Día 9 : NUWARA ELIYA
La idea desde que planificamos este viaje a Sri Lanka era dedicar uno de los días que estuviésemos en la ciudad de Nuwara Eliya a introducirnos en el increíble mundo del té.
Habíamos leído en muchos sitios infinidad de opiniones sobre las mejores fábricas de té, donde poder ver todo el proceso de la elaboración del té, pero después de mucho buscar y rebuscar, hemos optado por hacer nuestra primera visita en Mackwoods la mejor fábrica de té de Nuwara Eliya y una de las más conocidas en las Tierras Altas.
**Actualización 2018: Ismael nos comenta que fábrica ha pasado a llamarse Dambro, aunque en Google Maps, puede encontrarse por el nombre Mackwoods. ¡Muchas gracias por el dato Ismael!
Nos suena el despertador a las 7 de la mañana y después de un buen desayuno en The Trevene Hotel con vistas al jardín, preguntamos en el mismo hotel de Nuwara Eliya los precios que tienen para hacer la visita a la fábrica de té y nos da un precio de 4000 rupias, añadiendo una parada en Ramboda Falls.
La verdad es que lo hemos visto bastante exagerado, así que decidimos irnos hasta el centro y preguntar allí a algún tuk tuk a ver por cuánto nos deja este mismo recorrido.
Y sabiendo el precio del hotel, siempre es más fácil poder regatear.
La idea inicial, mientras vamos llegando al centro es empezar regateando por un itinerario completo, que incluya la visita a la fábrica de té Mackwoods, seguir hasta Ramboda Falls, parar las veces que sea necesario para ver los campos de té y a las mujeres recolectoras de té y si nos da tiempo también parar en otra de las fábricas más conocidas de la la ciudad de Nuwara Eliya, Pedro\’s Tea.
Y según el precio que nos dé, intentar negociar también para el trayecto de mañana de vuelta a la estación de tren de Nanu Oya, desde donde tomaremos otro tren que nos llevará a Kandy.
Y con esta idea nos cruzamos con el primer tuk tuk y no nos lo pensamos demasiado, empezamos las negociaciones…
Nos da un precio inicial de 3500 rupias por todo y aunque sigue siendo mucho más barato que en el hotel, probamos a negociar sólo la fábrica de té Mackwoods y nos da un precio de 1500 rupias y aunque no incluye la cascada, que no es imprescindible para nosotros, no nos lo pensamos mucho más y aceptamos el trato con un buen apretón de manos y una sonrisa.
Aquí empieza nuestro día recorriendo los campos de té de la ciudad de Nuwara Eliya.
No hemos dicho que Nuwara Eliya allí la pronuncian “nurelia» y es una de las palabras que más nos ha costado aprender en todo nuestro viaje por Sri Lanka y Maldivas.
Dicho esto, seguimos con el recorrido del día.
Nada más salir de la ciudad de Nuwara Eliya, entramos en Kandy Road, que es una de las carreteras más bonitas que hemos visto nunca.
Pese a que hace mal tiempo y a medida que nos adentramos en zona de plantaciones de té, notamos que la niebla se hace una constante en nuestro día, el verde, vuelve a inundar nuestro día.

Paisajes de Nuwara Eliya

Imágenes de Nuwara Eliya
No nos cansaremos de repetir que Sri Lanka es uno de los países más verdes que hemos visto nunca. No hay una zona en la que hayamos estado en la que predomine otro color.

Nuwara Eliya
A medida que avanza la mañana y seguimos recorriendo Kandy Road, haciendo varias paradas en puntos donde el paisaje quita el hipo, nos alegramos más de venir hoy con chaqueta y botas.
El frío ha entrado en nuestro día a día y por lo que vemos, no tiene pinta de querer dejarnos!
Ahora entendemos el porqué habíamos leído tantas recomendaciones de llevar ropa de abrigo para las Tierras Altas.

