Día 10 : Santiago de Chile – Puerto Montt – Chiloé – Ancud – Que ver en Castro
Son las 4:00 de la mañana cuando suena el despertador, recordándonos que ya hemos dejado atrás el Desierto de Atacama y volvemos a estar en Santiago de Chile para empezar la siguiente etapa del viaje, empezando hoy con todas las cosas que ver en Castro en Chiloé que tenemos programadas. Después de una ducha rápida y recoger las pocas cosas que sacamos anoche, bajamos al salón de desayunos del Hotel Manquehue Aeropuerto Santiago cuando son las 4:30 de la mañana, hora en la que empieza el desayuno en este hotel ubicado al lado del aeropuerto, para estar listos a las 5 de la mañana hora en la que reservamos ayer nuestro transfer con TransVip, después de llegar de nuestra estancia en el norte de Chile disfrutando de varios tours en San Pedro de Atacama.
Puntual a las 5 de la mañana vienen a recogernos para llevarnos de nuevo al aeropuerto para coger el vuelo que nos llevará desde Santiago de Chile a Puerto Montt, que será para nosotros la entrada a Chiloé, ya que allí alquilaremos un coche y nos dirigiremos a esta isla que dicen, es la más mágica de Chile.
Hay que tener en cuenta que el Hotel Manquehue Aeropuerto Santiago únicamente tiene el traslado gratuito desde la aeropuerto al hotel, por lo que para hacer el traslado del hotel al aeropuerto tienes que pagar 3000CLP por persona, a no ser que hayas hecho la reserva a través de Booking y seas Genius, que en este caso están incluidos ambos trayectos.
Una vez en el transfer, que una vez dentro confirmamos que no es TransVip, si no otra empresa de la que no vemos el nombre, en menos de 10 minutos estamos ya en la terminal del aeropuerto de Santiago de Chile donde hoy volaremos con Sky Airline una nueva compañía aérea en nuestro viaje que probaremos a ver qué tal con este vuelo y algunos futuros que tenemos en este viaje a Chile y la Isla de Pascua para ver qué tal funciona.
Siendo el día de Navidad imaginamos que no habrá demasiada gente ni en la carretera ni en el aeropuerto, debiendo estar prácticamente solos en el momento de la facturación, pero no, es todo lo contrario, encontrándonos unas filas interminables en los mostradores de Sky Airline, ya que esta compañía tiene varios vuelos al día, a diferentes destinos, que salen entre las 6 y las 7 de la mañana, por lo que todos los pasajeros de estos vuelos nos hemos juntado en las colas, tocándonos esperar prácticamente una hora hasta que nos toca nuestro turno.
Esto es algo a tener en cuenta sobre todo si vienes con el tiempo justo, ya que hay ocasiones en las que la facturación se hace rapidísimo, como nos pasó el otro día con LAN cuando volamos de Santiago de Chile a Calama, y en otras ocasiones, como hoy, que tienes que hacer bastante cola, por lo que es preferible venir con las dos horas de anticipación que piden para evitar sorpresas y asegurarte no tener problemas.
Una vez dejamos las maletas, accedemos a las puertas de embarque con el tiempo justo para tomar un café y embarcar en el vuelo que nos llevará a este otro destino que estamos deseando conocer y que nos crea una curiosidad inmensa, ya que hemos leído opiniones buenísimas, pero por otra parte también nos han dicho que vamos demasiados días y que no es tan bonito como dicen. Tendremos que esperar unas horas para encontrarnos en Chiloé y empezar a descubrir esta isla visitando los lugares que ver en Castro que tenemos apuntados como imprescindibles en la ciudad.

