Día 15 : Que ver en Tíbet: Gyantse – Monasterio Pelkor Chöde – Pagoda Kumbum – Gyantse Dzong – Monasterio Tashilumpho – Shigatse
Hoy nos toca levantarnos a las 6 de la mañana para que el cuerpo empiece a adaptarse a la altitud, para proseguir con el itinerario que tenemos previsto con todos los lugares que ver en Tíbet que tenemos planeados para hoy. Y es que desde que empezamos este viaje al Tíbet, cuando llegamos a Lhasa, debido a la altitud, a primera hora de la mañana, necesitamos algo más de tiempo de lo habitual para poder empezar el día.
Son las 8 de la mañana cuando dejamos nuestra habitación del Yeti Hotel, para cargarlas en el coche e ir a desayunar, por cierto, el más completo, además de los que hicimos en Lhasa, con el que nos cargamos de energía para empezar el día.

Son las 8:30 de la mañana cuando nos ponemos en marcha para visitar el Monasterio Pelkor Chöde y la Pagoda Kumbum, que se encuentra en el mismo lugar que el monasterio.
Ruta del día de lugares que ver en Tíbet: Monasterio Pelkor Chöde – Pagoda Kumbum – Gyantse Dzong – Monasterio Tashilumpho – Shigatse
Hoy el día nos llevará a conocer lugares tan increíbles como el Monasterio Pelkor Chöde, la Pagoda Kumbum, Gyantse Dzong y el Monasterio Tashilumpho para acabar el día en Shigatse, donde nos alojaremos.
Tal y como nos explica Pasang, en ocasiones muchos turistas pasan por Gyantse únicamente para pernoctar y conocer, durante unos minutos la Pagoda Kumbum, olvidándose de dedicar un tiempo prudencial a la visita del Monasterio Pelkor Chöde, uno de los más importantes que ver en Tíbet.
Llegamos al Monasterio Pelkor Chöde a primera hora de la mañana, donde después de dejar el coche en la zona de parking y que Pasang compre las entradas, nos adentramos en uno de los lugares que ver en Tíbet más increíbles que hemos visto hasta el momento.

En su origen, el Monasterio Pelkor Chöde acogió 15 monasterios que incluían tres órdenes budistas, mostrándose como todo un ejemplo de tolerancia. La primera visita que hacemos es a la sala de reuniones, donde tenemos la inmensa suerte de encontrarnos con los monjes entonando sus oraciones, algo que podemos decir, se queda grabado en nuestras retinas como uno de los momentos más increíbles del viaje.
Tal y como hemos comentado en varias ocasiones, en el interior de los monasterios está prohibido hacer fotografías, aunque en algunos, pagando se pueden hacer fotos y/o vídeo. Los precios suelen ser desórbitados, ya que un pago de por ejemplo 300RMB no es efectivo para todo el monasterio, sino para una única sala.
Estando en el Monasterio Pelkor Chöde y viendo que en la sala de reuniones es posible hacer fotografías pagando sólo 20RMB, no lo pensamos demasiado, esperando poder llevarnos la imagen del interior de algún monasterio, aunque evitamos hacer fotos a los monjes, sobre todo intentando mantener la educación en todo momento, algo que creemos es básico y más en lugares como este.


El interior de esta sala y los pasillos que la rodean es bastante oscuro, por lo que las imágenes que tenemos, con la luz filtrándose entre las pocas y pequeñas ventanas, nos regalan más de una imagen mágica, que como el momento de la oración cuando llegamos, mantendremos para siempre en nuestra memoria.



Después de visitar la sala de reuniones nos dirigimos a Dorjeling Lhakhang, donde destaca Nampa Namse, que sigue impresionándonos al igual que todo el resto de lugares que estamos viendo esta mañana.
Desde aquí subimos a la planta superior, donde lo primero que nos encontramos es con un espectacular mandala y 84 murales realmente increíbles.

