen que estar muertos!!!

Descendiendo a buen ritmo por el Camino de la Serpiente. Ruinas de Masada

Estamos a mitad del descenso por el Camino de la Serpiente. Ruinas de Masada
Vamos mirando el reloj y realmente estamos cumpliendo esa media hora que marcaba el cártel en el inicio y nuestro estómago empieza a recordarnos que ya ha pasado la hora de comer.
Mientras vamos bajando pensamos que lo mejor es quedarnos a comer en el complejo que hay a los pies de Masada, donde aunque no hemos visto ninguno, intuimos que tienen que tener algún restaurante.

Por fin llegamos!!!!!! Camino de la Serpiente. Ruinas de Masada

Si quieres vuelve a subir tú…Yo ni de broma!!!! Camino de la Serpiente. Ruinas de Masada
Nada más llegar al complejo, de lejos ya vemos una letra que nos hace abrir los ojos como platos, esa “M” que indica que un restaurante de comida rápida se encuentra a pocos metros, nos hace acelerar el paso.
Vemos que dentro del complejo hay varios restaurantes-bares de comida rápida. Están todos llenos de gente, así que optamos por el que menos cola vemos y que precisamente es el de la letra mayúscula 🙂
Y con nuestra bandeja llena de “comida rápida” y no muy saludable y un helado de aquellos que hacen historia, nos sentamos en unas mesas con unas vistas inmejorables al Mar Muerto.

Comiendo con unas vistas impresionantes!!! Complejo de Masada
Cuando acabamos de comer y miramos el reloj vemos que al final vamos a tener que correr para poder entregar el coche en Jerusalén antes de las 6 de la tarde, que es la hora en la que cierran la oficina. Y antes queremos dejar las maletas en el Hotel…
Pero antes de ir a buscar el coche, sacamos un poco de tiempo para entrar en una de las tiendas de souvenirs de Masada donde hacemos algunas compras.

Nos despedimos de Masada con un “hasta luego…” Algún día volveremos…Ruinas de Masada
Son más de las 2.30h cuando conectamos por última vez nuestro GPS de Israel y ponemos la dirección del que será nuestro alojamiento en Jerusalén los próximos 5 días.
Volvemos a tener el mismo “problema” que el día de ayer cuando recorríamos la carretera 90 y que vuelve a llevarnos por el camino más largo con tal de no entrar en Territorio Palestino. Así que volvemos a poner un punto intermedio, para poder ir recorriendo otra vez, la carretera 90, esta vez con destino a uno de los mayores sueños de este viaje a Israel y Palestina: por fin conoceremos Jerusalén, la ciudad con más historia del mundo…
Cuando llevamos poco más de 20 minutos, volvemos a encontrarnos con el control que pasamos ayer y del que no pudimos hacer ninguna foto. Hoy hemos ido un poco más preparados y antes de llegar hemos sacado la cámara para hacer alguna instantánea.

Control de seguridad en la Carretera 90

Control de seguridad en la Carretera 90
Recorriendo la carretera 90 volvemos a pasar por Qumram una de las visitas que nos hacía mucha ilusión hacer, pero tuvimos que descartarla por falta de tiempo.
Otro motivo más para repetir este impresionante viaje a Israel y Palestina.

Pasando por Qumram

Qumram
Llegamos al desvío de la carretera 90, con la carretera 1 que une Jerusalén con el Mar Muerto y casi sin darnos cuenta notamos un nudo en el estómago, que nos recuerda a donde nos estamos dirigiendo.

A sólo 17 kilómetros!!!!
Antes de seguir, paramos para llenar el tanque de gasolina. Pagamos 280 shekels por llenar la gasolina que nos ha permitido recorrer gran parte del norte del país y ha hecho de este tramo de nuestro viaje a Israel y Palestina algo sumamente especial.
Una vez que estamos en la carretera 1, que la utilizan palestinos y israelíes por igual, nos vamos cruzando con unos paisajes espectaculares, donde las tierras pasan de un verde espeso y un blanco calcáreo a unos suaves montículos color caramelo y a unos paisajes lunares de color marrón, que se ven salpicados de camellos y campamentos de tiendas beduinas.