Después de un vuelo mucho más cómodo de lo que esperábamos, teniendo en cuenta que Sky Airline es una compañía low cost, llegamos puntuales a Puerto Montt cuando son las 8:30 de la mañana, acercándonos primero a buscar nuestro equipaje y recoger nuestro coche de alquiler en Chiloé que tenemos contratado con la agencia Chilean, a través de Auto Europe.
Una vez recogido el equipaje, nos damos cuenta que esta agencia no tiene oficina dentro del mismo aeropuerto, ya que nos encontramos una chica con un cartel de la compañía que nos está esperando para llevarnos en un pequeño autobús hasta a las oficinas de Chilean, que están a unos cinco minutos aproximadamente del aeropuerto.
Coche de alquiler en Chiloé o Puerto Montt
Para viajar o visitar Chiloé tenemos varias opciones, desplazándonos en transporte público, coche de alquiler o en excursiones desde Puerto Montt o Puerto Varas. Sin dudarlo, si encaja en tu presupuesto, el precio es de aproximadamente 60-65 euros al día, nosotros optaríamos por la segunda opción, tanto por libertad de movimiento como horarios, ya que viajar en coche te permitirá acceder a lugares en los que hacerlo en transporte público conllevaría mucho tiempo.
Si no quieres alquilar coche o no dispones de mucho tiempo puedes reservar esta excursión a la isla de Chiloé de un día con guía en español o esta excursión que además de Chiloé incluye ver los pingüinos de Puñihuil.
Más información práctica para preparar tu viaje a Chile– 10 consejos para viajar a Chile imprescindibles
– 10 lugares increíbles que ver en Chile
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En el caso del coche de alquiler también tenemos dos opciones: alquilar directamente el coche en Puerto Montt o ir en transporte público hasta Chiloé y alquilarlo allí. Según nuestra experiencia, sin duda optaríamos por la primera opción ya que ahorras mucho tiempo y te permite también hacer alguna parada intermedia como haremos nosotros.
Como hemos comentado anteriormente, el coche lo reservamos a través de Auto Europe, la empresa que utilizamos siempre que alquilamos coche. Le comentamos que queríamos un coche pequeño, pero realmente tenemos que decir que el coche que nos da Chilean es excesivamente pequeño, aunque eso ya más o menos lo sabíamos al ver las fotos, pero lo que sí nos sorprende es el aspecto exterior e interior del coche, que tenemos que decir, está hecho un verdadero desastre.
Incluso la chica hace un control exhaustivo de todos los golpes que tiene y al ser tantos, tenemos que ayudarla para acabar lo más pronto posible, además de asegurarnos que no se deja ninguno para no tener a nuestro regreso ningún problema.
Aunque después de la experiencia de los 5 días con el coche de alquiler en Chiloé podemos decir que el coche ha ido perfecto, sí que es cierto que no volveríamos a alquilar con esta compañía únicamente por el estado del coche y reservaríamos a través de Auto Europe con otra que nos ofreciese algún coche más nuevo.
Algo que también hay que tener en cuenta es que te retienen en la tarjeta de crédito 350000CLP, algo que aunque te lo indican en el momento de la reserva, merece la pena tener en cuenta.
Y como extra te comentamos que nos avisaron que no dejásemos nada en el coche, ya que en los últimos tiempos se han producido bastantes robos en Chiloé. En nuestro caso durante todos los días que estuvimos en la isla no nos sentimos para nada inseguros, sino todo lo contrario, por lo que entendemos que es más por seguridad y por evitar problemas que no por ser algo habitual.
Con el coche ya revisado y las fotos hechas, para tener un comprobante del estado del coche cuando lo devolvamos, salimos a las 9 de la mañana de Puerto Montt camino a Pargua, el lugar donde cogeremos el ferry a Chiloé y desde donde tendremos 30 minutos hasta Ancud, el lugar donde nos espera un encuentro inesperado con quien celebraremos este día de Navidad.
Con un día bastante gris nos vamos alejando de Puerto Montt, encontrándonos con unos paisajes mucho más verde y unos cielos más despejados a medida que nos vamos acercando a Chiloé que por momentos nos recuerdan a los paisajes que vimos en el viaje a Los Cotswolds y que nos empiezan a regalar un aperitivo de lo que está por venir pasando por un peaje donde pagamos 1850CLP para continuar nuestro camino, prácticamente sin cruzarnos con nadie, de Puerto Montt a Chiloé.

Nada más llegar a Pargua cuando son las 10:10 de la mañana, nos encontramos con que el ferry a Chiloé está en la orilla, por lo que entramos directamente, dejamos nuestro coche en el lugar en el que nos indican y después de pagar 11900CLP por el coche y pedir un par de cafés en el servicio de cafetería, nos ponemos un polar ya que las temperaturas han descendido considerablemente y disfrutamos de unas vistas por las que ya merece la pena el viaje.