Después de la visita al Monasterio Pelkor Chöde tenemos que decir que una vez más, confirmamos que aunque Lhasa es verdaderamente impresionante, a medida que te alejas de la ciudad, Tíbet es todavía más increíble. Esto es algo que nos gustaría destacar, sobre todo para los viajeros que se estén planteando viajar al Tíbet y no tengan claro cuántos días dedicar al viaje. Sin duda, Lhasa es una ciudad a la que merece la pena dedicar mínimo 4 o 5 días para poder disfrutarla y conocer los lugares más interesantes de los alrededores, pero al mismo tiempo, hay tantísimos lugares que ver en Tíbet, que quedarse únicamente con Lhasa, sería como quedarse con un 1% de este lugar tan increíble.
Te recomendamos hacer una ruta por Tíbet en coche que incluya los lugares más importantes y al ser posible, acabe en el Campamento Base del Everest, uno de los lugares más mágicos en los que hemos estado nunca.
Después de la visita al Monasterio Pelkor Chöde nos acercamos hasta la Pagoda Kumbum, o Gyantse Kumbum, uno de los lugares más importantes de esta zona del Tíbet. Este chorten, de 35 metros de altura y seis plantas a las que se accede siguiendo el sentido de las agujas del reloj, en las que podemos encontrar un número increíble de pequeñas capillas, en las que se acogen 100000 imágenes, haciendo honor al significado del nombre «kumbum«.



Después de deleitarnos durante varios minutos de las vistas que tenemos desde el suelo, empezamos el ascenso por la Pagoda Kumbum, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, entrando en todas y cada una de las pequeñas capillas con las que nos vamos encontrando y de las que Pasang nos va dando las correspondientes explicaciones, con las que entendemos mucho mejor todo lo que estamos viendo.

A medida que vamos avanzando por las diferentes plantas, de vez en cuando solo acompañados de los peregrinos, nos vamos encontrando con murales e imágenes cada vez más increíbles, que nos hacen confirmar el valor de la Pagoda Kumbum.

A medida que vamos avanzando y ascendiendo, las vistas tanto de los alrededores de la Pagoda Kumbum como del Monasterio Pelkor Chöde, son más impresionantes, dejándonos algunas de las vistas más increíbles que hemos visto hasta el momento.



Acabamos la visita a la Pagoda Kumbum cuando son las 10:30 de la mañana, para acercarnos hasta acercándonos hasta Gyantse Dzong, a sólo 5 minutos, donde después de aparcar en el parking que hay a mitad de la subida, nos cargamos de fuerzas para subir unos cuantos escalones hasta llegar a la zona de visita, que nos tomamos con mucha tranquilidad y más teniendo en cuenta que estamos a casi 4000 metros y cualquier esfuerzo supone un esfuerzo extra.

A día de hoy Gyantse Dzong, está totalmente gestionado por el gobierno, por lo que poco o nada queda de tiempos mejores, algo que no nos deja el sabor de boca que esperábamos, siendo lo mejor las vistas que tenemos desde aquí, además de las vistas que tenemos de la parte exterior, que son bastante más interesantes que lo que vemos en el interior.

Son las 11:30 de la mañana cuando damos por finalizadas las vistas que teníamos programadas que ver en Tíbet para hoy, poniendo canino a Shigatse, donde dormiremos esta noche.
Pese a que sólo estamos a 90 kilómetros de Shigatse, el trayecto lo hacemos en 2 horas y es que los controles en Tíbet, como hemos comentado los días anteriores, son muy estrictos, incluso obligando a hacer trayectos de 30 kilómetros en 55 minutos para evitar multas y retirada de puntos.
Llegamos a Shigatse a las 2 de la tardes, yéndonos directos a comer a un restaurante donde tenemos la opción de elegir entre varios platos de diferentes gastronomías, decidiéndonos al final por naan con ajo, que nos recuerda nuestro viaje a India por libre, momos fritos de yak y filete de yak, más aguas por 112RMB, que disfrutamos acompañados de Pasang y Tre.

Después de comer y como el Monasterio Tashilumpho abre a las tres de la tarde y aun queda media hora, aprovechamos para dar una vuelta por la zona, llena de tiendecitas llenas de encanto, en la que podemos ver cientos y cientos de artículos típicos del Tíbet, que nos dejan una imagen que no esperábamos y es que, sin cruzarnos con ningún turista, vemos como estos son adquiridos por los peregrinos y monjes, en ningún momento como souvenirs, algo que tenemos que decir, nos llama mucho la atención.

Puntuales a las 3 de la tarde, nos encontramos con Pasang en la puerta del Monasterio Tashilumpho, para entrar en uno de los monasterios más increíbles de Tíbet y uno de los lugares que más ganas teníamos de ver en este viaje.

Como si de un pequeño pueblo se tratase, nada más acceder al Monasterio Tashilumpho nos encontramos con un entramado de calles, que rodean los diferentes edificios, de este monasterio, uno de los pocos que prácticamente no se vio asediado durante la Revolución Cultural.
Al igual que el entramado de calles, nada más entrar es cuando tenemos verdadera constancia de la increíble ubicación de la que disfruta el Monasterio Tashilumpho, rodeado de montañas y coronado por varios edificios color dorado, donde se encuentran las tumbas de los panchen lamas.