Seguimos en Kandy Road…
Cuando llevamos algo más de 30 minutos de trayecto, empezamos a ver las primeras señales de la fábrica de té Mackwoods en medio de los campos de té.

Primeras señales de que nos acercamos a Mackwoods!! Fábrica de té de Nuwara Eliya
Pasado un buen rato, vemos a lo lejos, la famosa la fábrica de té Mackwoods entre campos de té, que nos dejan con la boca abierta.

Campos de té de Nuwara Eliya. Fábrica de té de Nuwara Eliya

La Fábrica de té Mackwoods en la lejanía…Fábrica de té de Nuwara Eliya
No podemos negar que los paisajes en las Tierras Altas son espectaculares.

Entre campos de té. Fábrica de té de Nuwara Eliya
Aparcamos en la zona de parking y el conductor del tuk tuk nos acompaña a la entrada donde nos recibe una chica que será la que nos haga de guía en las instalaciones de la fábrica.
En la fábrica de té Mackwoods no se paga entrada y la visita es gratuita, algo a tener en cuenta a la hora de elegir alguna fábrica donde poder conocer todo el proceso de fabricación del “oro de Sri Lanka».
Más información práctica para preparar tu viaje a Sri Lanka
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La primera parte de la visita la hacemos en zona exterior de la fábrica de té, donde nos enseña varias plantas y donde podemos ver que sólo se utilizan las últimas 3 hojitas de la rama y que según la variedad de té, incluso sólo se llega a utilizar la última.
De aquí pasamos a la zona interior, donde vemos el resto del proceso, desde el secado, hasta el proceso de empaquetado.

Máquina de secado del té en Mackwoods. Fábrica de té de Nuwara Eliya
El olor dentro de la fábrica de té de Nuwara Eliya es increíble y más para la gente a la que le guste esta bebida.
Dan ganas de quedarse a vivir aquí para siempre!

Fábrica de té Mackwoods. Fábrica de té de Nuwara Eliya

Empaquetación del té en Mackwoods. Fábrica de té de Nuwara Eliya
La visita dura unos 40 minutos más o menos y después nos pasan a la zona de la tetería, donde nos obsequian con una buena taza de té…mmm…buenísima!!

Disfrutando de Mackwoods. Fábrica de té de Nuwara Eliya
El ambiente y las vistas a los campos de té, nos hace relajarnos de tal manera que cuando miramos el reloj vemos que llevamos aquí casi una hora!

Tomando un té en Mackwoods. Fábrica de té de Nuwara Eliya

El “oro» de Sri Lanka…Fábrica de té de Nuwara Eliya
Ha llegado el momento de irnos a conocer de primera mano los campos de té de la fábrica de té Mackwoods!
Vemos que muchos de los visitantes, la mayoría vienen en autobuses con excursiones organizadas, se quedan en el mirador que hay justo en la entrada de la fábrica.

Vistas de los campos de té desde el mirador de Mackwoods. Fábrica de té de Nuwara Eliya
No vamos a negar que las vistas son muy buenas desde aquí, pero nosotros queremos entrar en los campos y poder recorrerlos con más tranquilidad, así que le pedimos permiso a una chica de la fábrica, que nos dice que podemos hacerlo pero sin alejarnos de una zona que nos indica…y dicho y hecho!

Entre campos de té. Fábrica de té de Nuwara Eliya
El sol acaba de salir un poco, pareciendo que quiere darnos la bienvenida a nuestro particular recorrido por los campos de té de las Tierras Altas de Sri Lanka.