En trayecto entre Pargua y Chiloé nos lleva unos 20 minutos que aprovechamos para disfrutar del paisaje, con un café calentito en las manos y cuando son las 10:45, volvemos al coche para ponernos otro jersey y emprender de nuevo la ruta con el coche de alquiler en Chiloé, para llegar a Ancud, donde hemos quedado con Cristina y Carles de WeTravel.cat, que están dando la vuelta al mundo, y con quien hemos coincidido en días en esta isla mágica, aprovechando para comer juntos, además de pasar un buen rato por la zona poniéndonos al día y sobre todo, para darnos envidia del súper viaje que están haciendo.


Inicialmente esperábamos llegar más tarde a Ancud, pero al llegar puntuales con el vuelo de Santiago de Chile a Puerto Montt, hacer los trámites del alquiler de coche rápido y no encontrar nada de tráfico, al final llegamos a Ancud cuando son poco más de las 11 de la mañana, así que sin pensarlo demasiado y para no apresurar a Cris y Carles, decidimos aprovechar para dar una vuelta por Ancud, una visita que en principio no teníamos programada en este viaje a Chile por libre.

Ancud es una población de Chiloé, conocida lamentablemente por los daños que sufrió en el terremoto de 1960, en el que destruyó gran parte de la ciudad, llevándose gran parte de sus palafitos y edificios. A día de hoy se muestra totalmente recuperada, aunque en la memoria de sus habitantes aún permanece el recuerdo de la tragedia.

La primera parada la hacemos en el Muelle Pesquero donde empezamos a ver lo que nos espera en Chiloé, ya que únicamente llevamos aquí unos minutos y esta isla ya nos ha enganchado. No sabemos si será por el buen tiempo con el que nos ha recibido, algo raro ya que suele llover muchísimo, o por el ambiente que percibimos, algo que ya nos hace presuponer que nos llevaremos grandes sorpresas y que este pasará a ser otro lugar en el que no nos importaría pasar una temporadita.

Después de estar unos minutos en esta zona de Ancud nos acercamos con el coche hasta la Plaza de Armas, donde vemos la primera de las iglesias de Chiloé, tan características y uno de los motivos por lo que hemos querido visitar esta mágica isla de Chile.

Y estando aquí, el día de Navidad, en la Plaza de Armas de Ancud, en Chiloé, es cuando empieza una de las anécdotas de este viaje a Chile e Isla de Pascua, que estamos seguros, no olvidaremos.
Terremoto en Chiloé y evacuación por alerta de tsunami
Estamos justo en nuestra Plaza de Armas de Ancud haciendo fotos cuando de repente empieza a sonarnos el móvil, con un sonido especial que simula una especie de sirena, mientras la pantalla nos muestra una serie de mensajes en los que se anuncia una «evacuación por alerta de tsunami«.

Inicialmente pensamos que era un tipo de simulación, en ningún momento pensamos que podía ser algo real, por lo que sin darle más importancia seguimos paseando y haciendo fotos hasta que unos segundos más tarde empiezan a sonar las sirenas de la plaza y vemos como los coches aceleran y empiezan a subir por la calle paralela a la plaza, al mismo tiempo que empezamos a ver como la gente sale de la iglesia y los comercios corriendo.
En es ese momento cuando nos damos cuenta que esto no es una simulación, por lo que nos damos una carrera, prácticamente sin hablar entre nosotros, para llegar al coche e instintivamente empezar a seguir a los coches que van delante nuestro, siempre siguiendo una dirección que vemos que nos va llevando hacia la parte más alta de la ciudad, mientras muchos de ellos van parando para recoger gente que corre hacia los lugares más elevados.
Después de varios minutos circulando, vemos que hemos llegado directamente al lugar que han tomado como referencia y punto de reunión los bomberos y la policía, por lo que aparcamos en medio de la calle, mientras comprobamos a través de internet lo que intuíamos: ha habido un terremoto de 7,6 grados con epicentro en Quellón a sólo 160 kilómetros de donde nos encontramos ahora mismo.