El muro blanco que vemos a la derecha y que destaca especialmente entre el resto, según nos explica Pasang, es el protagonista en las celebraciones, ya que es aquí donde se cuelga una thangka, que se puede ver desde prácticamente todos los rincones del monasterio.
La primera visita que hacemos es a la Capilla Jampa, donde se encuentra la estatua dorada más grande del mundo, con 26 metros de altura que representa el Buda del Futuro.


Pese a que quizás no sea esta la capilla más importante del Monasterio Tashilumpho, sí que podemos decir que es probablemente la más impresionante, ya que la imagen del Buda del Futuro es realmente increíble y más cuando Pasang nos explica que está recubierta de 300 kilogramos de oro y en cada una de sus orejas, cabría una persona.
Rodeando la imagen, hay mil pinturas que representar a Jampa, el Buda del Futuro, regalándonos unas imágenes realmente impactantes.


Desde aquí seguimos la visita al Monasterio Tashilumpho visitando la Capilla de la Victoria, donde podemos ver una increíble estatua de Tsongkhapa, para después ir hasta el edificio donde se encuentran las tumbas del décimo y el cuarto Panchen Lama, para después visitar las tumbas del quinto al noveno Panchen Lama.


Después de estas visitas llegamos al Templo de Kelsang, que se conforma de varios edificios que rodean un patio, desde donde se puede ver la entrada a la sala de reuniones, una sala que aún se mantiene desde que se fundó el monasterio.

La visita al Monasterio Tashilumpho dura aproximadamente 2 horas y cuando pasan unos minutos de las 5 de la tarde, volvemos al coche y nos acercamos hasta la policía de Shigatse, donde Pasang nos tramita algunos permisos que necesitamos para ir hasta el Campo Base del Everest, donde llegaremos mañana.
Después del trámite vamos al Shigatse Hotel, donde nos alojaremos esta noche y donde, después de el hacer el check in, preguntamos por la cena en el restaurante, a lo que nos comentan que únicamente tienen carta en chino y un buffet a las 6 de la tarde, por lo que con la recomendación de Pasang, después de descansar un rato en la habitación y dando por finalizada esta jornada y después de ver todos los lugares que teníamos previstos para hoy que ver en Tíbet, nos vamos a un local que hay justo enfrente del hotel donde pedimos dos rou jia mo, como los que comimos ayer a mediodía, más dos aguas por 18RMB. Una dena de lo más sabrosa y también de lo más económica.
Y así, con el estómago lleno volvemos al hotel a descansar y cargarnos de energía para el día de mañana, uno de los días más importantes del viaje, en el que llegaremos al Campamento Base del Everest.
Recuerda que cualquier viajero extranjero que quiera viajar al Tíbet debe hacerlo a través de una agencia (ES IMPOSIBLE VIAJAR AL TÍBET POR LIBRE), ya sea agregándose a un grupo o de forma privada y tener, antes de entrar en Tíbet, una ruta fija, que la agencia habrá presentado y deberá estar aprobada por las autoridades chinas.
Para obtener el visado y todos los permisos, es necesario que este itinerario esté aprobado por las autoridades. Además no es posible modificar el itinerario sobre la marcha, algo muy importante a tener en cuenta, ya que te obligará a tener claro qué quieres visitar desde el primer momento, ya que en base a eso, la agencia gestionará los permisos.
En nuestro caso hemos viajado con The China Guide, quien nos gestionó todos los permisos después de diseñar juntos un itinerario personalizado, con guía en español y que nos ha llevado a disfrutar como nunca hubiésemos imaginado de este lugar tan mágico.
Carmen dice
Hola! me gustaría preguntaros si realmente os pareció mágico visitar el Tibet? Estamos pensando ir a visitar por nuesto viajes de Luna de Miel y estamos muy dudosos,
Gracias
Vane y Roger dice
Hola Carmen,
Para nosotros ha sido uno de los destinos más fascinantes en los que hemos estado aunque entendemos que te tiene que gustar la cultura e interesar su historia para que el destino «sea mágico». Saludos
Abel dice
Impresionante viaje!! Saludos!
Vane y Roger dice
Hola Abel,
Uno de los destinos más mágicos que hemos tenido la suerte de conocer.
Saludos