Recorriendo la carretera 1 camino a Jerusalén
En el camino nos cruzamos con uno de los asentamientos judíos más grandes y polémicos de Cisjordania.
Es Ma\’ale Adumim, que se extiende sobre las colinas que se deslizan al este de Jerusalén.
Un vistazo a su magnitud y permanencia, alcanzó el estatuto de ciudad israelí en 1991 y alberga a más de 30000 colonos, deja clara la dificultad de diseñar una solución…

Ma\’ale Adumim
Cuando realmente nos damos cuenta de que estamos en Jerusalén es cuando vemos el cártel que nos indica la dirección que tenemos que tomar para dirigirnos al centro de la ciudad.

Estamos llegando!!!
Miramos el reloj y hemos tardado en llegar algo más de 1 hora y media. Era la previsión que teníamos cuando salimos de Masada y la hemos cumplido.
Son casi las 5 de la tarde, por lo que nos queda 1 hora para ir al Abraham Hostel, hacer el check-in, dejar las maletas e ir a devolver el coche de alquiler en Israel. Nos dará tiempo? Esperemos que sí!!! 🙂
Y con estos pensamientos y los ojos muy abiertos por si reconocemos alguna escena de la ciudad desde el coche, llegamos al que será nuestro alojamiento estos 5 días, el Abraham Hostel.
Dejamos el coche mal aparcado y hacemos un check-in un tanto rápido por la hora que es y nos ponemos en camino hacía la Avenida King David para dejar el coche en la oficina.
Cuando llegamos a la puerta de la oficina nos indican que el parking donde dejarlo es justo al lado de la gasolinera que hay enfrente y nos miramos el reloj: las 17.45h…Reto conseguido!!!! 🙂
Después de hacer todos los trámites de devolución del coche de alquiler en Israel, salimos de la oficina más relajados y con ganas de descubrir un poco la ciudad.
Llegados a esta parte tenemos que decir que recorrer Israel y Palestinaen coche es muy fácil. Si bien es cierto que hay que tomar ciertas precauciones y la mayoría de seguros no cubren en zona palestina la conducción es muy correcta por parte de todo el mundo. Nos habían explicado y habíamos leído que la conducción era bastante agresiva. Nosotros al menos no hemos tenido esa percepción. Los controles de seguridad son totalmente “normales” y para nada nos han supuesto problemas.
Al menos esta ha sido nuestra experiencia y nos gustaría dejar constancia de ella, para futuros viajeros a este impresionante país.
Sacamos uno de los planos de la ciudad que nos enviaron a casa desde la Oficina de Turismo de Israel y en menos poco más de 10 minutos la vemos a lo lejos…es la Muralla de la Ciudad Vieja, con la Torre de David destacando entre la oscuridad…

Murallas y Torre de David en Jerusalén
No nos lo podemos creer, ahora sí que sí estamos por fin aquí. Ahora sí que estamos pisando Jerusalén, esa ciudad que llevamos años queriendo conocer y tanto se nos había resistido por varios motivos.
La ciudad en mayúsculas, la ciudad con más santa y con más historia del mundo…Jerusalén.
Cuando nos encontramos frente a las murallas y a la Puerta de Jaffa notamos una especie de escalofrío que nos vuelve a recordar donde estamos.
La idea era no sacar esta tarde la cámara y disfrutar de estas pocas horas que nos quedan son más. Sin cámara y sin itinerario…Lo segundo lo cumpliremos, iremos donde nos lleven las calles, pero lo primero, aunque lo hemos intentado, no hemos podido cumplirlo en algunas ocasiones…
Empezamos a andar sin ningún tipo de itinerario establecido ni queriendo ver nada en concreto, y así la ciudad nos lleva a través de David St. Recorriendo el zoco que a estas horas ya empieza a cerrar alguna de sus tiendas.
Sin quererlo y ni siquiera pensarlo, nos encontramos de frente con un cártel que nos indica que desviándose a la derecha nos encontraremos con el Muro de las Lamentaciones.
Cómo no podemos hacerle caso a ese cártel? Las propia Jerusalén nos ha traído hasta aquí, así que no podemos contradecirla.
Pasamos por un par de calles estrechas que nos llevan hasta un puesto de control, donde al principio, con un poco de recelo y después con decisión, pasamos nuestro bolso y la mochila por el escanner y pasamos sin más.
Volvemos a mirarnos, con esa inevitable mirada de “no era para tanto”, qué tanto hemos repetido en este viaje a Israel y Palestina.
Y nos encontramos con el Muro de las Lamentaciones justo enfrente y volvemos a sentir ese escalofrío que ya hemos sentido varias veces desde que llegáramos a Jerusalén. Está claro que esta ciudad nos tiene preparadas muchas cosas que no olvidaremos.