– El Espectador: Incomunicada la Isla Grande de Chiloé tras terremoto en Chile
– 24h: Evacuación en Ancud
– El País: Chile cancela la alerta de tsunami
– Terremoto Chiloé 2016
No vamos a negar que algo asustados, directamente nos acercamos a una unidad de bomberos para que nos expliquen un poco qué ha pasado y qué debemos hacer, además de ayudar a un par de parejas de viajeros franceses que no entienden español y no saben exactamente qué ha pasado.
En todo momento, tanto los bomberos como la policía nos aseguran que no debemos preocuparnos, ya que estamos en zona segura, pero que no podemos movernos de aquí, ya que la primera ola se espera que llegue a las 12:48 del mediodía.
Después de hablar un par de veces con Cris y Carlos y comentar con los bomberos que su cabaña no está en zona segura en caso de tsunami, ellos, justo a su casera, deciden venirse a la zona donde estamos nosotros, algo que tenemos que decir, palia en cierta manera los nervios y es que aunque parezca mentira, este tipo de situaciones, si se comparten con más gente, parece que son más llevaderas.

Una vez ya estamos todos juntos y después de una hora nos empiezan a decir que probablemente no pase nada, ya que se espera que se desactive la alerta, pero que por el momento debemos esperar a que sea oficial.
Es en este momento cuando empezamos a relajarnos y a empezar a explicar nuestras experiencias ante el suceso, sobre todo al comprobar que no han habido daños personales y que hay pocos daños en carreteras y casas para lo que podría haber sido.
Es más, incluso nosotros podemos decir que no notamos el terremoto de 7,6 ni la réplica que hubo 10 minutos más tarde de 5,6 grados. Por las horas que vimos después en el teléfono y en la cámara, intuimos que justo en esos momentos estábamos conduciendo, por lo que no notamos absolutamente nada, aunque Cris y Carles nos confirman que en Ancud ellos lo notaron muchísimo, al igual que el resto de personas con las que estamos en la zona de seguridad, que todas comentan exactamente lo mismo.
Y así pasamos el mediodía del día 25 de diciembre de 2016, una fecha que recordaremos como el día que vivimos un terremoto de 7,6 grados y una alerta de tsunami que nos tuvo en vilo algunas horas, pero que al mismo tiempo nos permitió comprobar la organización y profesionalidad de todos los cuerpos de seguridad, además de la amabilidad de toda la gente de Ancud, que no hicieron más que preocuparse por nosotros, ofreciéndonos sus casas, y tranquilizándonos.
Como hicimos en su momento, ahora no podemos más que repetir que Chile es un país extraordinario, pero lo que lo hace realmente increíble son sus gentes.
Y así, cuando son casi las 3 de la tarde, volvemos a los coches y nos vamos a la cabaña de Cris y Carles donde nos espera un pescado fresco que estaban preparando antes del terremoto, que tenemos que decir, nos hace olvidarnos de los nervios pasados estas últimas horas. Chicos, ¡¡cómo cocináis!!
Después de un buen rato de conversación y una sobremesa que hubiésemos alargado algunas horas más, cuando son las 5 de la tarde y viendo que ya todo está normalizado y que ya han desactivado la alerta, decidimos irnos para Castro, donde nos alojaremos los próximos días en las Cabañas Alcamar, animándose también Carles y Cris a venir para allá y así compartir la tarde con todas las cosas que ver en Castro que tenemos en mente.

De camino a Castro empezamos a ver algunos de los daños que ha ocasionado el terremoto, viendo alguna carretera que está cortada o alguna parte con desperfectos, algo que nos recuerda que no sólo este acontecimiento ha quedado como una anécdota, sino también lo afortunados que nos podemos sentir de que no tenemos que lamentar ningún daño, ni nosotros ni el resto de gente que ha sufrido el terremoto.
Quedamos con Cris y Carles que nosotros iremos directamente en Castro, donde nos alojaremos los próximos días gracias a Cabañas Alcamar, donde nos recibe Nery, la dueña, bastante preocupada ya que no sabía nada desde el terremoto y no había podido contactar con nosotros. Después de unos minutos para ponernos al día y hacer el check in, nos acompaña hasta la Cabaña La Vega, una cabaña que nos deja con la boca abierta y de donde os aseguramos, no saldríamos en varios días, ya que tiene todo lo que podríamos buscar en un alojamiento, además de tener unas vistas impresionantes al mar, algo que, como os contaremos más adelante, es uno de los grandes alicientes, entre otros muchos, de alojarse aquí.

