Día 11 : DRAFLASTADIR – GODAFOSS – AKUREYRI – HÓLAR – GLAUMBÆR – BORGARVIRKI – ÓSAR Y HVÍTSERKUR – ILLUGASTAÐIR – HVAMMSTANGI
Hoy tenemos el desayuno en Draflastadir Guesthouse, donde nos alojamos ayer a las 8 de la mañana, así que hemos podido dormir media hora más de lo que llevamos haciendo habitualmente desde que iniciamos este viaje por libre a Islandia, que verdaderamente, nos ha sentado de maravilla.
Ya totalmente recuperada del avistamiento de ballenas en Húsavík que hicimos ayer, a las 8.45 de la mañana tenemos el coche cargado y ya estamos dispuesto a ponernos en camino hacia Godafoss y la Península de Vatness, dos de los puntos fuertes del día de hoy.
El día ha amanecido con un sol radiante y no podemos, ni queremos, perder la oportunidad de disfrutar de una maravilla de la naturaleza como es Godafoss con este día.
Con el estómago ya lleno, cogemos el coche de alquiler en Islandia y llegamos a Godafoss a las 9.15 de la mañana, entrando por el lado contrario al que entramos ayer y por donde viene menos gente, ya que el acceso está más «escondido». Si queréis acceder a este lado de Godafoss tenéis que coger el sendero que hay frente a la guesthouse amarilla, al lado de la tienda de souvenirs. Si queréis también podéis aparcar en esa zona.
Ya desde el sendero intuimos lo que nos vamos a encontrar y es que desde aquí tenemos las mejores vistas de la cascada Godafoss. Impresionante recibimiento con arco iris incluido.

Después de un buen rato cargando energías en plena naturaleza y con pocas ganas de irnos, volvemos a coger el coche y vamos directamente al parking de enfrente, donde estuvimos ayer y donde nos encontramos con mas gente.
Desde aquí también hay unas vistas impresionantes de Godafoss, pero si nos permitís un consejo, la otra zona es mucho menos concurrida, más tranquila y con una perspectiva mucho más amplia, por lo que os recomendamos que vayáis primero.

Son las 10.15 de la mañana cuando ponemos rumbo al siguiente destino del día Akureyri, a 46 kilómetros de Godafoss.
A estas alturas del viaje no cabe decir que tenemos que confirmar que los trayectos en coche en Islandia son de lo más espectaculares, rodeados en todo momento de paisajes espectaculares y naturaleza.

El último tramo del trayecto entre Godafoss y Akureyri lo hacemos a través del fiordo Eyjafjörður, el más largo de Islandia septentrional que nos ofrece unas vistas increíbles de Akureyri.

Llegamos a Akureyri a las 10.45 de la mañana y aparcamos directamente en la zona de la iglesia donde podemos estar máximo 1 hora sin pagar. Por primera vez en este viaje a Islandia tenemos que poner el reloj que lleva incorporado nuestro coche con la hora de llegada para controlar el tiempo, como hicimos meses atrás en el viaje por libre a Suiza.

En lo alto de una colina se alza Akureyrarkikja, una iglesia obra del arquitecto de la Hallgrímskirkja que vimos en Reikiavik el primer día de nuestro viaje.
Después de una breve visita a Akureyrarkikja, empezamos a bajar hacia el centro de la ciudad, que pese a ser el de la segunda ciudad más grande de Islandia es lo bastante pequeño como para recorrerlo en poco más de media hora.

En Akureyri encontramos mucho más ambiente que en el resto de lugares en los que hemos estado hasta ahora, con las cafeterías llenas y las terrazas muy animadas, algo que seguro lo provoca en gran manera el día tan soleado que estamos disfrutando.
Nos encantan los pequeños comercios con encanto que nos vamos encontrando en el camino y las tiendas de souvenirs, organizadas de tal forma que dan ganas de comprarlo todo.
Viendo que vamos bien de tiempo, aprovechamos para entrar en una cafetería y tomar un café y un muffin por 1200ISK, que nos dan energía suficiente para seguir con el día de hoy.
A las 12 de la mañana volvemos al coche y ponemos camino a Holar, el siguiente destino de hoy.
Para llegar a Holar desde Akureyri tenemos dos opciones, la carretera que recorre los fiordos, más larga y la carretera 1 que va por el interior y es más corta.
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Teniendo un día como hoy lleno de cosas que hacer, preferimos tomar la segunda opción, pese a que la primera nos llamaba mucho la atención, pero así son las cosas cuando estamos de viaje con billete de vuelta.
La próxima vez que vengamos a Islandia haremos esta zona y los fiordos occidentales, nos lo hemos prometido a medida que íbamos abandonando esta zona del país.
Pero vamos, que la ruta por el interior también es increíble, no sólo por los paisajes, si no también por las granjas que van salpicando las montañas cada poco.
Llegamos a Holar a las 13.40 y después de aparar empezamos a darnos cuenta del enclave en el que nos encontramos.

Holar es un enclave histórico, empequeñecido entre las montañas, en el que podemos encontrar una preciosa iglesia junto a una explotación de turba, que bien merece una visita.

