Día 4 : Que ver en Shanghái en dos días: Xintiandi, Parque Fuxing, Tianzifang, Templo del Buda de Jade y Espectáculo acrobático ERA en Shanghái Circus World
Pese a que las previsiones de hoy eran de lluvia y nos hacían tambalear un poco el itinerario que teníamos previsto con varios lugares que ver en Shanghái en dos días, nada más despertarnos y mirar por la ventana vemos que luce un sol que hace prever que hoy continúe con el mismo sol y la misma calor que tuvimos ayer en como estuvo ayer recorriendo Shanghái en un día.
Miramos por internet la web del tiempo y efectivamente el día de hoy se espera que lleguemos a los 30 grados, incluso algo más que ayer, por lo que intuimos que serán algunos grados más, así que toca vestirnos algo más veraniegos y empezar el día con el itinerario que tenemos preparado para nuestro Shanghái en dos días.
Lo primero que hacemos es acercarnos hasta un Starbucks que tenemos justo al lado del Hotel Shanghai Fish Inn East Nanjing Road, donde ya estuvimos ayer, y que aunque tenemos que reconocer que no es precisamente nuestro lugar preferido para desayunar, sí que es cierto que es de los pocos lugares que encontramos en Shanghái donde hay café y además esté bueno, algo que valoramos mucho y más por las mañanas.
En esta ocasión optamos por pedir un par de tostadas con un par de cafés y por 89RMB nos relajamos en la segunda planta del local, en un ambiente muy tranquilo, con el que no podemos empezar mejor la mañana.
Que ver en Shanghái en dos días
El recorrido que haremos hoy nos llevará hasta Xintiandi, el Parque Fuxing, Tianzifang y por la noche a disfrutar del increíble Espectáculo acrobático ERA en Shanghái Circus World, uno de los espectáculos más increíbles del mundo.
El primero de los lugares que ver en Shanghái en dos días será Xintiandi, una especie de pueblo o barrio tradicional, totalmente restaurado que está ubicado bastante cerca de nuestro alojamiento, al menos considerando las grandes distancias que hay entre los lugares de interés en una ciudad como esta.
Para llegar a Xintiandi tenemos que coger la Línea 10, justo al lado del hotel y en dos paradas, pagando por lo tanto 2RMB por persona, nos montamos en el metro, bastante más tranquilo por cierto que el día que llegamos del aeropuerto a Shanghái, y en cinco minutos nos encontramos en la zona de este peculiar barrio de Shanghái.
Desde la estación de metro Xintiandi, correspondiente a la Línea 10, tenemos aproximadamente 10 minutos andando, que disfrutamos con la tranquilidad de la mañana, aunque en honor a la verdad, tenemos que decir que nada más llegar a nuestro destino, nos embarga una especie de desilusión y es que nos encontramos con algo que bien podríamos definir como un parque temático en toda regla.


Xintiandi es una de las zonas de Shanghái más frecuentada por los turistas, sobre todo por la noche, ya que alberga bastantes restaurantes internacionales de renombre, como el que tiene aquí Paco Roncero.
Si hubiésemos hecho la visita con este fin, probablemente nuestra percepción hubiese cambiado bastante, pero al haber leído que Xintiandi era también una zona muy agradable por la que pasear, en la que las casas antiguas fueron restauradas para albergar pequeños locales, creímos que el lugar iba a ser parecido al Mercado Yuyuan que conocimos ayer, pero la verdad es que nada más alejado de la realidad.
Una buena opción para conocer la historia de este barrio es reservar esta visita con guía en español que incluye un crucero nocturno.