Muro de las Lamentaciones. Jerusalén

Muro de las Lamentaciones. Jerusalén
Después de estar un buen rato con la boca abierta, sin darnos cuenta realmente de dónde estamos, buscamos la salida un par de veces, hasta que encontramos unas escaleras que nos llevan hasta un mirador desde el que se tienen unas vistas impresionantes del Muro de las Lamentaciones.
Ahora nos encontramos en pleno Barrio Judío y después de cruzarnos con un par de sinagogas en el camino, vemos un cartel que indica la dirección del Cardo.
Tenemos prevista la visita de todas estas cosas en los días que estaremos en Jerusalén y con la hora que es deberíamos irnos directamente a cenar, pero no podemos evitarlo y seguimos el cartel como si tirase de nosotros.
Una vez delante del Cardo volvemos a tener la misma reacción que hemos tenido en el Muro de las Lamentaciones y sabiendo que aún tenemos 5 días para recorrer la ciudad, nos perdemos por las calles esperando, en algún momento, volver a encontrarnos con la que nos lleve hasta la Puerta de Jaffa.
En este ir y venir ya intuimos que lo mejor que vamos a llevarnos de esta ciudad va a ser el callejear.
Perdernos en esta ciudad va a ser algo obligado y ese “descubrimiento por casualidad” de las cosas, algo que vamos a disfrutar desde el primer momento…
Y con estos pensamientos volvemos a David St. Que nos devuelve a la Puerta de Jaffa, desde donde, mapa en mano, comenzamos a subir por Jaffa Road buscando algún restaurante donde cenar algo antes de ir a nuestro Abraham Hostel.
A medio camino nos encontramos con la famosa calle Ben Yehuda donde en una de las bocacalles damos con un restaurante donde cenamos dos platos de pasta y dos refrescos por 122 shekels.
Son casi las 10 de la noche y estamos entrando otra vez por las puertas del Abraham Hostel.
Estamos reventados, pero aún nos queda algo de tiempo para darnos cuenta que hemos elegido bien. El Abraham Hostel es uno de los hoteles más recomendado en Jerusalén y aunque acabamos de llegar, podemos decir que es todo un acierto alojarse aquí. Empezamos a cogerle cariño al Abraham Hostel…

Habitación del Abraham Hostel. Jerusalén

Habitación del Abraham Hostel. Jerusalén

Rincón de nuestra Habitación del Abraham Hostel. Jerusalén
Después de meternos en la cama nos viene a la mente una imagen…Y nos quedamos dormidos…

