Hoteles en el Tíbet y Shanghái
Shanghai Fish Inn East Nanjing Road
Hotel muy céntrico en el Bund, a muy pocos metros de la parada Nanging Road East. Consulta en el artículo «Como ir del aeropuerto a Shanghái» cómo llegar al hotel desde el aeropuerto.
Aunque el hotel está bastante escondido en un callejón muy estrecho, habíamos leído que éste no daba muy buena impresión. A nosotros la verdad es que no nos lo ha parecido, incluso llegando como llegamos de noche.
Las habitaciones no son demasiado grandes, pero sí lo suficiente como para pasar unos días cómodamente, ya que la cama es muy cómoda y dispone de todo lo necesario. El baño está integrado en la habitación con una cristalera, pero dispone de una persiana para que no sea visible desde la propia habitación.
Hay un escritorio y bastantes enchufes en la habitación, además de un calentador de agua en el que poder hacer café o té.
Disponen de wifi gratuito, incluido en el precio de la habitación y va bastante rápido y sin cortes.
Aunque el desayuno no está incluido en la habitación, vemos que al lado de la recepeción hay un salón bastante amplio, con un servicio de cafetería donde sirven café a precios bastante ajustados, además de variedad de pasteles y pastas.
Justo al lado del hotel hay muchísimos restaurantes y tiendas, por lo que no tendrás problema alguno para poder abastecerte en caso de querer comprar alguna cosa para desayunar o incluso para el trayecto en tren, si después haces un viaje al Tíbet como nosotros.

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Tashitakge Hotel Lhasa
Hotel ubicado en Barkhor, la zona más tradicional de Lhasa y sin duda, después de nuestra experiencia, la mejor zona para alojarse en Lhasa.
No se puede acceder en coche pero si llamas al hotel o se lo comentas por e-mail, ellos vienen a buscarte a la carretera general para ayudarte con el equipaje. Desde la carretera son cuatro minutos andando, pero esa ayuda es de agradecer, ya que estando a 3650 metros de altitud, se nota y mucho el cargar con una mochila.
Aunque el exterior no lo parezca, el interior es un hotel precioso, tradicional con una decoración exquisita, como si fuese un patio interior y van rodeado por habitaciones distribuidas en diferentes plantas.

Hemos visto en algunas opiniones que algunos huéspedes se quejan que que no hay ascensor. Esto es cierto, pero cuando tienes que subir las mochilas hay un chico que te ayuda, por lo que el esfuerzo que tienes que hacer es mínimo. Después, los días que estés recorriendo Lhasa, hay que tomárselo con tranquilidad e ir subiendo las escaleras sin prisas. Algo a tener en cuenta es que disponen de oxígeno en caso de ser necesario.
Las habitaciones están decoradas de manera tradicional, son muy amplias y cuentan con una cama muy cómoda, La limpieza en todas las instalaciones es muy superior a los estándares chinos, algo que tenemos que decir, se agradece y mucho.
El cuarto de baño es totalmente accidental y todo es bastante nuevo. Dispone de accesorios de baño y algo muy importante, sobre todo para nosotros, es que tiene muchos enchufes en la habitación.
Otra de las cosas importantes, es que el hotel dispone de wifi gratuito de calidad en todas las plantas.
Además de todo lo comentado, otra de las mejores cosas es la terraza, donde se sirve el desayuno y desde donde se tiene unas vistas realmente impresionantes al Palacio del Potala, que aunque se ve de lejos, son realmente son impresionantes.
El desayuno está incluido en el precio de la habitación y es bastante completo. Puedes elegir entre huevos revueltos, huevos fritos, tostadas, mermelada, mantequilla, café y te además de varios platos calientes típicos de la gastronomía china y tibetana.