Disfrutando entre campos de té. Fábrica de té de Nuwara Eliya

Campos de té en Mackwoods. Fábrica de té de Nuwara Eliya

Campos de té. Fábrica de té de Nuwara Eliya
En todo el camino ni en Mackwoods hemos visto ninguna mujer recolectando té y esa es una de nuestras metas de hoy, así que hablamos con el chico del tuk tuk para que nos lleve más abajo, a la fábrica de té de Nuwara Eliya Blue Bird para intentar verlas en sus campos o en el camino. Esperamos tener suerte!
En la negociación por el nuevo precio él insiste en llevarnos a una cascada cercana, a Ramboda Falls y como suele pasarnos, a pesar que en este momento la visita a la cascada a pasado a un segundo plano en nuestras intenciones de hoy, sin saber cómo ni porqué, acabamos aceptando!
Aún no tenemos claro cómo lo hacen, pero está clarísimo que utilizan algún que método psicológico que desconocemos para hacernos cambiar de opinión tan rápidamente!
Por este nuevo tramo, acordamos pagarle 1000 rupias más de lo acordado al principio y le avisamos que pararemos tantas veces como sea necesario en el camino, para seguir buscando a las tea pluckers de Sri Lanka.

Niebla camino de Ramboda Falls
Pasamos la fábrica de té Blue Bird, para llegar a la zona de Ramboda Falls y para poder tener unas vistas más cercanas, el conductor nos hace entrar en un hotel, desde donde, no podemos negar, tenemos una perspectiva fantástica.

Ramboda Falls
Nos invitan a sentarnos y tomar algo, cosa que declinamos educadamente y le pedimos que nos lleve otra vez a nuestro ansiados campos de té.
En varias de las paradas que hacemos en el trayecto para admirar el paisaje y hacer fotografías, se nos acercan mujeres y niños nos pidiéndonos dinero, algo que no habíamos visto hasta ahora en Sri Lanka y que nos llama mucho la atención.
Nuestra intuición es pensar que lo hacen porque antes, alguien ha pasado ya por aquí y se lo ha dado, por lo que provoca que esos niños, crean que este método es el más rápido para conseguir ese dinero.
Por mucho que nos cueste, no le damos ese dinero que nos piden, sabiendo que si lo hiciésemos, lo único que provocaremos es que sigan pidiendo.
En estos casos, siempre preferimos llevar material escolar, medicamentos…etc que damos a un lugar donde sabemos que harán buen uso.
El chico del tuk tuk, en el camino, nos dice que estamos teniendo mucha suerte con el tiempo, aunque haga frío, ya que hasta hace dos días ha estado lloviendo cada día casi sin parar.
Sin duda estamos teniendo mucha suerte aunque hasta ahora no hayamos visto a las tea pluckers.
Volvemos a recorrer Kandy Road, esta vez ascendiendo otra vez entre los infinitos campos de té y la siguiente parada la hacemos en la fábrica Blue Bird, donde decidimos que no haremos la visita y sólo pasearemos por los campos que hay en los alrededores, aunque ya desde lejos, vemos que no hay nadie trabajando.

En la Fábrica de Té Blue Bird. Fábrica de té de Nuwara Eliya
Eso en un principio nos crea un poco de tristeza, porque ya vemos que nos iremos sin verlas trabajar, como nos pasó en Mirissa con los pescadores zancudos.
Eso sí, este revés no va a impedirnos que disfrutemos de nuestro particular paseo por los impresionantes campos de té, que siguen ofreciéndonos un color impresionante y un olor que nos embriagó desde que llegamos.

Entre campos de Té de la Fábrica Blue Bird. Fábrica de té de Nuwara Eliya

Campos de Té de la Fábrica Blue Bird. Fábrica de té de Nuwara Eliya
Los paisajes, ahora más claros, son impresionantes y el olor a verde y lluvia es increíble!
Uno de los “souvenir» que nos llevaremos de Sri Lanka será el olor inconfundible de las Tierras Altas.