Después de nuestra experiencia tenemos que decir que lo hemos encontrado bastante artificial y a no ser que quieras acercarte por la noche, para cenar en alguno de los restaurantes, creemos que esta visita es poco interesante o como mínimo prescindible en una ciudad como Shanghái.
Si bien es cierto que si te sobra tiempo en la ciudad, te interesa la ropa de marca o los restaurantes internacionales con precios bastante altos, esta puede ser una buena opción para pasar unas horas en la ciudad.
Con estas impresiones, después de dar una vuelta que no nos lleva más de 45 minutos y hacer algunas fotos directamente decidimos irnos al segundo lugar que tenemos que ver en Shanghái en dos días.
Está visita es el Parque Fuxing, a donde llegamos después de atravesar, esta vez sí, un barrio tradicional chino, que tenemos que decir, nos encanta y donde nos perdemos por sus calles sin prisas, intentando empaparnos de todo el encanto que dan este tipo de lugares, poco o nada conocidos y que nos muestran la realidad de una ciudad.


Nada más llegar al Parque Fuxing y ver el ambiente que hay, empezamos a ser conscientes de que es domingo y como tal, el parque está súper ambientado, con gente bailando en cada rincón, cantando, haciendo deporte o dedicándose a cualquiera de sus aficiones, en un marco incomparable como es un parque.

Este parque, nos ha regalado uno de los momentos más tranquilos desde que llegamos a Shanghái, olvidándonos durante algo más de una hora del caos que se vive en algunas de las zonas de la ciudad.
En su origen, el Parque Fuxing fue diseñado durante la dinastía Ming como parte de una finca privada, aunque más tarde pasó a ser un precioso parque público, que únicamente permitía el acceso a los residentes franceses en Shanghái, que poco a poco fueron introduciendo detalles franceses, haciendo de este un parque con cierto carácter europeo.



Después de pasar aquí casi una hora, perdiéndonos entre la vegetación y disfrutando de todas las escenas con las que nos vamos cruzando, tenemos que decir que es una visita muy recomendable, sobre todo en fin de semana y donde merece la pena pasar unos minutos y más si estás visitando como nosotros Xintiandi y Tianzifang.
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Tras este rato de relax, en uno de los pulmones verdes de la ciudad, ponemos camino al siguiente punto que ver en Shanghái en dos días que es Tianzifang, un barrio de calles tradicionales, en la Concesión Francesa, ubicado solo 1 kilómetro del Parque Fuxing.

Nada más llegar y adentrarnos en una de sus calles, nos damos cuenta que esto es precisamente lo que veníamos buscamos. Si bien no deja de ser una zona «comercial«, es mucho más tradicional, cercana y con encanto que Xintiandi, que visitamos está mañana.
Olvidándonos del mapa que vimos en la entrada y únicamente dejándonos guiar por los sentidos, tanto de la vista como el olfato, a estas horas los locales de restauración ya empiezan a ponerse en marcha, nos adentramos en un entramado de callecitas, repletas de locales y detalles, que nos hacen trasladarnos a un Shanghái que no esperábamos.



Podemos decir que Tianzifang es una zona residencial que se encuentra en plena área de la Concesión Francesa, formada por shikumen, que engalanan todas sus laberínticas callecitas, llenas de color y ambiente, y que han conformado una de las zonas más tradicionales y a la vez turísticas de la ciudad.
Después de estar más de una hora perdidos por sus calles, te aconsejamos olvidarte de mapa o GPS y únicamente deambular por las callecitas llenas de encanto sin destino fijo, hasta que cuando son la 1 del mediodía, empezamos a buscar un lugar en el que comer.
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Tianzifang es perfecto para esto y es que hay cientos de sitios entre los que escoger y como no podía ser de otra forma, nosotros nos decantamos por un japonés buenísimo en el que pedimos un par de bols de pescado y arroz, más rolls, nigiris, agua y cerveza por 131RMB.

Precio insuperable y ¡todo buenísimo! Tanto que durante una hora, ha sido como si reviviésemos nuestro viaje a Japón por libre, un país al que estamos deseando volver y para el que ya tenemos fechas cerradas.
Salimos de nuevo a las callecitas de Tianzifang cuando son casi las 2 de la tarde, ahora dispuestos a bajar un poco la comida e ir en busca de algún sitio donde tomar café y así hacer la sobremesa perfecta.



