Día 12 : Copán ruinas – La Ceiba
Aunque hoy tenemos el autobús que nos llevará a desde Copán Ruinas a La Ceiba a las 11 de la mañana, haciendo una parada técnica en San Pedro Sula para cambiar de bus, nuestros cuerpos ya están acostumbrados a madrugar, así que antes de las 5:30 de la mañana ya estamos despiertos, momento que aprovechamos para trabajar un poco antes de recoger todo e ir a desayunar. Son poco menos de las 8 cuando bajamos al salón de desayunos del Camino Maya donde pedimos un desayuno continental y una tortilla, más cafés que nos levantan el animo para enfrentarnos al día de traslados de hoy, que nos llevará prácticamente todo el día.
Viendo que aún es pronto, aprovechamos para comprar unos cuantos snacks y dar un pequeño paseo por las calles de Copán Ruinas, ya que está lloviendo, no fuerte, pero sí lo suficiente para que la visita a Copán que hicimos ayer, no hubiese sido tan perfecta si nos hubiese tocado hacerla hoy. ¿Todavía queda alguna duda con la suerte tenemos con el tiempo en todos los viajes?

Son las 10 de la mañana cuando subimos a nuestra habitación a recoger las mochilas y 5 minutos después salimos a la calle donde no tenemos que esperar más de 2 minutos para coger un motocarro o tuk tuk que nos lleve hasta la estación de Hedman Alas, la compañía de autobuses con la que iremos desde Copán Ruinas a La Ceiba y que está a menos de 500 metros del hotel, pero contando que está lloviznando, no nos apetece recorrer a pie.
Nos piden 30 lempiras por llevarnos hasta la estación. Sabemos que podemos regatearle pero la verdad es que, ¿cómo regatear por poco más de un euro? Sinceramente creemos que no es ni lícito hacerlo, cuando nosotros podemos pagar ese precio y realmente estamos hablando de un importe más que justificado.
Tardamos menos de 5 minutos en llegar a la puerta de la estación de Hedman Alas en Copán Ruinas, ubicada a las afueras de la zona céntrica, y después de marcar nuestras mochilas con una etiqueta con nombre y teléfono y tomar un café en su pequeña cafetería por 15 lempiras, el autobús que viene de Ciudad de Guatemala llega a las 11:05, dándonos unos minutos a cargar mochilas, hacernos una foto por seguridad conforme entrábamos, tal y como hacían en los autobuses en el viaje a Perú, revisión de mochilas de mano y allá que nos vamos camino de La Ceiba, con una breve parada en San Pedro Sula, en la que cambiarems de autobús.
Hedman Alas en Honduras
Hedman Alas es la compañía de autobuses que nos recomendaron coger en este viaje a Guatemala y Honduras, para los traslados que teníamos que hacer en Honduras.
Hay dos clases de asientos en Hedman Alas:
– Ejecutivo, que es la que hemos escogido nosotros, con asientos reclinables, soporte para los pies y bebida y snack incluido en el precio, por 292 quetzales en este trayecto de Copán Ruinas a La Ceiba.
– Ejecutivo plus que podemos decir es prácticamente equiparable a primera clase de un avión. Tenemos que decir que en ejecutivo se va muy bien, pero si el viaje es de muchas horas o nocturno, seguro que vale la pena pagar un poco más por ejecutivo plus, sobretodo por tener unos asientos más reclinables
Los billetes los puedes reservar directamente en las oficinas o a través de su web http://hedmanalas.com/, algo más que recomendable si vas a viajar en fechas muy específicas.
Puntuales salimos de Copán Ruinas, recorriendo las carretera de Honduras, con un día cada vez más despejado que parece nos viene persiguiendo allá donde vamos. Por más que queremos no podemos apartar la vista de la ventanilla, intentando no perder vista de lo que va sucediendo alrededor nuestro y es que como hemos comentado en varias ocasiones, este tipo de transporte te permite «ver la vida pasar«, que aunque no es lo mismo que vivirla a pie de calle, te concede la oportunidad de hacerlo a través de este medio.

Llegamos a la estación de Hedman Alas en San Pedro Sula a las 14:25 de la tarde y en contra a todo lo que nos habían contado, nos encontramos con una terminal más que correcta, que incluso podemos decir está bastante mejor que en la que estuvimos en Ciudad de Guatemala, al menos en aspecto exterior.