Pasan unos minutos de las 6 de la tarde cuando volvemos a Castro, donde volvemos a encontrarnos con Carles y Cris, acercándonos primeramente a la Plaza de Armas, donde se encuentra uno de los lugares más famosos que ver en Castro: la Iglesia San Francisco de Castro.

Esta iglesia, una de las 16 declaradas Patrimonio de la Humanidad en Chiloé, tiene además de un estilo neogótico y clásico, unos colores que la hacen única, mezclando el amarillo con el morado, creando así una visión única desde la Plaza de Armas. Aunque lo que no puedes es perderte su interior, en el que según hemos leído, los días soleados entra la luz por las vidrieras, creando una imagen inolvidable.

Después de dar una vuelta por el centro y empaparnos del ambiente, y es que hay que tener en cuenta que aunque hay muchísimas cosas que ver en Castro, lo que más destaca de esta bonita ciudad, es su ambiente, sus calles y sus paseos, esos que te dejan un agradable sabor de boca, en el que se mezcla el colorido con el carácter amable de sus gentes, algo que para nosotros será un recuerdo inolvidable y más en un día como hoy.

Desde aquí nos acercamos hasta el mirador del puente Gamboa, una de las mejores vistas de los palafitos, esas construcciones típicas, que podemos encontrar en diferentes puntos de la ciudad y que desde la calle parecen simples casas normales, para después mostrarnos su cara más encantadora y escénica cuando las vemos por la parte de atrás, donde se ven los pilotes y el mar.


Después de pasar un buen rato en esta zona de la ciudad, disfrutando de nuevo de su ambiente, volvemos al coche con un nuevo objetivo en mente, acercarnos hasta la Iglesia de Nuestra Señora de Nercón, ubicada a pocos metros de nuestro alojamiento, las Cabañas Alcamar, que nos apetece conocer en el día de hoy, para así alargarlo todo lo posible intentando compensar las horas que perdimos esta mañana.
Esta iglesia es otra de las iglesias Patrimonio de la Humanidad y está construida con madera de ciprés, en la que destaca su torre, visible desde la carretera.
El horario que vemos en la guía Lonely Planet es de 10 a 12:30 y de 13:30 a 18:30 por lo que hoy ya estamos fuera de hora y tendremos que conformarnos con disfrutar de su exterior, por cierto bellísimo y sin lugar a dudas uno de los lugares que ver en Castro que no puedes perderte.

Después de esta breve visita y viendo que el día aún aguanta soleado, decidimos acercarnos hasta Chonchi, otro de los lugares imprescindibles en Chiloé, que nosotros tenemos planeado visitar mañana, pero que adelantamos para poder así hacer una breve visita hoy con Wetravel.cat.
Chonchi está a unos 20 minutos en coche de Castro, por lo que nos plantamos allí poco antes de las 8 de la tarde, momento único, ya que es el momento en el que el sol empieza a bajar, regalándonos unas imágenes únicas.
Ubicada frente a la Plaza de Armas nos encontramos con la iglesia Nuestra Señora del Rosario, otra de las iglesias más conocidas de Chiloé, que además de ser preciosa, os recomendamos que visitéis ya que se encuentra en uno de los pueblos más bonitos y más ambientados de Chiloé.

Después de esta visita nos acercamos hasta el muelle, lugar de Chonchi que nos enamora nada más llegar y más en este momento del día en el que la luz es un verdadero regalo. Solo hay que ver las fotos para darse cuenta de lo especial que es este rincón de Chiloé.



Después de un buen rato disfrutando del lugar, entre conversaciones y silencios que no hacen más que capturar el momento, decidimos cuando son más de las nueve de la noche que ha llegado el momento de volver a Castro, donde hoy, día de Navidad, no tenemos demasiadas opciones para cenar, ya que la mayoría de restaurantes están cerrados, por lo que tenemos que conformarnos con La Brújula del Cuerpo ubicado en la Plaza de Armas donde despedimos un día lleno de anécdotas, buenos momentos, buena compañía y un susto que probablemente nunca olvidemos, pero que no ha hecho más que recordarnos lo afortunados y privilegiados que somos.

Carles, Cris, volvemos a vernos en otro lugar mágico: ¡Isla de Pascua!
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