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Tsedang Hotel
El tercero de los hoteles en el Tíbet y Shanghái en el que nos alojamos fue en Tsedang y es el típico hotel grande de ciudad, especialmente diseñado para grupos organizados.
Las habitaciones son bastante grandes, con camas cómodas y baño occidental. Aunque el servicio deja un poquito que desear, ya que nos cuesta bastante hacer el check in, incluso teniendo la gran suerte que está Pasang con nosotros y lo gestiona todo.
En líneas generales la limpieza es bastante correcta, al igual que el resto de instalaciones y el servicio wifi gratuito es bastante correcto.
Algo que nos llama mucho la atención es que pese a que las instalaciones son inmensas, incluyendo tres restaurantes más uno par clientes VIP, cuando preguntamos para ir a cenar, no tenemos posibilidad ya que nos dicen que todo está cerrado, aunque vemos que están sirviendo comida en otra zona, donde directamente no nos dejan pasar.
Ante nuestra insistencia, nos dicen que tampoco tienen comida occidental, pese a tener un restaurante donde anuncian este tipo de comida y donde después de insistir varias veces, por señas únicamente nos dicen que nos pueden servir 2 platos de toda la carta y siendo éstos típicos de la gastronomía china.
El precio es de 588RMB la noche, un precio que creemos es desorbitado para lo que ofrecen, al igual que las 4 estrellas con las que está catalogado.


Yeti Hotel
Hotel en Gyantse. Las habitaciones son bastante grandes y están muy limpias, aunque el baño se acerca, en cuestión de limpieza, a los estándares chinos. Todas las habitaciones disponen de calefacción, perfecta sobre todo en épocas de frío, además de un humidificador, que después de probarlo, tenemos que decir va genial para evitar la sequedad de garganta.
Como en todos los hoteles en Shanghái y Tíbet que hemos estado, disponemos de tetera/calentador de agua y varias bolsitas de té.
Hay servicio de restaurante para comer y/o cenar y el desayuno, incluido en el precio de la habitación, es bastante completo, incluyendo tostadas y mermelada.

Shigatse Hotel
Hotel en Shigatse de 4 estrellas, gestionado por el gobierno y que ha venido a menos con el tiempo.
Es un hotel inmenso, con grandes salas, pero poco cuidadas en los detalles, dejando más que evidente que necesita una reforma de manera urgente, algo que según nos comenta Pasang, van a hacerlo durante los dos próximos años, cerrando a finales de este mes de abril.
Las habitaciones son amplias, bastante limpias y disponen de calefacción y humidificador, que como dijimos anteriormente, es algo excelente, sobre todo a estas altitudes.
Hay wifi gratuito, disponible en todas las instalaciones y va bastante bien, tanto en velocidad como en cortes.
El desayuno es buffet, bastante variado, con comida china, tostadas y galletas, además de café y té. Está incluido en el precio de la habitación.
Rongbuk Monastery Guesthouse
Hotel gestionado por el Monasterio Rongbuk y ubicado justo enfrente de éste. Este es de todos los hoteles en Shanghái y Tíbet en los que nos hemos alojado, el menos adaptado a las necesidades del viajero.
Las habitaciones dobles privadas son de tamaño correcto y disponen de dos camas con dos nórdicos cada una más una manta eléctrica y almohada. Las ventanas no están selladas y en todas las habitaciones hay algún cristal roto, por lo que el frío y el viento se cuelan sin piedad, sobre todo durante la noche.
Es muy recomendable dormir vestido, con varias capas, incluida alguna térmica, además de dormir dos en una cama para dar calor. Haciendo esto, nosotros tenemos que decir que incluso, tuvimos que desconectar la manta eléctrica, ya que tuvimos hasta calor.
Aunque después de lo comentado puedas pensar que este sería el último lugar en el que te alojarías, tenemos que decir que es uno de los alojamientos más increíble en los que hemos estado nunca y es que tenemos que decir que todas las habitaciones privadas, tienen vistas al impresionante Everest desde la ventana.
Dormir frente al Techo del Mundo, con el sonido del viento contra las ventanas te hace sentir parte de la naturaleza, además de tener la posibilidad de vivir un amanecer en el Everest único e inolvidable.

Tanto la cena como el desayuno se sirve en el salón, también con unas vistas increíbles al Everest, que se calienta mediante una estufa con excrementos de yak. Es la carta hay variedad de platos adaptados al paladar occidental y a precios ajustados.
El desayuno está incluido en el precio de la habitación y es café o te con tortilla y panqueques, que por cierto, están buenísimos.
El baño es lo único «malo«. Es compartido y no es un baño al uso, ya que únicamente es una letrina, separados hombres y mujeres, pero abierta y sin puertas, algo que como puedes imaginar, no es demasiado agradable.

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