Disfrutando de los increíbles Campos de Té de la Fábrica Blue Bird

El verde de los Campos de Té de la Fábrica Blue Bird

Toca despedirse de los Campos de Té de la Fábrica Blue Bird. Fábrica de té de Nuwara Eliya
De aquí toca volver a la ciudad de Nuwara Eliya donde le decimos al tuk tuk que nos deje directamente en el Grand Asian, donde hoy comeremos otra vez!
Llegamos al restaurante de Nuwara Eliya poco antes de la 1 del mediodía. Al final hemos estado casi 5 horas en la visita de las fábricas y campos de té y nos han costado 2500 rupias. No vamos a quejarnos. Creemos que ha sido un buen precio, aunque sí que tenemos que decir que el chico, pese a nuestra insistencia en querer ver a las tea pluckers, no ha puesto demasiado empeño en conseguirlo.
Tenemos hambre, así que pedimos 4 samosas, 2 garlic naan, chiken thali y un chiken tandoori más agua.

Disfrutando del Grand Asian en Nuwara Eliya
La verdad es que hoy la comida no estaba tan buena como ayer, pero podemos decir que es uno de los mejores restaurante de Nuwara Eliya. Al final hemos pedido café y té, pero después de esperar más de media hora y ver que no nos lo traían, hemos pedido la cuenta directamente.
Todo por 1720 rupias.
El camarero, al ver que le pedimos la cuenta por el retraso, nos trae el café y el té al momento y nos dice que por favor no lo paguemos, que nos invita la casa por el retraso.
Si es que no le podemos pedir nada más a este país!!!
Cuando nos despedimos del chico del tuk tuk, nos pidió que si íbamos a cualquier otro sitio le llamásemos y nos dió su número de teléfono.
Mientras estábamos comiendo, hemos decidido que a cabezones no nos gana nadie y que dedicaremos la tarde a buscar a las tea pluckers, aunque sea lo último que hagamos en la ciudad de Nuwara Eliya!
Lo que pasa es que queremos probar con otra persona, a ver si tenemos más suerte y nada más salir del Asian Hotel, vemos un tuk tuk con un hombre mayor, al que le pedimos precio para ir primero a la fábrica de té de Nuwara Eliya Pedro’s Tea (que le otro chico nos dijo que nos cobraría 600 rupias) y sobre todo le recalcamos que queremos intentar ver a las mujeres del té.
Creemos que no le queda muy claro el porqué de nuestra insistencia cuando en un día normal lo habitual es verlas…pero nosotros sabemos que hoy no es así!!
Hemos recorrido Kandy Road, 2 fábricas de té y ni rastro de ellas…así que algo pasa…
Antes de montarnos y a medio regateo, le damos una última oferta, 400 rupias si no logramos verlas y le pagaremos el doble si al final lo conseguimos.
Eso sí…tardemos lo que tardemos 😉 Y con un apretón de manos, nos ponemos de vuelta en el camino de los campos de té.
El día parece que aguanta y incluso sale un poco el sol, algo que agradecemos muchísimo y más cuando pensábamos que el Monzón nos afectaría muchísimo y las previsiones de los últimos días eran malísimas.
En cuanto llegamos a la fábrica de té Pedro’s Tea, en la misma entrada, nos dicen que las mujeres no trabajan hoy, ha estado lloviendo hasta hace 2 días y a parte es fin de semana…por lo que en esta fábrica es imposible verlas y en el resto de los campos, lo ven muy difícil.
No vamos a contar qué cara se nos queda! Y más cuando preguntamos cómo lo ven para verlas mañana domingo, antes de partir hacia Kandy y nos dice que mañana domingo imposible!
Si nuestra cara es un poema, la de nuestro conductor es de película. Creemos que en este momento se ha dado cuenta que quizás, con nosotros, no ha hecho el negocio del mes.
Nos dice que irá carretera arriba a ver si tenemos suerte, pero que sí ya nos han dicho esto, lo ve difícil.
Va preguntando cada pocos metros a la gente local que nos vamos cruzando y todos le dicen que no las encontraremos, hasta que nos cruzamos con unos chicos que entendemos por los gestos, que dicen que un poco más arriba, siguiendo la carretera hay unas cuantas.
Nuestro conductor no nos dice nada, pero de pronto se mete por un camino embarrado donde el tuk tuk no puede casi subir y empezamos a encallarnos. Sigue sin decirnos nada y da la vuelta y vuelve a coger la carretera…
Nos miramos entre nosotros, pensando que ya hemos perdido la última oportunidad, sabiendo que mañana no trabajan, era hoy o nunca. Sabemos que suena drástico, pero es uno de los “objetivos» que teníamos en las Tierras Altas y la verdad es que nos hacía ilusión.
Pensando en esto, gira de golpe el tuk tuk y empieza a subir por otro camino, atravesando campos de té.
Volvemos a quedarnos embarrados, se gira, nos mira y nos dice que si no nos importa seguir andando porque este camino está muy difícil para seguir con el tuk tuk. Pero en ningún momento nos dice ni nos asegura que veremos a las tea pluckers.
Andamos 5 minutos entre los campos de té y allí están…pequeños puntitos en la lejanía, que son el primer y más importante eslabón en la cadena del oro de Sri Lanka. Son las Tea Pluckers de Sri Lanka!