Después de dar un paseo por la zona aprovechamos unas mesas de picnic que hay en la zona de atrás de la iglesia para comer unos bocatas con atún y embutido que traemos en el coche y a las 14.30 ya estamos listos para volver a coger el coche rumbo a la siguiente parada del día: Glaumbær, que está a 47 kilómetros de Holar.
Llegamos a las 14.50 y nos encontramos con un conjunto de edificios que parecen sacados de un cuento infantil.

En Glaumbær encontraremos el mejor museo de la Explotación de Turba del norte de Islandia. Nosotros al haber parado anteriormente en Holar, donde ya hemos podido ver el interior de varias de estas casas, después de dar una vuelta, vamos directos a la cafetería del lugar, Áskaffi, enclavada en un lugar increíble y que recrea un antiguo salón de té de lo más acogedor.
Si podéis no os lo perdáis. Incapaces de no probar alguno de sus deliciosos postres, pedimos un par de platos de tarta del día y dos cafés (que rellenan las veces que quieras) por 2300 ISK.

Pasadas las 15.30 de la tarde nos vamos hacia el próximo destino del día, Borgarvirki, donde empieza la península de Vatness y que se encuentra a unos 100 kilómetros.
Después de un recorrido entre increíbles paisajes llegamos a Borgarvirki a las 16.45 teniendo unas increíbles vistas del lugar a medida que nos vamos acercando.

Borgarvirki es una estructura basáltica natural que según cuenta la leyenda, modificaron los vikingos utilizándola después como fortaleza.

Después de la visita a Borgarvirki seguimos por la carretera 716 camino de Ósar y Hvítserkur donde llegamos a las 17.30 de la tarde a través de una carretera bastante mala y sin asfaltar.
Tomamos el desvío que indica Hvítserkur y después de aparcar en la zona habilitada, seguimos un sendero que nos lleva al mirador donde tenemos de frente la «roca-troll».

Estamos aquí un buen rato hasta que volvemos al parking y seguimos el sendero que nos lleva a Ósar, una playa de arena negra preciosa, donde en la orilla opuesta vemos unas cuantas focas que sólo se distinguen poniendo zoom en la cámara.

Si tenemos que ser sinceros, para nosotros esta visita resulta prescindible si vas con el tiempo justo. La playa es bonita, pero realmente, después de ver las maravillas que hemos visto hasta ahora, esta se nos ha quedado un más floja que el resto.
Desde aquí seguimos hasta Illugastaðir, un punto donde hemos leído que es bastante habitual poder ver focas.
Aparcamos el coche en el parking privado de la granja en la que el dueño ha habilitado la zona para los turistas que venimos hasta aquí y después de un rato recorriendo el sendero que rodea el mar, no vemos ni una foca, así que decidimos volver y ir hasta Hvammstangi, otra de las posibles zonas donde verlas.
De camino vemos otro emplazamiento donde intuimos se pueden poner las focas y paramos para probar suerte. Después de un rato sin ver ninguna decidimos que ahora sí que ha llegado el momento de desistir y darnos por vencidos.
Pero como siempre hay algo que rompe la regla, cuando estamos en el coche un chico nos comenta exaltado si las hemos visto. Ante nuestra negativa nos explica que hay unas cuantas en la dirección contraria que hemos tomado nosotros al final del sendero.
Así que ya nos veis otra vez sendero abajo en busca de las focas. La verdad es que no tiene demasiado sentido el ir y venir que estamos teniendo esta tarde con las focas, pero ya por cabezoneria estábamos dispuestos a hacer noche aquí para verlas 😉
Y al final, como todo esfuerzo tiene su recompensa, podemos ver unas cuantas en el mar, que parecen observarnos incluso cuando nos agachamos para que no nos vean y ver si se deciden a acercarse a la orilla.

Pero de eso sí que no hay manera! Tenemos que conformarnos con verlas desde el mar.
Y ahora sí que sí, a las 7.45 de la tarde nos ponemos camino hacia Hvammstangi, hasta donde tenemos 16 kilómetros.
Llegamos a las 8.15 y sin entretenernos demasiado nos vamos directos al restaurante Hladan Kaffihus del que habíamos leído buenas opiniones y donde pedimos una lasaña y unos buñuelos de pescado más agua por 4500ISK

La verdad es que ni fú ni fá, el sitio tenemos que reconocer que tiene su encanto, pero si sólo venís por la comida no es un sitio que os podamos recomendar para que os desviéis.
Casi a las 10 de la noche y con un sol luciendo aún en el horizonte, nos ponemos en camino hacia Breiðabólsstaður, a 12 kilómetros de aquí, donde se encuentra la Guesthouse Nedra-Vatnshorn, nuestro alojamiento de hoy.
Mañana más y quién sabe…si mejor 😉
Elena dice
Buenos días
Estamos preparando viaje y siguiendo todos vuestros pasos, un millón de gracias por la información.
Tengo la duda de si Vatness se puede hacer sin 4×4. Ya veo que vosotros lo hicisteis así pero ¿es recomendable?
Gracias
Vane y Roger dice
Hola Elena,
¡Muchas gracias por leernos!
Nosotros lo hicimos sin 4×4 y no tuvimos ningún problema. Todo el recorrido por la carretera 1 se puede realizar perfectamente con un turismo normal. Saludos