Después de este paseo entramos en un pequeño local con una terraza muy agradable, a pie de calle, donde tomamos un par de cafés con hielo por 85RMB, ya habréis notado que el café en Shanghái es todo un lujo, ¿verdad?. Y después de esta sobremesa, cuando son casi las 4 de la tarde, decidimos acercarnos hasta uno de los lugares que más ganas teníamos de conocer en Shanghái: su famoso Templo del Buda de Jade.
Para llegar hasta allí nos vamos hasta Madang Road, a la estación de metro de la línea 13, y después de sacar dos tickets para 7 estaciones por 7RMB por persona, hasta Jiangning Road, no tardamos más de 15 minutos en llegar a nuestro destino, en el que hay que tener en cuenta que cierran a las 16:30 de la tarde, para evitar sorpresas.
Pagamos 20RMB por persona y entramos en un recinto que aunque habíamos leído en varios lugares que era bastante prescindible, para nosotros ha sido todo un descubrimiento, tanto que no podemos más que recomendarlo e incluirlo entre los lugares que creemos, resultan imprescindibles entre los sitios que ver en Shanghái en dos días.

El Templo del Buda de Jade fue edificado en el año 1882 para incluir en su interior dos esculturas de jade, que llegaron desde Birmania y que a día de hoy se pueden ver en diferentes estancias del recinto.

La figura que más llama la atención es la que representa un Buda sentado de dos metros de altura, decorado con piedras preciosas, que podemos decir, te deja prácticamente sin aliento.
La segunda de las dos figuras de jade que encontramos en el templo está hecha de jade blanco y es un Buda reclinado, que aunque menor que el Buda sentado, a nuestro parecer es mucho más llamativo e impresionante.

Son prácticamente las 5 de la tarde cuando abandonamos el Templo del Buda de Jade rumbo a nuestra siguiente parada, el espectacular Shanghai Circus World donde esta noche tenemos previsto ver el Espectáculo acrobático ERA.
Para llegar allí tenemos que volver a Jiangjing Road y hacer trasbordo en la línea 1, para después seguir cuatro paradas hasta Shanghai Circus World. Como ya viene siendo habitual estos días, nos acercamos a las máquinas expendedoras donde sacamos un ticket de 5RMB por persona, que nos llevará hasta el lugar en el que disfrutaremos de uno de los espectáculos más increíbles que hemos tenido la suerte de ver hasta el momento.

Llegamos cuando faltan unos minutos para las 6 de la tarde y pese a que pueda parecer extraño, tenemos bastante hambre, así que nos acercarnos a una zona de restaurantes que hay muy cerca del Shanghai Circus World, donde hay un centro comercial y hay muchísimos restaurantes entre los que escoger.
Después de dar varias vueltas, acabamos en el Blue Frog donde pedimos una hamburguesa, unas quesadillas y 2 Coca-Cola por 196RMB y como postre, no podemos resistirnos a hacer una parada en un Haagen Dazs que hay justo al lado donde nos comemos un helado buenísimo por 89RMB con el que disfrutamos de una sobremesa extraordinaria.


Después de la cena, son las 7:30 cuando ya estamos en el Shanghai Circus World, sentados en primera fila, esperando que empiece el espectáculo de acrobacia más impresionante que hemos visto nunca: el Espectáculo acrobático ERA.
No te explicaremos más. Sólo decir que pese a que nos dijeron que no se podían hacer fotos ni vídeo y que había gente haciéndolo, nosotros no sucumbimos a la tentación, sobre todo por respeto a los artistas.
Hemos querido llevarnos únicamente este recuerdo en nuestras retinas y dejar aquí la firme recomendación de que vengas. Te aseguramos que además de gustarte, te cambiará en concepto de espectáculo.

Son las 9:30 cuando acaba el espectáculo y salimos en busca de nuevo del metro que nos lleve de nuevo a nuestro alojamiento en Shanghái, el Hotel Shanghai Fish Inn East Nanjing Road donde toca descansar y sobre todo, recordar todas las emociones que hemos vivido el día de hoy.
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