Por fin hemos podido ver a las tea pluckers!!

Colores entre el verde de los campos de té
Por un momento me emociono. Parece una tontería pero este es uno de los momentos más emocionantes de nuestro viaje por Sri Lanka y Maldivas.

Tea Pluckers

Detalles de las tea pluckers
Dejamos nuestras mochilas en el suelo y después de estar un buen rato observándolas, les pedimos permiso para hacer fotos. Ante su afirmación, entramos en los campos de té que nos rodean y las seguimos, sin poder dejar de mirarlas.
Mujeres tamiles recolectando té en los campos de Nuwara Eliya
Esas manos rápidas que seleccionan las 3 hojitas superiores del té y las introducen rápidamente en las cestas o sacos que llevan en sus cabezas.

Imágenes entre los campos de té
No hay palabras para explicar lo que estamos viendo. Es una de esas experiencias que hay que tener una vez en la vida.

Fotografiando a las tea pluckers

Detalles de las Tea Pluckers
Tea Pluckers recolectando té en Nuwara Eliya
Después de un buen rato, absortos por lo que tenemos enfrente, miramos a nuestro conductor y lo vemos con una sonrisa de oreja a oreja, mirándonos.
Nos acercamos a él y nos dice que está muy contento, porque ha conseguido lo que le habíamos pedido y nos ve a nosotros que estamos muy contentos.
Nos pide hacerse una foto con nosotros y como no…nos hacemos varias! M. Manualanthan se ha convertido en otra de esas personas en las que pensaremos cada vez que recordemos Sri Lanka.

Con nuestro amigo M. Manualanthan

Con nuestro amigo M. Manualanthan
Ha sido nuestro “hombre de la suerte» en Nuwara Eliya.

Disfrutando de una experiencia inolvidable!
En este momento, nos gustaría hacer un inciso. Cualquiera podría pensar, incluidos nosotros, leyendo esta parte del relato, que esta alegría del conductor, venía provocada por qué le habíamos dicho que le pagaríamos el doble si encontrábamos a las mujeres recolectoras de té. Sin duda sabemos que eso también le alegraba, pero también hay que decir que el importe tampoco era para tirar cohetes.
Y lo que realmente nos asegura que su interés no era puramente económico, es que a día de hoy, más de un mes después de nuestra llegada del viaje, hemos intercambiado con él varias fotos, postales y cartas…
En la vida nos cruzamos con muchísima gente, pero hay algunos, que lo hacen de manera especial. M. Manualanthan es uno de ellos.
Sigamos con el diario de nuestro día en Nuwara Eliya…
Después de casi una hora observandolas, le decimos a nuestro hombre de la suerte que ya nos puede devolver al hotel de Nuwara Eliya.