Increíble Jerusalén
David dice
Hola.
Quisiera saber si las fronteras de Israel con Palestina están cerradas los viernes de Shabat para pasar con vehículo.
Vamos a ir en septiembre y nos han dicho que el día 19 al ser Yon Kipur , estarán cerradas desde el atardecer del día 18 hasta el atardecer del día 19.
Además debemos comprar comida porque el día 19 está todo cerrado, espero que las iglesias católicas de Vía Dolorosa no, al ser católicas. Ya veremos.
Por favor , si supieseis algo sobre el viernes de Shabat respecto a si cierran las fronteras sería de agradecer.
Un saludo.
Muy buen blog, enhorabuena
Vane y Roger dice
Hola David,
Nosotros hicimos Belén y Hebrón desde Jerusalén precisamente un sábado, por lo que entendemos que no deberían estar cerradas
De todas formas te recomendamos escribir un email a la Oficina de Turismo para que te lo confirmen.
Saludos
ABUELO CHARLY dice
Hola Callejeros: Excelente vuestra página. Muchas gracias por compartir sus visiones y emociones, y permitirnos, a quienes estamos por iniciar un viaje, planificar el mismo. En Abril 2016 visitaremos Egipto, Israel, Grecia, Turquia y por supuesto la gran Madre Patria ( España y olé).
Así que aqui van algunas preguntas:
1) Estaremos algunos días en Jerusalen ( tres en total) y uno de ellos pensamos dedicarlo a visitar Masada y el Mar Muerto. Hasta Masada todo o.k. ( buses de Egged, funicular, una copia de la guia de Ustedes y arriba), pero despues como llegamos a Ein Gedi ó Ein Bokek ,(cual de estos lugares nos sugieren), hay algun balneario a donde se pueda ingresar, pagando, y que tenga duchas y parasoles ?
2) Como el último día de nuestra estadía es sábado pensamos ir a Belen por la mañana temprano ( los buses palestinos funcionan igual no ?) y regresar a primera hora de la tarde, cuales son los lugares imprescindibles para visitar ?
Sabemos que el tiempo que dedicaremos a cada lugar no es el ideal, pero vivimos a más de 15000 Km. de Israel y debemos optimizar nuestro viaje, no solo por razones de tiempo sino tambien económicas.
Ah, me olvidaba, desde hace varios años y despues de frustaciones varias con tours organizados, decidimos con mi mujer viajar por nuestra cuenta y hasta el m omento nos ha ido muy bien, así que celebramos compartir ese espacio.
Toda sugerencia será muy bienvenida.
Esperamos vuestra respuesta y si alguna vez se vienen para estos pagos, aqui estaremos firmes como gatos de yeso para ayudarlos en nuestro bendito país.
Un saludo cordial y muchas gracias.
Vane y Roger dice
Buenos días! Viajazo tenéis entre manos 😉
Vamos allá con las respuestas:
– Respecto a la zona del Mar Muerto, nosotros os recomendaríamos Ein Gedi, nosotros nos alojamos allí (podéis ver una breve review en este post https://www.viajeroscallejeros.com/hoteles-en-israel/) y el hotel cuenta con spa, playa privada…etc y de todo lo que vimos es lo mejor relación calidad/precio. Eso sí, según la fecha, reservad con tiempo ya que suelen quedarse pronto son habitaciones.
– No tendréis problemas en ir a Belén un sábado. Os dejamos el post donde explicamos dónde coger el bus, los lugares que visitamos en Belén…etc https://www.viajeroscallejeros.com/belen-y-hebron-desde-jerusalen/ Nosotros en Belén os recomendaríamos la Capilla de la Gruta de la Leche, la Iglesia de Santa Catalina y por supuesto, la Natividad, al lado de Manger Sq. Todas estas visitas las podéis hacer caminando, ya que están muy cerca unas de otras.
Seguimos en contacto para cualquier cosa que podamos ayudarte. Saludos!
CHARLY dice
Hola Estimados:
Ya de regreso a nuestro pais queremos agradecerles las indicaciones y/o experiencias volcadas en vuestras páginas que nos permitieron disfrutar de nuestro viaje y optimizar el mismo.
Vaya pues nuestro reconocimiento y cordial saludo.
Hasta siempre.
Abuelo Charly
Argentina
Vane y Roger dice
Buenos días Charly,
No te imaginas la ilusión que nos hace leer este mensaje! Nos alegramos muchísimo que el viaje fuese bien y que os sirviesen nuestras experiencias.
Esperamos poder hablar sobre el próximo viaje 😉 Saludos!