Nada más bajarnos nos explican que ellos mismos se encargan de hacer el cambio de equipaje de un autobús a otro y que tenemos que esperar en la sala de espera hasta que anuncien el próximo autobús a La Ceiba a las 15:05.
Aquí nos encontramos con una sala de espera con baños y servicio de cafetería, donde aprovechamos para pedir un par de cafés y un sandwich por 75 lempiras, que hacen de comida de este día en el que los trayectos serán los protagonistas.
Puntuales avisan que va a salir nuestro autobús de San Pedro Sula a La Ceiba y allá que nos vamos pasando de nuevo un control de pasaportes y tickets, haciéndonos una nueva foto por seguridad y acomodándonos en los asientos ejecutivo para este siguiente trayecto de tres horas hasta La Ceiba, sin paradas intermedias.

Después de todo lo que hemos leído y nos han dicho sobre la seguridad en San Pedro Sula, considerada la ciudad más peligrosa del mundo, algo de lo que esperamos hablar más adelante, no podemos despegarnos de la ventanilla del autobús, intentando captar algún indicio de ese sobrenombre con el que se conoce a esta ciudad, que tenemos que reconocer, hemos pisado, con más

Nos faltan unos 40 kilómetros para llegar a La Ceiba cuando una tormenta impresionante nos sorprende, dejando la carretera prácticamente inundada, algo que nos hace mirarnos con cara de pocos amigos y es que mañana salimos para Cayos Cochinos y no nos gustaría encontrarnos con una tormenta o días nublados como acompañantes para estos próximos días.
Llegamos a la estación de Hedman Alas en La Ceiba a las 6:30 de la tarde, bajo una tormenta tan fuerte como no recordábamos en nuestros viajes, donde ya nos está esperando el dueño de La Casa de Nery, el que será nuestro alojamiento en La Ceiba esta noche.
Cuando reservamos el hotel, le preguntamos si nos podía enviar un taxi a recogernos, ya que nos habían dicho, que como en San Pedro Sula, La Ceiba no era una ciudad muy segura y menos por la noche. Al momento nos dijo que sí, que nos estaría esperando un coche en la estación de autobuses. Pero en vez de un taxi ha venido a buscarnos el duelo del hotel, sin cargo extra, una suerte porque a estas horas de la tarde, con todo prácticamente cerrado, a las afueras de la ciudad y diluviando, creemos que el tener que buscar un transporte no hubiese sido demasiado fácil ni muy buena idea.
Después de recorrer las calles inundadas de La Ceiba, llegamos al hotel, uno de los mejores en los que hemos estado en este viaje a Guatemala y Honduras por libre y es que no solo la habitación es enorme, si no que estamos al lado de la playa, desde donde podemos escuchar como en estos momentos el oleaje rompe en la orilla con tanta fuerza que parece llegar a las habitaciones.
Dudamos si salir o no a cenar, ya que es noche cerrada y com comentábamos, por La Ceiba no recomiendan pasear a estas horas. El tiempo tampoco acompaña demasiado, así que nos salva el dueño del hotel cuando nos propone que nos pueden pedir la cena en un restaurante cercano y así poder cenar directamente en el hotel. No nos lo pensamos dos veces y allá que hacemos nuestro «pedido a domicilio» para la cena de hoy, con una sobremesa añadida con el dueño del hotel y un sueño en la mente: que el tiempo mejore y mañana podamos irnos a Cayos Cochinos. Y es que justo cuando nos vamos para la habitación nos explican que pese a que muy pocas veces pasa, hoy por el temporal han tenido que suspender los ferries de La Ceiba a Útila y a Roatán, por lo que si sigue el mismo tiempo, mañana es muy probable que sigan cancelados.
Así que nos vamos a la cama acompañados por el sonido de la lluvia, la marea y el pensamiento puesto en Cayos Cochinos, el último edén del Caribe.
Sonia dice
A que se refieren con foto de seguridad cuando suben al autobus???
Vane y Roger dice
Buenos días Sonia,
Cuando vas a entrar en el autobús, hay una persona que revisa los tickets, el pasaporte y a parte te hace una foto con una cámara o te graban con una cámara de vídeo, a medida que vas subiendo al autobús. Son medidas de seguridad que también vimos en Perú. Saludos!