Imágenes de las tea pluckers

Tea Pluckers en Nuwara Eliya
Hoy ya hemos completado el día, pero antes de irnos, no podemos hacer otra cosa que volver la cabeza por última vez…

Tea Pluckers en Nuwara Eliya

De camino a nuestro hotel en Nuwara Eliya con M. Manualanthan
Al llegar al hotel, le pagamos lo acordado y a parte le damos una buena propina, esperando que eso pague el esfuerzo que ha hecho por encontrarlas y sobre todo, por habernos ayudado a cumplir este objetivo.
Son casi las 5 de la tarde, por lo que nos quedamos en el salón del hotel de Nuwara Eliya, un buen rato tomando un té y descansando, cuando vemos a una pareja que se nos acerca. Al decir hola nos quedamos mirando sorprendidos y vemos que son la pareja española con la que estuvimos el día que llegamos a Sri Lanka en el aeropuerto.
Casualidades que se dan en la vida y no dejan de sorprendernos!
Se sientan con nosotros y intercambiamos opiniones sobre el viaje y algunos contactos que hemos hecho, ya que ellos empezaron por el norte del país y nosotros por el sur y justo nos hemos cruzado ahora, en las magníficas Tierras Altas, un punto intermedio en la mayoría de itinerarios por Sri Lanka.
Cuando empieza a apretarnos el hambre, decidimos bajar a la ciudad y en una casa de cambio justo al lado del Milano, un restaurante de Nuwara Eliya muy recomendado, vemos que la rupia ha subido a 168, así que cambiamos algo más de dinero y así ya nos quedamos tranquilos durante unos días más.
Estando aquí ya decidimos quedarnos a cenar y pedimos unos fried noodles y un nasi goreng con agua y coca cola.
El restaurante está lleno de gente local, algo que siempre nos da buenas vibraciones, porque es señal que es un buen sitio.
Mientras esperamos que nos sirvan, hacemos cuentas sobre el dinero que nos hará falta para el resto del viaje y sabiendo que no habrá muchas opciones de cambio y aquí estaba bien, decidimos volver a bajar a la casa de cambio, para cambiar algo más de efectivo.
Ahora ya podemos cenar tranquilos!
Desde aquí, por no subir andando hasta el hotel cogemos un tuk tuk por 120 rupias, como anoche, para que nos ahorre el tener que subir por una carretera que no está demasiado iluminada a estas horas de la noche.
Llegamos a The Trevene Hotel cuando son poco más de las 9 de la noche y nos quedamos en el salón un buen rato, aprovechando el wifi gratuito delante de una humeante taza de té…contestando algún email, poniéndonos al día y sobre todo soñando…soñando con otro nuevo día en Sri Lanka…

Entre campos de té en Nuwara Eliya

Disfrutando del mejor té del mundo en Nuwara Eliya

Felices entre los campos de té en Nuwara Eliya

La mejor manera de acabar el día en Nuwara Eliya fue poder verlas…
Mercè dice
Hola Vane y Roger,
ya queda menos para empezar nuestra aventura en Sri Lanka, salimos de Barcelona a principios de septiembre y haremos una ruta bastante similar a la vuestra. Después de pasar dos noches en Ella, en Nuwara Eliya hemos pensado estar 3 noches, llegando desde ELLA un domingo por la tarde. Tengo un par de dudas, ¿sabéis si hay problema con los trenes los domingos? Bajo vuestro punto de vista, ¿es demasiado dedicar dos días enteros en Nuwara Eliya? ¿sería mejor dedicarle un día más a Ella, o bien a Kandy? (En Kandy estamos también dos noches).
Ya os contaremos nuestra experiencia!
Un abrazo!
Vane y Roger dice
Hola Mercè,
En principio nosotros diríamos que no hay problema los domingos, aunque sí que podría ser que no haya tanta frecuencia. Una opción sería preguntar en el alojamiento en el que estéis, enviándoles un email, para que os confirmen horarios.
Sobre el reparto de tiempos, aunque las ciudades como Ella o Nuwara Eliya son pequeñitas, los alrededores merecen mucho la pena, por lo que 2 días en cada una de ellas es un tiempo más que correcto, que seguro no os sobra en ninguna de ellas 😉
Cualquier cosa que os podamos ayudar, por aquí seguimos. Un abrazo!!